Atrévete a quererme.

Capítulo 22. Parte 1

Narra Kayla.

—Hola, hijo —dijo con una gran sonrisa.

¿Qué estaba pasando?, ¿Por qué el padre de Ethan había preparado este número? Y lo más importante ¿Por qué yo estaba metida en este lío familiar?.
Miles de preguntas se pasaban por mi cabeza y no encajaba ninguna. Solo me limite a llorar. En ese silencio aquel hombre prosiguió.

—Muy bien, hijo mio te preguntaras por qué también te he secuestrado a ti. Es nada menos que un merecido castigo por no cumplir con lo que te mande. Si me hubieras hecho caso esto no tendría que estar pasando.

—Te dije que lo tenía bajo control —dijo Ethan muy serio.

—Seguidamente, Kayla se que te haces muchas preguntas y estas asustada, pero te iré respondiendo a cada pregunta —dijo haciendo caso omiso a su hijo.

—Déjala en paz papá.

—Kayla, dulce Kayla, estás aquí porque el estúpido de mi hijo no supo sacarte información, y como se que por las buenas no me lo vas a dar necesito torturarte hasta que me lo digas —dijo acercándose a la chica y limpia una de las lágrimas que caía por su mejilla.

No puede ser, mis ganas de llorar aumentaban, formándose un nudo en mi garganta. ¿Qué quería decir sobre Ethan?, ¿Qué información quiere saber?.

—No vas a salir libre, hasta que me digas las claves de acceso a la empresa de tú padre, y los nuevos proyectos que tiene en mente —dijo alejándose de mí—.Desatar a mi hijo y llevarla a la casa.

No iba a ser libre jamás, odiaba a Richard, mi padre pero no le iba a decir a este señor lo que pedía, era el futuro de mi familia, el de mi empresa, mi futuro, la memoria de mi madre. Todo estaba ahí y aunque me quería vengar por lo que nos hizo mi padre esa no era la manera.

—Papá, déjame llevarla a mí—dijo mientras se incorporaba.

—Más vale que no hagas tonterías hijo —dijo saliendo de allí.

En ese momento empecé a encajar algunas piezas del puzzle, soy lista y observadora, tengo muy buena memoria y eso hizo que en cuestión de segundos respondiera a una de las preguntas que se me pasaron por la cabeza. Ethan desde el primer momento se acerco tan descaradamente a mi para enamorarme y decirle todo sobre la empresa a su padre, al entrar en ella tendría más acceso. Pero él también se enamoro me quiso alejar y no le hice caso. Pero eso no es excusa es un mentiroso.

—Cabrón —dije gritando mirando a Ethan.

Este sin hacer caso me desato de la silla mientras dos de los hombres me agarraban para que no escapase. Al final me volvió a atar y me empezó a arrastrar hasta una casa donde pude ver que había un pequeño salón al lado de una cocina, que daban a un pasillo donde había 4 habitaciones y al fondo un baño. Era simple y anticuada. Me fije en las ventanas y todas tenían barrotes por lo cual por ahí no había escapatoria, y las puertas tenían un buen seguro y estaban hechas de un buen material que no hacía nada a juego con lo anticuada que era aquella casa.

Ethan entro conmigo en la habitación, escuche a los hombres cerrar la puerta detrás de si. Ethan me sentó en la cama y se puso al lado y me desato. En aquella habitación había un pequeño cuarto de baño con un lavabo y para hacer las necesidades. Este secuestro estaba bien planeado.

—Kayla ... yo... lo siento... —se limito a decir Ethan.

No le hable hasta que subió su cabeza en busca de mi mirada pero yo estaba observando si había alguna manera de salir de allí. Ethan arrastro mi cara para quedarnos fijamente mirándonos y luego me beso. Le di una torta en la cara y él al captar mi atención hablo.

—Yo no quería que pasara esto, yo te quiero. Te juro que no le dije nada a mi padre. Porque me enamoré de ti desde que te bese, desde que te vi tan inocente y pura, no puedo estar sin ti. Pero si traiciono a mi padre me exiliara. Nuestro amor solo puede quedarse en atrevernos a querer. Vamos a salir mal si lo seguimos intentando. Y aunque te coja te saque de aquí, nos vayamos lejos me encontrarían y hasta me matarían. No espero que lo entiendas y entiendo que me odies pero te amo Kayla y siempre lo haré aunque es obvio que ya lo hayamos dejado.

Yo también le amo, pero la furia, el orgullo, el dolor, el miedo me consume y no puedo decir nada, solo reprocharle por todo el dolor que me esta haciendo sentir, aunque directamente él no tenga la culpa.

—Jamás te perdonaré Ethan, yo te elegí por encima de mi padre y tú no te atreves a quererme y empezar a ser felices juntos —dije llorando— Ahora vete no quiero verte más.

—Kayla, te va a torturar y tienes que ser fuerte me oyes, no te dejes vencer. Y recuerda yo jamás te traicione o te traicionaría. Es correcto que empecé a conocerte con esas intenciones pero te quiero de verdad —me da un beso en la mejilla y se fue.