Atrévete a quererme.

Capítulo 6. Parte 1

Narra Ethan.

Mi bolsillo vibró, sabía que mi padre estaba reclamándome. No era la hora ni el lugar para hablarle pero accedí a salir de la habitación y preguntar que le pasaba.

—Hola, estoy ocupado — descuelga el teléfono y dice muy serio.

—¿Dónde estas Ethan?, Necesito saber ya información —sonó la voz en el otro lado de la línea.

—Papá, necesito más tiempo.

—Una semana más tienes para darme algo — dijo colgando el teléfono.

—Papá...

Había colgado, no tenía nada más que hacer en ese pasillo que volver con Kayla.

Narra Kayla.

Ethan sale sin dar ninguna explicación, me resulta incómodo que haga eso. Estoy sumamente enfadada.
Mientras, cojo de nuevo el móvil y me meto en el chat de Beatrice, me preguntó que tal estaba. No me apetecía contestar, ya se lo explicaría todo.
Vuelvo a dejar el móvil en la mesilla y entra Ethan.

—¿Qué pasa, te has ido sin decir nada?—dije molesta.

—Nada amor, cosas de negocios —dijo dandole un tierno beso en los labios.

—¿Desde cuándo somos novios? —le aparté de mi lado.

—Desde que te vi.

—No vayas tan rápido bonito —empecé a toser.

—¿Kayla estás bien? —dijo levantandose de un golpe.

—Llama a un médico por favor —digo tosiendo más.

Entra el médico y me ve de nuevo desmayada. Me introducen medicamentos a traves de vía intravenosa. A los pocos minutos cobro la conciencia.

—¿Qué ha pasado? —me despierto y veo al doctor.

—Volviste a desmayarte, no te viene bien sentimientos fuertes—dijo observando como empezaba a estar consciente—. He prohibido que lo que queda tarde y noche acudan visita ahora descansa.

Narra Ethan.

El doctor sale y nos explica que no podemos a entrar a verla.

Me enfurece no poder ir a hablar con ella.

—Ethan, si quieres vete a casa —dijo el padre de Kayla.

—Da igual me quedo yo aquí iros vosotros —dije serio.

—Tiene razón mi padre, nosotros debemos estar con ella y tú deberás irte a descansar— dijo el hermano mediano de Kayla.

—George, entiendo que queráis quedaros, pero mañana trabajáis y yo como vuestro empleado me puedo pedir la baja para cuidarla —dije en tono convencido.

—Bueno nos quedamos los tres acabó diciendo el padre.

Narra Kayla.

No podía parar de llorar, ahora además de tener esos desmayos repentinos no podía hablar con nadie. No podía seguir dialogando con Ethan. Me había dicho que éramos novios ¿Está loco? No tenía ni idea, pero la duda se cuela en mi cabeza.
Pero también se me cuela otra pregunta:
¿Me hacía sentir cosas tan fuertes para llegar al punto del desmayo?, la verdad ese chico me encantaba pero no iba a permitir enamorarme de él.