IMPERIO DE TITANES [+18]

Capitulo 15

Jodido Imbécil

Etter

La hora del almuerzo llega con una lentitud abrumadora,tener a Elon lejos de mí y muy cerca de Rashid me tiene de los nervios.

Le imagen de él abrazando y sujetando su cuerpo mecabrea y ella simplemente se dejó hacer. Sabía que ese maldito estabainteresado en ella, no podía ser de otra manera cuando su convivencia con lasmujeres en público es nula, a excepción de la Víbora rubia.

Cuando vi las joyas en su cuerpo me sentí realmentebien, además de haberle colocado el localizador. Sé que parezco un locoobsesivo por el control y en parte lo soy, pero desde que esos hombresaparecieron, creo que, saber dónde está en todo momento mientras no tenemosseguridad para mantener secreto nuestro matrimonio, es lo mejor.

Me visto con una camisa de color blanco, holgada yapenas abrocho los últimos tres, mostrando mi pecho. Uso un bañador de colornegro, unas sandalias de playa y mis lentes de sol. Mi cabello está suave, secoy algo despeinado, ha vuelto a crecer relativamente y siento como los mechonescaen cubriendo mis orejas.

Cuando salgo a los pasillos comienzo a vagar por lacasa de Assad, observando cada pintura famosa y los jarrones antiguos yvaliosos del lugar. Hasta en la arquitectura del techo puedo notar que estelugar es una joya del tiempo.

Me topo con una sauna, un cuarto de lavado que creo esde las empleadas, una habitación llena de cojines y cortinas que parece larepresentación perfecta de los lugares donde los harems de los jequespermanecen, también hay una sala donde la gente puede fumar y conversar y así,paso a paso, voy descubriendo más cosas hasta que llego a la dichosa ala oestede la casa.

El camino es algo distinto, más alejado del resto dela casa. Hasta casi podría decir que es una casa aparte. Solo posee dos puertasdobles enormes. Ambas son de color caoba, pero una posee arriba una "R" de oro.

Así que opto por abrir la otra puerta. Para mi suerteesta cede y puedo entrar. La habitación posee tonos azules y verde agua,colores que van perfectos en la piel de Elon.

Una puerta lateral se abre y Elon sale de lo queparece ser el baño. Luce un bikini de color verde militar, la parte superiorresalta su busto mientras que la inferior hace lucir a su trasero másprovocativo. La verga se me pone dura con la vista de su cuerpo, con la pielsuave y expuesta de su abdomen firme.

Sus mejillas se tiñen de un color rosado que la hacelucir más pálida cuando nota mi presencia. Mira la bata blanca sobre su cama yse acerca a ella para colocársela y cubrir su cuerpo de mi vista.

—¿Qué haces aquí? —Pregunta mientras recoge un sombreroplayero de color blanco y unos lentes de sol para dejarlos sobre uno de losextremos de la cama, imagino que se los colocará luego.

—Vine a buscarte. —Admito, embelesado, disfrutando delhecho de que aún tiene puestas las joyas en su cuerpo.

—No necesito una niñera, King. —Aclara de nuevo molesta, logrando quevarias arrugas se formen en su nariz.

De repente tenerla sola en la habitación ha disminuidomi mal humor y una sonrisa sardónica se posa en mis labios cuando se me ocurrealgo. Algo que me provoca hacer desde hace días.

—Quieres pasar una tarde tranquila imagino, no deseasque ande molestando o ¿me equivoco?

—No, no te equivocas.