Notas para Asuka

10: El tiempo mecánico

     Pensé que entregar la nota lo antes posible haría que sospechara de mí; aunque las posibilidades podrían ser muchas, probablemente no era tan tonta como la creía.
     Si ella fue tan inteligente como para colocar su grosera e impulsiva respuesta en su propio casillero en una señal de "volverá", al haberme conocido y saber que mi nombre comienza con S, la obligaría a atar cabos sueltos.

     La escribí, pero no pude colocarla. El tiempo corre, también acecha, y otras veces, parece que espera.
     No sé en que etapa del tiempo me encuentro, pero cualquiera que fuese, me pone nervioso.

     Tampoco sé si está loca, pero reconozco que es una bomba de tiempo.
     Una chica dinamita que podría gritarme en medio del patio, a la hora del receso, sobre que soy un pervertido.

     Aunque, después de haberla tratado, parece totalmente inofensiva.

     Ah, pero un loco reconoce a otro loco. Hay que recordarlo.
     Nada me asegura que no se trate de una simple máscara que utiliza con las personas que agachan la cabeza ante su presencia.

     Yendo por partes, apenas pude arribar a los casilleros.

     Me acerqué al de nuestra clase, y me quede atorado y nervioso pensando qué hacer.

     Al momento de intentar intercambiar las notas, una chica pasó caminando y me miró fijamente, de arriba hacia abajo.
     Se largó después de un momento.

     Salí corriendo al baño y ahí permanecí por 10 minutos, o, hasta que la ansiedad bajó.
     Y claro, la nota se arrugó en la palma de mi mano.

     Me desanimé, quise rodar por el suelo, y abrir la llave del lavabo para que el agua me cayera encima de la nuca por horas —cosa qué, claramente, no iba a hacer—.
     Sufrí una limitación que me hizo sentarme en la tapa del inodoro, y pensar profundamente cuanto tiempo esperar; cuanto iba a necesitar para no ser un sospechoso.

     Llegué a la conclusión de que, por más que me escondiese, nada haría la diferencia.
     Yo elegí ser un sospechoso, incluso sin darme cuenta.

     Fue parte de las cosas que vienen por defecto al momento de cometer una acción absurda e infantil. Y vivir consecuencias es parte del aprendizaje y sanación ante una acción que yo decidí cometer.

     Al dar tantas vueltas a un asunto, la temática de la pregunta principal se pierde.

     No me gusta Asuka, y lo sé bien.
     La asusté, y también lo sé, y más que bien.
     Y me siento mal por ello, y lo acepto por completo.

     El tiempo no es mi amigo.
     Parece que los relojes también podrían sospechar de mí.

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