Capitulo 16

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Al estilo Assad

Elon

¡Imbécil! ¡Idiota! ¡Insensible! ¡Arrogante hijo deputa!

Debería este ser mi nuevo mantra con el jodido deEtter King.

¿Cómo se atreve?

Es un... es un... ¡Agg! Ni siquiera tengo palabras paraexpresar lo molesta que estoy.

El sonido de la puerta me saca de mis pensamientos, meacerco a ella, pero cuando toco la manilla escucho su voz y la alejo de manerainmediata, dando varios pasos atrás.

—Elon, abre la puerta, vamos a hablar. —Murmura— No seas infantil.

¿Infantil, yo?

Es él quien no puede admitir que le gusto y que tienecelos de Rashid. Cree que voy a estar disponible para él siempre, soloaceptando su falta de compromiso.

—¡Elon! —Vuelvea llamar, pero no contesto.

El pomo gira de un lado a otro, pero no cede. Al menospase seguro cuando entre a la habitación.

—¡Ah! Maldición Elon, solo quiero hablar contigo.—Cierro los ojos cuando escucho la patada que le da a la puerta—. No puedes huir de mi para siempre,estamos casados ¿Lo recuerdas?

Abro los ojos de nuevo cuando escucho sus pasosalejándose. Suelto un suspiro y me voy al baño para relajarme.

Lleno la tina y una vez el agua está aclimatada mesumerjo. Permanezco algunos segundos bajo el agua solo oyendo el silencio y lacalma antes de volver a salir.

Necesito respirar lejos de King, estar alejada parapoder pensar con claridad.

Cuando salgo del baño, me pongo una bata blanca en micuerpo mojado y uso una toalla para secar mi cabello. La puerta vuelve a sonary me asusto.

¿Qué no se da por vencido?

—Mulhimati, ¿Estás bien? —Mis músculos tensos se relajaninmediatamente.

Quito el seguro y abro la puerta para ver a un Rashidpreocupado.

—Te fuiste tan rápido de la piscina ¿Necesitas algo? —Pregunta mirándome fijamente—. Mis empleados pueden ir a algunafarmacia si tienes dolor o si necesitas toallas femeninas, incluso si quiereshelado o chocolate ¡Cualquier cosa que desees!

Lo miro extrañada.

—No tengo mi período. —Aclaro confundida.

Me pide permiso con la mirada para ingresar aldormitorio y le hago una seña para que entre.

—¡Ah! Es que tu amigo dijo eso en la piscina y creíque estabas en esos días, es por eso. Pero si esa no es la razón. —Dice mientras caminos hasta las sillasy la mesa de té cerca de la ventana del dormitorio para sentarnos— ¿Qué tetiene así? 

Inhalo con calma decidiendo si sería buena opcióncontarle lo que me sucede realmente.

—Son tonterías. —Digo en cambio.

IMPERIO DE TITANES [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora