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La promesa del peligris se había cumplido, a lo largo de las semanas Lev logró que Hoshi entrara en confianza, la chica conocía el nombre de cada uno de sus compañeros, sabía cómo interactuar con ellos y se había abierto a que ellos la conocieran. El equipo descubrió que detrás de esa tímida chica que no podía hablarles o mirarlos a la cara en un principio, había una agradable muchacha que se preocupaba por su bienestar, les ayudaba en lo que pudiera, les sonreía y les tenía mucha paciencia, del mismo modo, aprendieron que no era buena idea hacerla enojar, pues la Hoshi alegre y divertida se convertía en una Hoshi sería y un poco cortante. Ellos sabían lo mucho que se esforzaba ella en aprender todo sobre voleibol y en ser una buena mánager, aunque no fuera oficial, y Hoshi sabía que ellos la ayudarían a entender cada uno de los conceptos y jugadas que necesitara conocer, al menos en teoría, pues nunca habían intentado ponerlos en práctica.

Había pasado tan solo un mes desde que la chica se unió al equipo, para Watanabe-san era sorprendente que en tan poco tiempo Fukushima hubiese avanzado tanto con el equipo de voleibol. El entrenador Nekomata no estaba tan sorprendido de ello, pues sabía que al pasar tantas horas juntos y conociendo a su equipo, las interacciones entre la mánager y el equipo los llevarían a una rápida amistad. De cualquier manera, era viernes y la mánager no oficial del equipo de voleibol se encontraba en la oficina de Watanabe, contándole lo que había hecho en la semana.

— ¿Recuerda que hace unas semanas hubo un fin de semana de entrenamiento? Fue todo el fin de semana, jugaron contra varios equipos, o al menos eso me contó Lev, porque bueno esa ocasión no pude ir, fuimos a Miyagi a visitar a una tía. Como sea, el punto es que el miércoles vino uno de los equipos que estuvieron en ese entrenamiento, eran de la academia Fukurodani. Kuroo-san estaba muy emocionado por presentarme ante ellos, porque no los pude conocer en aquel fin de semana, aunque, de todos modos, el miércoles que fue el partido de práctica no me pude quedar — continuó Hoshi — sinceramente me sentí aliviada, porque estaba aterrada de conocer a ese equipo, bueno, en realidad si los conocí o algo así, ellos llegaron cuando tenía que irme. Un sujeto muy alto entro diciendo Hey, Hey, Hey, vamos a derrotarlos, fue bastante extraño para mi — la chica se quedó callada un momento — Ahora que recuerdo, sobre el campamento de verano, Kuroo-san dijo que estarían los de Fukurodani.

— Hablando del campamento de verano ¿Cómo te sientes con eso? — preguntó Watanabe-san

— Asustada — respondió velozmente — Al contrario de Lev-san que esta taaaan emocionado y no para de hablar de ello, cada que menciona el campamento, siento como me sudan las manos y creo, de verdad creo que moriré al ver a tanta gente deportiva y animada.

— Fukushima-san, no creo que mueras en el campamento de verano — expresó Watanabe intentando calmar a la chica — al contrario, creo que te divertirás mucho — el profesor sonrió.

— Tal vez — contestó la chica no muy convencida — de cualquier manera, mañana es el primer día y no es como que pueda escapar de ello —mintió, pues la chica había olvidado decirle a sus padres — Lev amenazó con ir por mí a mi casa, aunque dudo mucho que sepa donde vivo, y prefiero que no lo sepa — Esto era cierto, pues le había prometido al chico que al menos se iría a despedir de ellos por la mañana, cuando partiera el autobús hacia Shinzen. Watanabe se sentía realizado, al parecer Hoshi y Lev habían hecho una muy buena amistad, aunque a la chica le costara admitirlo.

Al terminar su reunión semanal, la chica se dirigió al gimnasio, cuando llegó, vio a los chicos saliendo de este. Le pareció extraño que salieran tan temprano de entrenar. Kuroo se percató de la presencia de la chica y la saludó.

— Fuku-chan — sonrió el capitán — ¿Por qué tardaste tanto?

— Eh, la conversación con Watanabe-san se prolongó — contestó — ¿Por qué están saliendo? ¿Ya terminó el entrenamiento?

La estrella que miraba a la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora