Fiodor
Llegamos a casa y bajo del vehículo para abrir su puerta, parezco un adolescente teniendo su primera cita y es que hoy quiero vivir el momento como tal. Innet sonríe y agradece el gesto para luego tomar mi mano hasta el interior de la casa.
Subimos las escaleras en camino a mi habitación, pero cuando estoy a punto de abrir la puerta me detengo bruscamente.
—¿Qué sucede?
Pregunta Innet, y yo solo recuerdo las fachas de almacén de licores que tiene mi recámara.
Me giro hacia ella y bloqueo la puerta.
—Digamos que en tu ausencia... casi fui llevado por el centro de Alcohólicos Anónimos.
Aunque pienso que va a enojarse su expresión es algo más como tristeza. Pienso en algo rápido para hacerla olvidar la culpabilidad y tomo su brazo nuevamente.
—Iremos a la habitación de huéspedes. —afirmo, mientras la arrastro al lugar.
◇◇◇
Una vez en la recámara, ambos nos sentamos sobre la cama uno al lado del otro. Miramos a la ventana deseando que las palabras salgan solas.
—¿Cómo sucedió? —pregunto, ella frunce el ceño—. Recordarlo.
—Ah, fue fácil. Supongo que todos los días iba teniendo pequeños recuerdos, creo que se intensificaron aquel día en la biblioteca.
—¿En la bibliotec-
No puede ser. Innet ríe, ¿realmente se dio cuenta?
—No eres tan silencioso como crees. —afirma—. Además, lo del cementerio fue... creo que fue la llave para abrir el cajón donde estaban todos mis recuerdos. Todo sobre ti.
Yo solo sonrío como un niño. Escondo mi cabeza un poco.
—Estaba triste. —afirmo, llamo su atención—. Molesto, herido... solo. Perdí a la única persona que me hizo sentir merecedor de algo bueno y nuevamente me quedé vacío.
Se acerca un poco hacia mí y toma mi rostro, elevando mi cabeza y girándola hacia ella.
—¿Cómo te sientes ahora? —cuestiona.
Retiro sus manos de mi rostro y tomo el suyo, acercándolo a mí. Dejo un beso en su frente antes de responder.
—Amado.
Ambos empezamos a acercarnos en busca de un beso, pero los toques en la puerta rompen nuestro reencuentro desde el olvido. Mi rostro se frustra e Innet solo ríe.
—Creo que mataré a alguien para ti. —gruño.
Abro la puerta sin ninguna emoción, el rostro asustado de mi trabajador solo indica que sabe muy bien a lo que podría enfrentarse.
—¿No vas a hablar?
Eleva su cabeza.
—E-el señor Záitsev está aquí y dice que tiene que entregarle algo.
—Dile que n-
—También dijo que era importante y que si no bajaba iba a empezar a correr desnudo por toda la casa. —me corta—. Señor.
Resoplo, rendido. Cierro la puerta en su rostro y llevo la mirada a Innet.
—Ve. —alienta, corro hasta ella y le doy un beso.
—Vuelvo pronto.
◇◇
Bajo las escaleras y voy directo al estudio abro la puerta e inmediatamente muestro un dedo acusador.
—Estaba en medio de una romántica reconciliación con mi amada y t-
Lanza un documento a mi rostro.—Eso es bueno, porque esto lo envía tu suegro.
Dice, me arrodillo y tomo el documento. Abro el sobre y saco el contenido.
Sé lo que es.
—Lo hizo.
—Eso debió meterlo en un gran problema.
Es posible, y no puedo evitar sentirme un poco culpable.
—Bueno, lo recompensaré. —vuelvo a guardar el papel y me encuentro con la mirada triste de mi tío—. ¿Qué sucede?
—¿Por qué nunca me lo dijiste? —sé que vio el documento.
—¿Hubiese cambiado algo? —cuestiono.
—Hubiese cambiado mucho, Fiodor. —afirma—. Hubiese evitado que le hayan puesto precio a tu cabeza, o que incluso los más cercanos a ti te dieran la espalda.
—No es para tanto. —intento hacernos creer—. Además, creo que en el fondo esto influyó en todo lo bueno que me está pasando ahora. ¿No cr-
El sonido de los cristales logra asustarme. Veo a mi lado la forma en que ha quedado su vaso luego de ser lanzado. Vuelvo mi vista a él y lo veo llorar.
—No está malditamente bien, tú no lo estabas. Eso hubiese cambiado o al menos, hubiera buscado la forma de hacer algo más por ti que irme al creer que ya no me necesitabas. —escupe, haciéndome sentir horrible—. Tal vez no seas mi hijo de sangre pero eres hijo de quien era mi hermano y de la mujer que tanto amé una vez. Fiodor, vi ese documento y me he sentido peor de lo que me sentí nunca al saber que mi mejor amigo se suicidó delante de ti y que has estado cargando con esa culpa por todo este tiempo.
Coloco el documento a un lado y camino hasta él, lentamente. Lo abrazo. Lloro disimuladamente sobre su espalda.
—No ha sido tan malo. —balbuceo, entre sollozos—. Ya no lo será más, tengo un segundo padre y una hermosa novia.
—¿Acaso ella lo sabe? —cuestiona.
—Con que uno de los dos lo sepa, está bien por ahora. —reímos—. Ya no quiero vivir más en mis recuerdos, quiero dejarlos ir. Quiero... quiero ser feliz.
◇◇◇
Innet
Subí con prisa a la habitación luego de haber escuchado sin querer la conversación de Fiodor y su tío. Un sentimiento de nostalgia se apodera de mi pecho al crear un escenario sobre aquella situación. Lo duro que debió haber sido para él, lo solo que tuvo que haberse sentido en aquel momento.
La puerta de la habitación se abre y Fiodor ingresa, con una sonrisa. Se sienta a mi lado en la cama y toma mi brazo, dejando besos por toda su extensión.
—Sabes... no tienes que salir corriendo de ese modo. —dice, y siento la vergüenza llegar a mí.
—Y-yo...
—Está bien. Está bien que lo sepas, ya que de igual forma, pensaba decírtelo algún día cuando pudieras recordarme.
—¿Y si nunca lo hacía? —pregunto, tímida.
—Supongo que mi destino sería claro, en estaría destinado a vivir en Soledad con mis traumas.
Me inclino hacia él y dejo un beso en sus labios, luego voy dejando un rastro de ellos por todo su rostro y termino por llegar a su cuello, mordisqueando y chupando.
—Me gusta cuando tomas la iniciativa. —jadea, llevo mis labios a su oreja.
—¿Porque eres muy caballeroso?
—Porque me gusta que me domines.
Aquellas palabras llevan una descarga eléctrica a mi intimidad, haciéndome sentir su humedad inmediatamente. Sube completamente a la cama y yo me posiciono sobre él. Tomo sus brazos y los coloco sobre su cabeza.
—En tal caso... —susurro, y luego aprieto su entrepierna—. Déjame domarte hoy.
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Lucid dreamZ [✔️]
Novela JuvenilEl hijo de la mafia se ve envuelto en una situación catastrófica. Su hermana y madre han sido asesinadas, mientras que corre el rumor de que la muerte de su padre, el jefe de la mafia rusa, fue causada por las propias manos de su primogénito. Fiodor...