La estrella que miraba a la luna

7

Era el tercer día del campamento, Fukushima se encontraba en la cocina buscando algo que comer, había almorzado poco esa mañana, pues aún se encontraba algo molesta con Kuroo y con el resto de los chicos, así que los evitó durante el almuerzo. Consiguió un par de manzanas, las lavó y se las llevó, tenía que volver al gimnasio, aunque no tenía muchas ganas de hacerlo, además estaba segura que entre ellos mismos eran completamente capaces de arreglárselas para tomar sus toallas y sus botellas de agua, en realidad no la necesitaban a ella, tener un mánager solo era un capricho, o eso le parecía a la castaña. De igual manera caminó hacia el gimnasio, pues no tenía lugar a donde ir, mientras se acercaba escuchó unos gritos a los cuales ya se había acostumbrado, posiblemente eran los de Karasuno subiendo la colina una vez más. Hoshi se preguntó si realmente mejorarían esos chicos en ese tiempo del campamento, su curiosidad la hizo pasar de largo de la entrada frontal del gimnasio y caminar hasta la colina, donde vio al grupo de chicos corriendo. Hasta arriba de la colina se encontraban Kiyoko y la chica rubia, aún no sabía su nombre, pues en ningún momento mientras ella estaba presente había sido mencionado. Le dio un mordisco a la segunda manzana y caminó hacia la entrada lateral del gimnasio, de pronto escuchó como alguien gritaba ¡La botella!.

En la cima de la colina estaban Shimizu y Yachi, esperando a que los chicos terminaran el castigo y así poder entregarles las botellas de agua. Yachi se distrajo, cuando al mirar hacia abajo observó a Hoshi, se veía algo cansada y sin muchos ánimos de entrar al gimnasio. La vio comer una manzana, posiblemente le había dado hambre, pues la rubia notó que a la hora del desayuno la castaña no había comido bien. Se preguntó si aquella chica se encontraba bien, o si algo malo le estaba sucediendo; de pronto sintió como algo tocaba su hombro y la rubia se asustó, pegó un brincó y soltó la botella que tenía en las manos, Yachi y Tsukishima, el cual había asustado a la mánager menor, intentaron agarrarla, pero esta salió volando en dirección colina abajo. Ambos voltearon y Yachi gritó.

— ¡La botella! — Hoshi volteo y observó una botella amarilla salir volando hacia su dirección, sostuvo la manzana con la boca y brincó para alcanzarla. La chica rubia bajo con cuidado y se paró frente a Hoshi — Gra-gracias, emmm — claramente aquella chica no sabía su nombre.

— Fukushima Hoshi — respondió — no hay de qué — respondió mientras le entregaba la botella. La chica rubia se ruborizó por la vergüenza de no saber su nombre, ante esto Hoshi soltó una risa corta.

— No nos han presentado — continuó la rubia algo nerviosa — Me llamo Yachi Hitoka — Hoshi no supo que responder ante la presentación de Yachi, pues le parecía tonto volver a decir su nombre. Al no recibir respuesta, Yachi volvió a hablar — eh, ¿te sientes bien?

— ¿Ah? — exclamó confundida mientras se preguntaba si acaso se veía mal.

— Es que, este, has estado ausente durante un buen rato — continuó.

— Estoy bien — respondió — solo estoy un poco molesta con mis amigos y los amigos de mis amigos.

— Oh, ya veo — se detuvo pensativa —ahora que recuerdo, escuche hace un rato a Lev diciendo que estaba algo desanimado porque te habían molestado ayer.

— Si, bueno, a veces agotan mi paciencia — Hoshi se quedó pensativa un momento mirando la botella en la mano de la chica — ¿no tienes que entregar esa botella?

— ¡Ah, es cierto! — Yachi se dio la vuelta y subió la colina apresuradamente. Hoshi soltó una risa al ver como aquella chica apresuraba el paso y parecía que moriría a cada paso que daba.

La mánager de Nekoma giró en dirección a la puerta, soltó un suspiro, aun no estaba preparada para volver con su equipo. Se sentó al pie de la colina y siguió comiendo su manzana; al cabo de unos minutos escuchó pasos detrás de ella, eran los de Karasuno bajando la colina. Los muchachos pasaron de largo y entraron nuevamente al gimnasio, en seguida bajaron Kiyoko y Hitoka, ambas chicas se detuvieron junto a Hoshi.