Fragmentos de Felicidad

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Era demasiado llamativo, odiaba su incapacidad de pasar desapercibido en cualquier lugar al que fuera, en lo que llegaba esperando en la entrada de los vestidores para que se repitiera el inconveniente anterior, más de diez personas le habían preguntado si era uno de los nuevos boxeadores del equipo y cuando seria su debut oficial. Craig estaba hartó de las personas y ya su seña aparecía en automático en automatico, pero su semplante cambio en por una sonrisa cuando se percato que su rubio aparecia frente a el, con una lindas botas, un pantalon negro ajustado y una camisa verde mal abotonada.

-Estoy listo ¡Gagh! - Exclamó el rubio- Disculpa mis tics ¡Gagh! pero pasan cuando estoy nervioso ¡Gagh! y bueno no es fácil para mi ¡Gagh! escaparme.

- No te preocupes - Tomó su mano - Iremos por la puerta de mantenimiento para no ser vistos.

-¡Gagh! Gracias - Exclamó mientras un ligero sonrojo aparecía en sus mejillas por la acción del mayor.

Craig tenía planificado su cita con el rubio, para el azabache esa salida era una cita, y lo que vio en los vestidores entre los dos rubios lo hizo tomar la decisión de no esperar más, se declarará y le pediría al rubio que fuera su novio. Aunque cualquiera pensaría que era una ridiculez comenzar una relacion con alguien que acabas de conocer, Craig estaba decidido a hacerlo y mandaría a la mierda a todo el que se atreviera a cuestionar sus acciones, si existían personas que pasaban años juntos sin llegar a amarse porque no podía ocurrir lo contrario, conocer a alguien e inmediatamente amarlo. No iba a dejar que por sus tontas dudas e inseguridades sobre el tiempo que tenían conociéndose arruinara la oportunidad de tener algo con el hermoso rubio. Los dos jóvenes salieron por la puerta trasera y caminaron hasta la motocicleta del azabache.

-¡Gagh! Iremos en eso ¡Gagh! -Preguntó asustado.

-Claro, es mi diosa - Afirmó tomando uno de los cascos que reposaban en el asiento de su motocicleta Benelli Imperiale Negra - Fue un regalo de mi abuelo.

-No ¡Gagh! No ¡Gagh! Yo..Yo no subiré a eso...Y si nos estrellamos ¡Gagh! Y si me caigo ¡Gagh! Y siii...y sii..nos arrollan ¡Gagh! No puedo ¡Gagh! -Comenzó a jalar de su cabello.

-Confía en mí - Tomó las manos del rubio para evitar que se lastimara - No te pasara nada, siempre la uso. Solo confía en mí si...¿O no quieres ir conmigo?

-Si quiero ¡Gagh! Pero es muy peligroso ¡Gagh!.

-Te prometo que iremos despacio, no te pasara nada. Seré muy cuidadoso - Le coloco el casco y se lo ajustó - ¿Confiarias en mi?

- ¡Gagh! Está bien ¡Gagh! Confío en tí.

- Bien- Se quitó su chaqueta azul y se la dio al rubio - Ponte esto, no quiero que pases frío - Sonrió.

- ¿eh? Pero ¿y tú?.

- Estaré bien, estoy acostumbrado a ir en la motocicleta sin chaqueta - Se colocó su casco y se subió en su motocicleta - ¿Vienes? - Palmeó el asiento.

- ¡Gagh! Si - Asintió nervioso y se sentó en el asiento.

Craig arrancó su motocicleta y Tweek lo abrazó con fuerza por la espalda, estaba tan asustado que se aferraba al azabache como si su vida dependiera de ello. Esa fue la primera vez que Craig se sintió feliz de llevar a alguien en su motocicleta, odiaba el contacto físico pero sentir a Tweek tan cerca de él lo hacía sentir lleno, era mágico. Por eso trato de conducir cuidadosamente hasta el planetario, ese lugar sería perfecto para su primera cita.

-Llegamos - Exclamó mirando al adorable rubio escondido en su espalda.

-¿El...el planetario? ¡Gagh! -Preguntó asomando lentamente el rostro.

HELLO ESCAPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora