Atrévete a quererme.

Epílogo 1.

El beso se fue intensificando y arrastrada por él, acabamos en el baño de mujeres.

—Ethan te amo, jamás te dejare de querer.

—Cállate —ordena dando un beso intenso.

Me va quitando los botones de la camisa blanca dejando ver mi sujetador que arranca de mi sin ningún tipo de delicadeza. Me come los pechos deteniéndose un largo tiempo dejándome con ganas de más.
Lo nota, se nota que nos necesitamos. Baja mi pantalón negro e introduce sus dedos en mi, me da besos por el cuello y bajando hasta bajo, sale de mi. Muerde el borde de mi tanga y me mira, yo me ruborizo. Se deshace de mi tanga con la boca y ayuda de sus manos y clava su cabeza dejándome un placer enorme, y gimo fuerte.

—Linda, cállate o nos escucharan —ríe.

Le aparto con mis manos y le levanto hacia mi dejándole un beso en los labios. Le rodeo con mis piernas desnudas y le voy desnudando. Toco sus abdominales bien marcados, luego le doy besos y hago lo mismo que él me hizo a mi. Introduce su parte de abajo en mi boca y este me agarra el cabello y con un gesto hábil me da la vuelta y me sube, dándome una cachetada en el culo y arrastrarme hasta los lavabos, donde apoyo mis brazos y mi abdomen dejando mis piernas rectas y mis pies tocando el suelo. De un movimiento brusco, se introduce en mi y enreda mi pelo en sus manos tirando de mi y dándome más fuerte, alguna que otra vez por mis gritos me daba una palmada en el culo haciendo que mi cuerpo se fuera hacia él dejando un instante de placer.

Cuando acabamos él salió primero y yo salí después. Me encontré con mis dos hermanos a la salida. George estaba con su prometida y Seth con su mujer. Mi padre ya se había ido estaría contento que no se jodiera del todo sus riquezas pero se noto que le jodía que hubiera pasado por todo eso, al final y al cabo soy su hija.

—Vamos hermana, ahora toca ser feliz —dice Seth.

1 año después.

—George tranquilo, es tu boda el día más feliz de tu vida según muchos —digo riendo.

—Hermanita no se si estoy preparado.

—No lo pienses más, y vamos que al final llegaras más tarde que la novia y es el hombre quien espera —digo colocándole la corbata.

La boda pasaba sin ningún imprevisto. Estaba feliz. Mi hermano se había casado, mi padre estaba pagando con nuestra indiferencia y Seth había vuelto a estar junto a nosotros con su familia.

Y las cosas entre Ethan y yo. Bueno, él es el jefe de la empresa de su padre que cambio totalmente. Se mudo conmigo a mi ático, no quería ir a su piso me recordaba mucho al momento que pase el mayor dolor de mi vida.

Era la hora de tirar el ramo yo me puse aunque no me hacía especial ilusión. El ramo de rosas blancas callo en mis manos.

—Ya sabemos quien sera la próxima en casarse —dijo Seth entre risas.

Ethan se agacho y saco una caja negra la abrió.

—Mi amor, linda, eres lo mejor que me ha podido pasar en la vida. Te amo. Me atreví a quererte como nunca he querido a nadie y quiero que siempre estés conmigo y que ni la muerte nos separe.

—Ethan, gracias por ser el amor de mi vida, enseñarme a querer, enseñarme lo que es luchar, vencer a los miedos y al dolor. Gracias por ser la luz de mi infierno, por enseñarme lo que es entregar el alma, por hacerme el amor como si solo fuera sexo pero sabemos que estamos dándonos amor. No podría poner un final a nuestra historia nunca. Gracias por atreverte a quererme. Porque tú me dijiste atrévete a quererme y nos atrevimos a amarnos los dos.

CONTINUARA...