109. Felicidades, es tuyo.

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Chaewon le repite cada día que la vida de casado siempre le ha sentado bien

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Chaewon le repite cada día que la vida de casado siempre le ha sentado bien.

—Naciste para ser esposo, Hoseok —le dijo hace unos meses, cuando apenas cumplían un año desde la boda.

Y la verdad es que Hoseok está de acuerdo. Sin embargo, sabe que no es precisamente la vida de casado la que le sienta bien, sino el tener constantemente el amor de una persona que adora, desea y admira por partes iguales. Su vida junto a Yoongi es más que una vida de casados, es amor mutuo y apoyo. Sonrisas y lágrimas. Sueños nuevos y recuerdos de sueños rotos. Metas y alegría. Es Min Yoongi junto a él.

—Lo más importante de esto, es que somos tú y yo por siempre —le dijo Yoongi esta mañana, antes de despedirse para caminar hasta su trabajo, de la nada y con una sonrisa enorme que le ha contagiado el resto del día.

«Tú y yo por siempre».

Nunca estuvo más seguro de algo en la vida.

—Adelante —dice en voz alta tras un par de golpes en la puerta de su despacho.

Lleva gran parte de la mañana trabajado animado, sonriendo como idiota y sin razón aparente, pensando en Yoongi y su esperada cena que siempre está lista cuando llega a casa. Las conversaciones banales y los besos en sus mejillas para reconfortarlo de un largo día.

—Buen día, director —se anuncia Seokjin.

—Ya son tardes, Jin —corrige de broma, viendo las doce en punto del medio día marcando el reloj.

—Es un punto medio que no puedo definir, así que yo digo días —menciona Seokjin, dejando al mismo tiempo sus papeles al día tal cual siempre—. Los informes del mes, jefe.

—Bien hecho, siempre antes de tiempo. Eres mi trabajador favorito.

—¡Escuché eso! —exclama Namjoon abriendo la puerta sin avisar, con sus carpetas en orden bajo su brazo—. Traidor.

—Es tu jefe, Kim Namjoon, más respeto —regaña Seokjin.

—Es mi hermano —aclara Namjoon, dejando sus carpetas a un lado de los archivos de Seokjin— y le hablo como yo quiero.

—No juegues con fuego, Kim Namjoon —advierte Hoseok, sonriendo con diversión ante su absurda discusión, pero acompañando a ello sin problema—. Creo que soy demasiado blando con ustedes, están comenzando a cruzar la línea y la directora Lee estaría muy decepcionada.

—Es porque andas feliz —afirma Namjoon—. Es como si nada te molestara.

—No quieres que algo me moleste ¿no?

—No, gracias. Te prefiero así. No al ogro. —Hace una reverencia—. Me retiro, director. Nos vemos en el almuerzo.

—Buen día —repite Seokjin con tono burlón, saliendo detrás de Namjoon.









Dulces de humo ✎ 2025: EN FÍSICO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora