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Era el último día del campamento de verano, todos estaban agotados, tanto mánagers, como jugadores. Se encontraban todos en el gimnasio, Hoshi repartía las botellas de agua a su equipo, los cuales habían terminado un partido contra el Fukurodani, donde perdieron por una diferencia de tres puntos.

— Ah, no le ganamos muchas veces al Fukurodani — exclamó Yaku mientras miraba el tablero de puntos.

— ¡Kuro-senpai! ¡Hice una tabla sencilla de las estadísticas! — exclamó corriendo Shibayama.

— ¡Gracias! — respondió el chico mientras se acercaba al libero de primer año — Shibayama, bien hecho — Hoshi se acercó a ver la tabla de Yuuki y le dio el visto bueno.

— Como pensábamos, el Fukurodani sigue en la cima — su conversación se detuvo al escuchar que había terminado el partido de Ubugawa y Karasuno. Fukushima miró hacia el tablero y le sorprendió el hecho de que la diferencia eran dos puntos, meditó por un momento mientras trataba de recordar los puntajes de los cuervos en los otros partidos que se habían llevado a cabo en la semana, se dio cuenta que poco a poco habían estado alcanzando a sus contrincantes. Miró la tabla que había hecho Shibayama y se fijó en el número de partidos que habían ganado, tan solo habían sido tres.

— Tienen una dignidad extraña mientras hacen su castigo — exclamó Kuroo mirando al grupo de los cuervos.

— Incluyendo los de la vez pasada, son los que más castigos han hecho — completó Kemna que se encontraba junto al capitán — Yo no podría con eso — Hoshi miró atenta a los cuervos que se disponían a hacer planchas.

— ¡El renacuajo del Karasuno se ha vuelto muy bueno con eso! — comentó Yaku sorprendido.

— ¿Renacuajo? — preguntó Lev algo divertido — Yaku-san, no eres mucho más alto que Hinata — su comentario molestó al libero de tercer año y le propició una patada.

— ¡Lev, vete por allá! — regaño Yaku.

— Se lo merecía — comentó Kuroo serio mientras miraba a aquellos dos discutir.

— Le dije que estaba prohibido meterse con la estatura de Yaku-san — completó Yamamoto — Idiota — Fukushima miró la situación divertida, pues a veces le parecía gracioso el cómo su amigo se metía en problemas por hablar sin pensar.

Hoshi volvió su atención hacia los cuervos, intentando cumplir con aquel reto que le había dado el entrenador Nekomata al inicio del campamento de verano. De pronto observó a Tanaka, Nishinoya, Hinata y Kageyama hacer una especie de danza, aunque este último parecía que intentaba seguir la danza de los otros tres. A Fukushima le pareció gracioso el baile que hacían y al mismo tiempo le pareció tierno ver al armador de primer año intentar seguirlos. Kuroo notó la sonrisa de la chica al mirar hacia los cuervos y levantó una ceja un tanto extrañado.

El partido del Karasuno contra el Fukurodani empezó con el servicio de Azumane, el cual fue recibido por el equipo contrario y colocado para un remate por parte de Bokuto, el cual fue bloqueado por Tsukishima, sin embargo, salió de la cancha dándole un punto al Fukurodani. El partido continuó dándole otro punto al Fukurodani e iniciando la siguiente ronda de pases con el servicio de los búhos, siendo este recibido por Nishinoya, luego colocado por Kageyama y rematado por Tsukishima. El remate fue recibido por el equipo contrario, el cual nuevamente colocó para Bokuto, quien al momento de rematar realizó un corte para evitar el muro de tres que se levantó frente a él. Bokuto gritó con emoción al dar ese remate tan bueno, luego prosiguió a preguntarle a su armador si había ese corte tan genial, el cual le alagó diciéndole que fue increíble.

Iban 6 a 9, a favor de Fukurodani, Kageyama recibió el balón y colocó para Hinata, quien parecía prepararse para dar un remate, sin embargo, a último momento realizó una finta que le permitió esquivar a los bloqueadores del Fukurodani. Todos los que vieron aquella jugada se sorprendieron por el hecho de que el pequeño bloqueador de los cuervos realizara aquella finta.

La estrella que miraba a la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora