«Hoseok, convéncelo, por favor». Es lo que ha suplicado Jimin apenas ha salido de la habitación de Yoongi.
Ha sido, de por sí, la semana más extensa de toda sus vidas. Y ahora, con un diagnóstico certero, Jimin, Jungkook y Hoseok luchan contra la terquedad de Min Yoongi acerca de cómo proceder con lo que está sucediendo.
Yoongi abandonó la unidad de cuidados intensivos apenas hace unas horas, y como las visitas son más sencillas y todo el día dentro de las habitaciones comunes, Jimin ha sido el primero en ingresar a verlo después de todo este tiempo en que sólo ha ingresado Hoseok por petición del mismo Yoongi.
Las opciones son escasas. Yoongi debe someterse a un tratamiento de quimioterapia inmediato si pretende sobrevivir al menos para los próximos dos años sin una nueva cirugía, y el dilema está en que la espera mediante el sistema de salud pública tiende a extenderse por al menos un año. Y Yoongi no puede esperar más. Hoseok no soportaría volver a caer en lo mismo en tan poco tiempo. La única segunda opción es sencilla, pero Yoongi es terco y duro con cualquiera que se lo mencione.
Se asoma con cautela, siendo recibido de inmediato por un par de ojos felinos y una sonrisa enorme de dientes pequeños, como cada día, sólo que ahora también es posible ver la suya. Hoseok cierra la puerta detrás de él y se acerca a Yoongi para abrazarse a su pecho con cuidado, el tiempo de mantener la distancia ha terminado.
—Siento que ha pasado un año —murmura Hoseok desde su escondite.
—Una eternidad querrás decir —dice Yoongi, acariciando su espalda con lentitud—. Al menos ahora puedo hablar normal.
—Ya no eres Flash.
—Pero sigo siendo tu novio, ¿te sirve?
—Tal vez. —Levanta la cabeza para mirar a Yoongi. La distancia es tan escasa y la siente como si fuese la primera vez, incluso se le abrigan las mejillas—. ¿Ya te puedo besar?
—Sí. Se lo pregunté a la enfermera en la mañana.
—¿Le has preguntado si podías besar personas?
—Le he preguntado si ya puedo besar a mi novio, en realidad. Y ha dicho que sí después de mirarme raro.
—Yo también te hubiese mirado raro —comenta Hoseok entre risitas.
—¿Me vas a besar o no? Recuerda que no puedo estresarme, y no besarte me estresa mucho.
Hoseok vuelve a reír, evitando la carcajada estruendosa, pero riendo con más ánimo que veces anteriores. Hoy Yoongi parece más animado y es suficiente. En realidad, ha sido suficiente. Sus labios vuelven a encontrarse y las cosquillas en el estómago regresan. Hoseok es delicado y suave, incluso si Yoongi se aferra al cabello de su nuca con la intención de apegarlo un poco más, el choque de sus lenguas los hace gemir de gusto contra la boca del otro. Las sonrisas son de satisfacción cuando se alejan para respirar.
—Sin duda, lo más rico que he probado en días —menciona Yoongi—. La comida aquí sabe a mierda.
—Extraño tu comida.
—Yo también extraño mi comida. —Yoongi lanza un suspiro y acaricia la nuca de Hoseok con suavidad—. Y extraño mi postre favorito. Ese no podré probarlo en varias semanas.
—¿Se lo has preguntado a la enfermera también?
—No. —Yoongi arruga el entrecejo con fingido disgusto—. Se lo pregunté al médico ayer.
—Eres un caso serio, Min Yoongi.
—Pero así me quieres, ¿verdad? —Sonríe con inocencia.
—Te amo, te amo —murmura Hoseok, tomando a Yoongi suavemente por las mejillas para dejar un par de besos pequeños sobre sus labios—. ¿De cuántas semanas estamos hablando?
Yoongi ahoga una carcajada y deja ver sus dientes pequeños, abrigándole el pecho.
—Dos, tal vez tres. Es por cuidarme de hacer un mal movimiento. Creo que por eso me van a dejar aquí todo ese tiempo. No sé cómo voy a pagar, pero de eso ya me encargo luego.
—No es mucho —comenta Hoseok a todo lo que ha dicho.
Al parecer, Yoongi ha captado la idea central que le da la gana y arruga el entrecejo entonces para decir:
—¿Qué no es mucho? —Hoseok desvía la mirada—. Jung Hoseok.
—No iba a quedarme viendo como te echas más deudas encima por algo que no está en tus manos. Es todo. —Vuelve a enfocarse en la felina, y molesta, mirada de su novio—. Y ya está cancelado, así que no puedes hacer nada al respecto.
—No puedes hacer esas cosas sin decírmelo.
—Ibas a estresarte.
—Pues ahora también me estoy estresando.
—¿De verdad vamos a discutir por esto? —Hoseok se levanta y se sienta sobre la camilla a un lado de las piernas de Yoongi—. Yo haría lo que sea con tal de ayudarte y que estés bien. Y sé que te incomoda que me tome este tipo de atribuciones y que gaste dinero en ti, pero esto es un asunto delicado... No me perdonaría si algo peor te sucede.
—¿Estás diciendo lo que creo que estás diciendo? —Yoongi vuelve a arrugar el entrecejo el doble.
—Lo siento, mi amor. Pero no lo siento.
Hoseok ni siquiera ha tenido que tomar en cuenta el ruego de Jimin con respecto al asunto de la quimioterapia, pues se ha dado el permiso de firmar para pagar la hospitalización y el tratamiento inmediato de Yoongi sin siquiera decirle una palabra a nadie. No está dispuesto a perderlo. No por su terquedad. Prefiere que se moleste a que muera.
Hay un silencio extenso. La respiración de Yoongi se escucha algo alterada un par de minutos y él no se atreve a mirarlo durante ese tiempo. Sus manos están entrelazadas, pero es casi una caricia efímera.
—Está bien —inicia Yoongi de repente, Hoseok de inmediato gira a verlo—. Voy a aceptarlo, pero si salgo vivo de esto... Voy a pagarte cada cero que haya salido de tu cuenta, Jung Hoseok. No aceptaré un «no» como respuesta, ¿me entendiste?
La sonrisa que se dibuja en el rostro de Hoseok es una mezcla de alivio y alegría incontenible. Vuelve a acercarse a la boca de Yoongi para tomarla con la suya y es bien recibido.
—Vas a estar bien. Te lo prometo —murmura.
Yoongi solamente vuelve a besarlo.
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Dulces de humo ✎ 2025: EN FÍSICO.
Fanfiction2025 : EN FÍSICO. ✎ : ❝ Jung Hoseok es un trabajador social dedicado a los niños que sufrieron la misma suerte que él: el abandono y la desesperanza. Su pasado es un lienzo roto y mal pintado desde donde una mínima pieza deja de encajar para desmor...