Capítulo 2. Parte 2

258 16 0
                                    

Narra Kayla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra Kayla.

La luna de miel se acabo antes de lo que teníamos previsto. Nos requerían en ambas empresas. Todo estaba llendo mal.

La empresa de Ethan había sufrido muchas bajas de empleados. Mientras mi empresa familiar, los donativos a la causa de mejora de red, no llegaban de nuestros proveedores.

Decidimos volver después de dos semanas de pasión y amor por continuas llamadas que no conseguíamos evadir. Amargamente hicimos las maletas y maldecimos no haber poder al final viajar a visitar París, ni Venecia, ni España. Aunque los españoles no me caían especialmente bien por los ruidosos que son, pero escritores, había muy buena calidad, y mis traductores no cambiaban mucho la versión original.

La vuelta a casa, me sento como un vaso de agua fría echado a traición para despertarte de un sueño profundo. No me dio tiempo ni a instalarme, cuando mi hermano George me llamó. Nuestro padre había enfermado y Yarely se había puesto de parto. Como diría un Español un 2X1. El chófer nos llevó a toda prisa al hospital.

Mis dos hermanos me esperaban en la sala de recepción de urgencias. El hijo de mi hermano mayor correteaban preocupado observando todo al detalle. Por un momento me pare a pesar que quería uno. Pero por el momento me iba a bastar con mi sobrino. No se porque pero estos dos solo me daban sobrinos.

Seth y Rose su mujer, intentaba frenar al pequeño que parecía que no quería parar de descubrir ese nuevo entorno.

-Cariño es mejor que te lleves al niño y os quedeis en casa, con cualquier cosa os informo -le da un ligero beso.

Rose agarra de la mano a su hijo y los dos desaparecen por el pasillo. El silencio reina entre los cuatro.

-George, ¿no deberías estar con Yarely? -pregunto para romper el silencio.

-Esta con los médicos, no me han dejado pasar. Me han dicho que me avisarían cuando fuera a partos -dice algo nervioso.

-¿Y papá? -pregunto confundida por la seriedad de ambos.

-Le ha dado un infarto, no sabemos si saldrá de esta -dice Seth.

Mis ojos se llenan de algunas lágrimas que consigo contener, si fue un cabrón pero era mi padre y no le deseaba la muerte. Lo pase tan mal con lo de mamá que perder a mi padre con tan pocos años, dolía. Ethan lo noto porque le apreté levemente la mano.

-Linda, ya esta, se pondrá bien ya veras -dice dándome un ligero abrazo.

-Va a morir, es cuestión de horas o minutos. A sido fulminante -dice aun más serio -. Debemos ir despidiéndonos. Seth y yo ya lo hicimos.

Mis lágrimas se resvalaron por las mejillas, y abrace con todas mis fuerzas a mi marido. Que me abrazo también fuerte. Después de unos segundos, rompimos el acercamiento y nos dirigimos al box donde se encontraba.

Me parti a pedazos. Mi padre estaba monitorizado con miles de cables. Y aguante la compostura para no caerme en pedazos.

Richard era malo, pero no merecía morir en ese estado. Le di un beso en la mano, no me salian las palabras. Ethan me volvió a abrazar.

Mis hermanos entraron a la vez, los tres nos abrazamos viendo a mi padre. Las máquinas pitaron y los médicos entraron corriendo. Nos echaron al pasillo. A los largos minutos uno de los médicos salió.

-Lo siento muchísimo. Ha muerto.

Me caí al suelo a llorar. Ethan me intentaba levantar. El médico hablaba con mis hermanos, las enfermeras le quitaban los aparatos. Y otro médico se llevo a George. Los minutos pasaron espesos, amargos y largos. El ruido de fondo dejó de sonar, solo escuchaba a mi dolor. Y caí rendida.

A lo que parece un eterno y largo tiempo despierto en una camilla de hospital, Ethan me sujeta la mano y no para de mirarme con los ojos rojos.

-Hola linda, por fin despiertas mi vida.

-¿Qué ha pasado? -pregunto confundida.

De pronto todos los recuerdos me agolpean y me invade el dolor, mi pulso se acelera por lo que la maquina se pone en rojo.

-Amor, ya esta relajate. Todo a pasado. Ya esta enterrado y ha nacido tu sobrino.

-¿Cuanto tiempo llevo así? -consigo tranquilízarme un mínimo.

-Cinco días, casí entras en coma. Estabas en un trance. No sabíamos si ibas a despertar. Tus hermanos han venido todos los días y se despidieron de tu padre por ti. Fue algo sencillo y intimo.

La felicidad es efímera, y así perdía a otra persona más en mi vida. No había un punto donde todo saldría bien.


 No había un punto donde todo saldría bien

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nota de autora:

No todo es felicidad.

Perdón por las faltas de ortografía pronto pasare y corregiré toda la historia hasta ahora.

No olvideis dejar vuestra opinión.

Gracias.🥰


Atrévete a quererme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora