Atrévete a quererme.

Capítulo 9. Parte 1

Narra Kayla.

La puerta se abrió dejando que viera a una de las sirvientas.

—Señorita, un hombre abajo pregunta por usted.

—Muchas gracias, ahora mismo bajo.

Me arregló un poco el pelo y me pongo las zapatillas de estar por casa y mi batín azul de seda.
Abro la puerta y allí está. Otra vez él. Ethan

—Estas preciosa hasta en pijama —deposita un suave beso en los labios de la muchacha.

—¿Qué haces aquí?, es muy tarde mi padre va a llegar ya.

—No te preocupes preciosa, tú padre esta informado que vendría a tú casa.

—Muy listo, pero no quiero hablar contigo. —digo en tono enfadada.

—Esta bien, me iré pero podríamos pasar la noche en tú mansión juntos.

—Eso es imposible mi padre y mi hermano llegaran en breves.

—Te equivocas, tú padre tiene asuntos y pasara la noche fuera, y tú hermano creo que también ya me entiendes.

—Así que no me libró de ti —digo en tono burlona.

—Nunca —se acerca a ella y la besa.

Entramos a la casa riéndonos, mando a las sirvientas que preparen un baño caliente y una cena rápida.

—¿Para qué el baño caliente? —pregunta mientra se sienta en la mesa.

—Antes de dormir siempre me doy un baño caliente me relaja. —digo mientras también cojo asiento.

Rápido traen la cena un pescado blanco, con una copa de vino. Al acabar de cenar subimos a mi habitación y le digo que se ponga cómodo en la cama mientras me doy el baño.

Entro en la bañera y hundo la cabeza, cuando noto que alguien roza mi piel.

—Linda, ¿Quieres qué empecemos dónde lo dejamos esta mañana? — pregunta acariciándola el pelo.

—Sí —digo dudando unos momentos.

Ethan se quita la ropa y se mete en la bañera, lentamente me besa los labios, bajando al cuello y luego por todo el vientre hasta el dedo gordo del pie, sin olvidarse de masajear mi piel.
Cuando acaba de recorrer mi cuerpo a besos, me besa e introduce dos dedos dentro de mí haciendo que mi respiración se corte.
Los saca de golpe y sin pensarlo dos veces se levanta y me coge, le rodeo con mis pies. Y me echa en la cama, luego se acerca a la cartera que dejo anteriormente en la mesilla y saca un condón.

—¿Segura que quieres hacerlo?— pregunta mirando con deseo a la chica.

—Segura —me lanzo y le beso.

Se coloca el condón, pero antes vuelve a besarme y de nuevo introduce sus dedos para humedecer. Los saca esta vez con más cuidado y entra en mi despacio pero acaba con un movimiento fuerte. Grito.

—¿Estas bien?, ¿Te he hecho daño?, ¿Quieres que paremos?. —Pregunta preocupado pero sin salir de ella.

—Estoy bien tranquilo.

Él lo entiende como que puede proseguir y me completa, me besa cada vez más y más apasionado. Acabamos rendidos durmiéndonos. Era la primera vez que había mantenido sexo, y eso hizo que me empezara a enamorar de él  y no quería hacerlo.