2025 : EN FÍSICO.
✎ : ❝ Jung Hoseok es un trabajador social dedicado a los niños que sufrieron la misma suerte que él: el abandono y la desesperanza. Su pasado es un lienzo roto y mal pintado desde donde una mínima pieza deja de encajar para desmor...
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—¿Así que todo sucedió por eso? —pregunta Jimin con expresiva sorpresa.
—Pues sí. —Hoseok acomoda la espalda en la silla de la sala de espera en la que lleva varias horas sentado y cierra los ojos—. Fue terminar esa discusión y... Yoongi se desmayó. Creí que lo había perdido, no reaccionaba con nada.
—Algo me había contado de ese tal... ¿Namjeong?
—Namjoon.
—Ese, sí. Algo supe cuando estuvieron saliendo, porque conoció a Jungkook de casualidad y bueno. —Jimin se encoge de hombros con culpabilidad a pesar de que Hoseok no lo está mirando—. Ya sabes cómo es.
—Eh, que estoy aquí —alega Jungkook, quien se encuentra sentado a costado izquierdo de Jimin, mirando su celular cada dos minutos, esperando su turno para entrar a ver a Yoongi.
—Sí, Jungkookie, todos sabemos cómo eres —menciona Jimin con una sonrisa burlona—. Pero parece que te quitaron la corona de los tóxicos.
Hoseok se ríe con amargura, aunque sí le ha hecho gracia en cierta manera. Sus ojos vuelven a abrirse y se percata de que estaba por caer dormido. Lleva dos días en esta sala de espera, a base de café, bebidas energéticas y sándwiches de máquina.
—Hoseok, creo que deberías ir a descansar hoy —le dice Jimin, después de escuchar su enorme bostezo.
—No, tranquilo, estoy bien.
—No sirve de nada que estés aquí sentado —interviene Jungkook con su característica voz endurecida, inclinándose para mirarlo—. Sólo podrás verlo hasta mañana, y si estás así de cansado tampoco es que seas de mucha ayuda.
—No quiero dejarlo solo.
—No está solo —sentencia—. Nosotros también estamos aquí. Creo que él estaría de acuerdo con que vayas a descansar al menos por hoy. Ya mañana puedes pasar a verlo después del trabajo o algo así.
Jungkook se lleva un dedo a los dientes un par de segundos y después vuelve a acomodarse en el respaldo de su asiento. Jimin y Hoseok se miran un par de segundos con las cejas alzadas, pues Jungkook no es que hable demasiado y mucho menos le dirige una palabra directa a Hoseok a no ser un saludo o una despedida. Ahora ha sonado hasta preocupado. Aunque igual se comprende por los nervios de que en unos minutos entrará a ver a Yoongi.
—Jungkook tiene razón —le anima Jimin—. Ve a casa. Date una ducha, come algo sano, toma profundos respiros y descansa. Mañana debes ir al trabajo, pero aquí estaremos nosotros esperándote para que pases a visitarlo por la tarde. Yo puedo esperar unos días más.
Luego de varios minutos de reflexión silenciosa, Hoseok acepta ponerse de pie y marcharse antes de arrepentirse. Teme tanto no estar allí si es que a Yoongi le sucede algo. No sabe qué pasará mañana, ni siquiera hasta hoy dentro de los próximos cinco minutos. Si bien el diagnóstico no sonaba desalentador para él, un simple mal movimiento de su cabeza o un descuido pueden ser fatales si los cuidados son mal ejecutados. La vida de su novio depende de otras personas y eso lo angustia de sobremanera.
