IMPERIO DE TITANES [+18]

Capitulo 3. Reings Vs King.

Elon.

Una competencia, en eso se convirtió todo.

Una competencia por ver quién perdía primero

Una competencia, en la que el único ganador resultóser Allen, además de permanecer totalmente sobrio hasta el final.

Etter escogió el ron blanco y la cerveza, Allenescogió la ginebra y el brandy y por último, yo escogí el vodka y el vinotinto. Resulta que un grupo de universitarios de vacaciones, decidieron pedirrondas de cervezas para los hombres y vodka para las mujeres. El resultadofinal ni siquiera yo lo sé realmente, perdí la cuenta en el momento en el queEtter me pareció chistoso y soportable debido a mis altos niveles de alcohol enla sangre.

Ni siquiera llamé a Bishok, pues no creí necesitar suayuda ese día, creí que iba a terminar conmigo y con Allen firmando uncontrato. Al menos así sucedía en mi mente, pero la realidad es que en estemomento me cuesta abrir los ojos e ignorar el intenso dolor de cabeza que meembarga. Paso mi mano por mi frente intentando aliviar la presión, desearíaseguir durmiendo en esta cómoda cama, pero tengo que abrir los ojos y ducharme,tal vez conseguir alguna pastilla que calme este malestar.

No conocía el tequila hasta el día de ayer y por mipuedo volver a olvidarlo, no pienso volver a ingerir esa sustancia del diablo.

Un murmullo junto a mi, me hace fruncir el ceño einmediatamente debo quejarme ante el dolor. Tapo mis ojos con una de mis manospara poder abrirlos sin que la luz del día que entra por la ventana impactedirectamente contra mi rostro, pero salgo corriendo hasta el baño para vaciarel contenido de mi estómago.

Me siento sudada y asquerosa. Me muevo como un zombihasta el espejo y me asusto ante mi reflejo, estoy en ropa interior y mimaquillaje corrido por mi rostro.

Tomo la pasta dental y el cepillo de dientes paraasear mi boca antes de meterme bajo el chorro de la ducha y calmar algo lapalpitación en mi cabeza.

Debo pedir pastillas, desayuno ligero y un jugo defrutas nutritivo que me quite esta horrible resaca.

Cuando termino me siento algo mejor, rodeo mi cuerpocon una de las toallas blancas del hotel y me dirijo a la habitación.

—¡Que mierda! —Grito arrepintiéndome de inmediato antemi propio dolor de cabeza.

Etter se queja en la cama, pero ni siquiera abre losojos y entro en pánico.

La ropa regada en el piso, el despertarme en ropainterior junto a mi peor enemigo que parece estar en las mismas fachas. Ydetallando que al menos estamos en mi habitación de hotel.

Voy corriendo al armario y me pongo ropa interiorlimpia, un pantalón deportivo y una sencilla camiseta blanca. Salgo echa unafuria.

Regreso al baño y tomo el vaso de cristal parallenarlo de agua, no obstante, tomo algunos cubos de hielo del mini bar. Meplanto junto a su cuerpo tendido en mi cama, sumergido en un sueño profundo yvierto el vaso de agua, ahora helada sobre él.

—¡Estás loca! —Salta del colchón y me calmo cuandodescubro que al menos está en bóxer.

—Podría volverme loca, sino me dices ¿Qué carajoshaces en mi habitación?