El chico misterioso caminaba a paso lento frente a mí. Me quería invitar un helado; supuestamente, conocía un buen lugar cerca del campo de baloncesto. No le puse mucha atención a su conversación aireada sobre cómo conocía toda esa área. La verdad es que no me importaba en absoluto saberla; es por eso que solo le seguía el paso, y fruncía la frente en un intento por olvidarme del intenso dolor de cabeza que comenzaba a hostigarme.
Él dio una vuelta en una esquina, y ahí se encontraba la pequeña heladería. No era nada del otro mundo que haya visto, sin embargo, el hombre que estaba en el mostrador tenía una cara bastante amable. Creo que eso era todo lo que resaltaba de la pobre fachada del lugar; parecía que se trataba de un negocio que habían decidido colocar hace al menos unos 10 años en su patio delantero.
—Ve a sentarte. Yo lo invito.
No sabía si debía obedecer a su idea, pero como no tenía otra opción, y no iba a salir corriendo, decidí que lo haría, pero sin ganas.
La sombra y la brisa dentro del lugar me dieron una sensación de frescura, pero pronto fue cambiando al intenso calor de la tarde. Los refrigeradores zumbaban y expulsaban un montón de aire caliente por sus bases metálicas.
Sentía que mis pies estaban cocinándose en su propio sudor; un escenario demasiado asqueroso.La heladería no era grande, como mencioné. En realidad, no se parecía a las heladerías más ostentosas de Japón. Esta era, muy a su manera, una heladería rústica y llena de polvo; solo las personas que vivían cerca la conocían. En este caso, era él la persona que conocía el negocio.
Hasta el fondo había dos mesas con dos sillas cada una. Estaban bastante viejas, y no solo eso, sino que rechinaban y parecía que comenzaban a caerse a pedazos. Decidí sentarme en la que quedaba hasta el fondo, porque me daba la impresión de ser la que estaba más alejada del calor insoportable del verano.El chico compró una paleta para compartir. Tenía dos palillos, y al momento de jalarse hacia afuera, se convertían en dos helados independientes.
Llegó a la mesa, se plantó en el asiento, y desenvolvió el postre.Lo separo y me entregó uno. Dejé el balón en el suelo para tomarlo.
Un anaranjado sabor cítrico me envolvió la lengua; sentí el ácido artificial colarse por toda mi boca, haciéndome hacer una mueca.
—Es de naranja, ¿no te gusta?
Salivé un poco y sonreí tan amable como me fue posible.
—No soy muy fan de los cítricos, y mucho menos de los que tienen un sabor tan fuerte.—Para mí es el helado perfecto. No tienes que ponerle mucha atención al sabor si no te apetece... Aunque si no lo comes, me enfadaré.
Fue directo y a la cabeza.
Le di una mordida al helado, y suspiré fuertemente con la nariz.—Dime, Shinji... ¿Por qué no te conozco?
Lo miré fijamente.
—No creo que haya habido una razón concreta para que nos conociéramos, así que... Creo que eso responde a tu pregunta.—Es verdad, la responde en parte. Sin embargo, creo que tenemos varias cosas en común. ¿Recuerdas mi nombre? —esperé un momento, y después de que se volvió incómodo, negué con la cabeza. Él tomó la palabra de nuevo—. Soy Kaworu Nagisa —metió el helado a su boca y me extendió la mano.
Le recibí el apretón de manos con angustia. Estaban heladas para el clima que hacía.
—Yo soy Shinji Ikari... Mucho gusto.
—No es necesario que seas tan formal... No hay mucha diferencia entre tú y yo; como te lo he dicho, tenemos bastantes cosas en común.
—Rei —le respondí.
El sonrió ampliamente.
—¡Sí, Rei! Rei Ayanami. ¿Ustedes dos son muy cercanos?Ya había comenzado el martirio; no tenía ganas de responde preguntas. Apoyé la espalda en el respaldo del asiento y no supe que responder. Hice varios gestos, moví las manos, me chorreé de helado, y al final no pude decir nada.
Kaworu me miró con sus ojos lógicos. Parecían los de un robot.
—Antes solía venir con Rei a esta heladería. Cuando estábamos en el mismo curso, nos hicimos muy buenos amigos. Ella me ayudaba con algunas cosas, y yo con otras. Las personas pensaban que éramos hermanos o familiares; decían que éramos muy parecidos físicamente, pero yo jamás les creí ni una mierda de eso —mordió el helado y lo masticó con determinación—. Fue por eso que me sorprendí sobre lo que sucedió. No pensé dos veces en ir a visitar a Rei al hospital.
Sus palabras eran frías.
—¿Cómo te enteraste?
—Oh, sus padres me dijeron —volvió a morder lo que le quedaba del helado de naranja—. No sé porqué quisieron decirme a mí, debió ser raro, ¿no lo crees?
Me sentí totalmente expuesto ante Kaworu y su forma de meterse entre todas mis palabras. Era como si supiera como atacarme, y por dónde hacerlo.
Después de todo, no podía esperar más del tipo que, según Rei, causó el incidente del laboratorio de química; y no solo eso: pasó el incidente M. A. R. I.—N-no creo que a mí me corresponda responder a eso.
—Hmmm... Ya veo.
Terminó su helado, y mordió el palillo con los dientes.
Decidí volver a hablar.
—¿Necesitabas algo de mí? No estoy acostumbrado a esta clase de interacción...
—Interacción... —repitió para sí mismo, como si hiciera eco dentro de su cabeza.
—Sí, la interacción social forzada no se me da bien. Creo que te diste cuenta porque estoy muy nervioso.
—No, no, me malinterpretas. Yo creo que estás nervioso porque sabes que Rei y yo tenemos asuntos que resolver, se le soltó la lengua, y ahora tengo que ver la manera de mantenerte callado. Si bien, no soy una persona de muy buenos modos, despiertas mi más profundo interés, Shinji.
Su forma de hablar era como la de un adulto. Se movía con seguridad, hablaba de manera complicada, y no tenía necesidad en explicarse tanto para que yo pudiera comprender a lo que se refería con todo esto.
Quería indagar en mí.
Parecía que iba a proponerme un trato.—¿Interés?
—Sé cosas de ti. Te gusta Asuka, y yo la conozco.
Fruncí el entrecejo, pero no me sorprendió que supiera lo de Asuka.
Rei me dio vueltas por unos instantes por la cabeza; el dolor se intensificó.—Eh... Yo también la conozco. Vamos en la misma clase, y hemos pasado un tiempo siendo compañeros.
—No; fuimos amigos. Rei, Asuka y yo fuimos muy buenos amigos.
"Fuimos".
A eso se refería cuando decía que teníamos cosas en común.
El también había sufrido lo que yo.Y no solo eso; tenía información.
—Si te callas, puedo decirte lo que gustes sobre Asuka.
Me atraganté con el helado.
...
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Notas para Asuka
FanfictionShinji ha soñado con la muerte de una de sus compañeras de clase, y, se siente culpable por ello. #1 en #asukalangley 👉 15/09/2021.