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Durante el tercer día del campamento de entrenamiento, Hinata había estado excesivamente concentrado y entusiasmado por atrapar balones. Fukushima creía entender por qué lo hacía, pero aun así le parecía un poco exagerada la actitud con la que lo hacía, pues parecía que fuera el único jugador en la cancha. Sorprendentemente, el pelinaranja había logrado atrapar uno de los remates de Hyakuzawa y los otros recoge balones lo felicitaron, pero segundos más tarde otro balón golpeó la entrepierna del pequeño cuervo y este cayó al suelo debido al dolor. El entrenador Washijo lo regañó por no mantener los ojos en el balón y Hinata solo pudo contestar con un "¡sí, señor!", mientras trataba de contener las lágrimas debido al dolor.

La práctica de remates continuó y mientras esta avanzaba, el pequeño bloqueador de Karasuno se movía con más fluides al momento de atrapar los balones, era evidente que el chico ya no se movía por puro instinto, sino que ahora pensaba en la dirección de los balones y trataba de adivinar o imaginar donde estos caerían. Era el más animado de los tres recoge balones que se encontraban en la cancha, de vez en cuando se le escapaban algunos balones, pero poco a poco eran menos. Hoshi lo miraba desde su lugar, pues ella no estaba atrapando balones, le habían pedido que estuviera al pendiente de las toallas y las botellas de los jugadores, es decir, entregarlas y rellenarlas cuando estuvieran vacías.

Cuando terminó la práctica de remates dieron un pequeño descanso a los jugadores, Hoshi entregó las botellas de agua cuidando de no cruzar palabra con aquellos chicos, cuando terminó caminó hacia Hinata dejando salir un suspiro y cuando estuvo cerca, vio como Kindaichi se acercaba al pelinaranja e iniciaba una conversación.

— ¿Por qué eres así? — cuestionó.

— ¿Así cómo? — preguntó confundido.

— Como super entusiasmado y energético.

— ¡Porque decidí que voy a derrotar a Kageyama! — exclamó con determinación — pero el ahora mismo está en "Japan" — murmuró frustrado y Hoshi rió ante su expresión.

— ¿Kageyama es el pináculo de tus ojos? — cuestionó el cabeza de nabo — por supuesto que él es bueno, pero sabes — hizo una pausa — si está en el campamento juvenil, ¿no piensas que es posible que esté siendo destrozado ahora mismo? — sonrió.

— ¿Tu crees? — preguntó con ilusión.

— ¡Por supuesto! — afirmó Kindaichi. Fukushima se quedó pensativa un momento preguntándose si su amigo estaba siendo destrozado en aquel campamento.

— ¿Tú qué opinas Fukushima-san? — preguntó Hinata con alegría.

— No lo sé – murmuró — me cuesta imaginarlo, aunque por otro lado no ha contestado mis mensajes — sacó el teléfono de sus bolsillos.

— ¡Debe ser una señal de que lo está pasando mal! — Hinata estaba disfrutando de su imagen mental de Kageyama siendo destruido en el campamento juvenil.

— O la está pasando de maravilla — refutó la chica con una sonrisa — probablemente está muy ocupado y entusiasmado en ese campamento.

— Fukushima-san, no me hagas borrar la imagen de Kageyama deprimido de mi mente — se quejó moviendo las manos frente a su rostro haciendo que la chica riera.

— Ejem — carraspeó Kindaichi, pues se estaba sintiendo fuera de la conversación.

— Ah, por cierto — exclamó Hinata mirando a aquel chico — Fukushima-san, él es Kindaichi Yutaro, es de la preparatoria Aoba Johsai, ahí es donde está el gran rey — explicó para la castaña, luego señaló a Hoshi — ella es Fukushima Hoshi, es la mánager del equipo masculino de voleibol de Nekoma, ellos tienen jugadores geniales, como Inuoka y Kuroo, también tienen un líbero grandioso — el muchacho se estaba emocionando al hablar sobre el equipo de los gatos.

La estrella que miraba a la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora