Capitulo 8. Dopaje.

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Elon

Viajo entre la consciencia y la inconsciencia todo el día. Aunque me quiero despertar del todo, estoy muy adormilada y cansada. Soñolienta al punto de no poder permanecer mucho tiempo despierta.

Etter me ayuda a tomar el desayuno y el almuerzo con una paciencia que me sorprende. Pero cuando le pido que me ayude a bañarme prácticamente se niega.

Cuando se levanta a atender una llamada de la oficina, comienzo a desvestirme aún acostada. Me suelto el cabello y me quito la camiseta con dificultad pues peleo para lograr salir de ella. Respiro de manera agitada cuando al fin lo logro.

Quito la sábana que cubre mi cuerpo de la cintura para abajo y comienzo a quitarme el pantalón de pijama. Lucho con mis piernas y me canso con facilidad, pero al final me lo quitó con todo y medias. Me levanto; primero sentándome en la cama y luego comenzando a pararme con lentitud.

Voy paso a paso hasta que me apoyo en la pared. Justo ahora estoy más activa que en la mañana.

Avanzo hasta la puerta del baño y cuando voy a abrir escucho una exclamación que casi me hace perder el equilibrio. Por fortuna el mismo imbécil que me asustó se adelanta a tomarme de la cintura para que no acabe en el suelo de nuevo.

—¿Qué coño estás haciendo? —Inquiere molesto.

Pero estoy agotada y no quiero pelear, así que no le respondo.

Me ayuda a ingresar a la tina en ropa interior y la llena con agua tibia para mi cuerpo. Cuando ve que me agito bajo el agua me mira confundido y luego furioso cuando parte del agua le moja el pantalón de chándal y la camiseta gris que trae puesta.

Me río algo adormilada aún, pero canto victoria cuando al fin, la prenda con la que luchaba flota en el agua. Tomo la braga con mi mano y se la aviento a la cara. La prenda está mojada por lo que prácticamente lo abofeteó fuerte con ella.

—¡Pero...! —Está tan molesto que ni siquiera puede terminar de formular lo que iba a decir y sus palabras terminan en una exhalación muy audible.

Me inclino hacia adelante intentando sostenerme con mis brazos.

—Suéltame el broche, por favor. —Le digo refiriéndome al brassiere.

Rumia algo inentendible, pero me suelta la prenda y respiro con libertad.

Me recuesto de nuevo en la tina y lanzo la prenda está vez al suelo, siento como sus ojos caen en mis pezones erguidos que sobresalen de la tina. En este momento ni siquiera me importa mi desnudez porque necesito su ayuda para no ahogarme. Su mano se posa en mi espalda para mantenerme arriba y que no me hunda en la tina.

Creo que me quedo dormida un rato, porque lo siento zarandearme para que despierte. Me termino de lavar y limpio mi cuerpo para luego, con su ayuda, levantarme con cuidado. Sus ojos recorren mi desnudez antes de rodearme con la toalla y lo siento tragar cuando me abrazo a su cuello para que me cargue hasta la cama.

Ya no quiero caminar, quiero dormir otro rato.

Rodeo su cintura con mis piernas y siento una de sus manos en mi trasero y la otra en mi espalda. Hay una molestia entre nuestros cuerpos que antes no estaba allí y una sonrisa soñolienta se posa en mis labios.

Me acuesta en la cama y me obliga a beber otro vaso de leche tibia antes de ayudarme a vestirme y dejarme descansar. Creo oírlo encerrarse en el baño antes de quedarme dormida, pero no me da tiempo a pensarlo lo suficiente.

◇◇◇

Cuando vuelvo a despertar, Etter está dormido en la cama junto a mí y como siempre, está en bóxer. La televisión de la habitación está encendida reproduciendo una película de acción. Sin notarlo me quedo entretenida viéndola hasta que mi estómago comienza a rugir por el hambre.

IMPERIO DE TITANES [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora