Heather Levine
—¿Entonces? ¿Dirás algo o no? —pregunto con la ansiedad creciendo en mi cuerpo.
—¿No quieres tomar algo antes de...?
—No Jayden, lo único que quiero es que hables de una jodida vez.
—No sé cómo decirlo.
—Solo dilo.
—¡Es que sé que te lo tomarás mal!
—Porque sabes que no has hecho bien!
—¡No es eso!
—¡Si lo...!
—¡No he estado con nadie más después de ti! —grita haciendo que ambos nos quedemos en silencio mientras nuestros pechos suben y bajan.
—No te creo —niego queriendo pasar por su lado para salir de aquí.
—Créeme.
—Es imposible que lo haga cuando tú mismo me pediste condones para follar con esa linda pelirroja en tu oficina.
—No es como lo crees.
—¡Pues entonces explícame porque no tengo manera para entender que hacías con ella en tu oficina con tu traje y su vestido hecho mierda! ¡Te juro que no entiendo Jayden!
—¿Estás celosa?
—No lo estoy —mascullo.
—Lo estás.
—Lo que estoy es confundida porque a pesar de que nunca le pusimos etiqueta a lo que teníamos pensaba que solo sería entre nosotros y no que al primer descuido te irías con otra.
—No es así.
—Yo los vi.
—Eso es lo que te quiero explicar —dice tomando mi brazo con delicadeza haciendo que me detenga—. Solo te quería poner celosa, joder. Quería saber si sentías algo por mí —sus manos están en mis mejillas mientras me mira a los ojos, quito sus manos y doy un paso atrás.
—¿Qué?
—Yo... yo... yo no sabía cómo hacer para saber si sientes algo por mí y fue la mejor idea que se me ocurrió, fue muy estúpida lo sé, pero...
—¿Pero? —niego mientras mis ojos se llenan de lágrimas.
—Castaña...
—No me digas así —mascullo pasando por su lado tomando mi bolso del sillón y caminando hacia la salida.
—Joder Heather, no te irás así.
—Me quiero ir, no te quiero ver.
—Tenemos que terminar de hablar.
—¿Sobre qué? ¿Sobre qué te importó una mierda pensar en cómo me sentiría al verte con esa chica? ¿Sobre qué no pensante en lo insegura que me sentiría? ¿O hablaremos sobre los huevos que al parecer te faltan para preguntarme directamente si siento algo por ti? —pregunto empujándolo por el pecho mientras abro la puerta de la salida y camino a toda velocidad hacia el ascensor.
Jayden me sigue mientras masculla maldiciones, no sé cómo, pero logra hacer que el ascensor no se cierre y entra junto a mí.
—No hubo nada entre la pelirroja y yo, solo le pedí de favor que me ayude para saber si tu sientes algo por mí, ella se negó, pero terminó aceptando, aunque me advirtió que esto te podía molestar y sé que no es excusa, pero lo lamento, de verdad lo lamento —habla apresuradamente mientras el ascensor se abre y me sigue, la lluvia no se ha detenido y yo solo voy con una camiseta gigante, unas bragas y mis tacones cubriendo mi cuerpo. Me veo ridícula.
—¿Sabes? —me detengo en medio de la calle, con la lluvia mojando nuestros cuerpos— Me duele y me molesta ¿Quieres saber que me duele más que molestar? El hecho de que no pensaste en las inseguridades que podría generarme esto, y quizás esa no sea tu responsabilidad, pero realmente pensé que quizás podrías tener en cuenta algo sobre mí.
—¡Heather! —grita cuando sigo caminando alejándome de él.
—Tu plancito de mierda funciono Jayden, porque ¡Sí! ¡Si estoy celosa! Me jodió verte con esa chica y estoy segura que me joderá verte con alguien más porque... —porque estoy enamorada de ti.
Se acerca a pasos rápidos hacia mí y me toma por las mejillas, alzando mi rostro haciendo que lo mire fijamente.
—Jayden, me quiero ir.
—¿Qué ibas a decir?
—Nada —mascullo.
—Dímelo castaña.
—Jayden...
—Yo también estoy jodidamente enamorado de ti y te amo, no habrá un te quiero antes porque te quiero desde el día que te conocí en ese jodido restaurante, cuando nunca te quedaste callada hacia mis comentarios, cuando vi tus lindos ojos brillando con maldad cada vez que me mandabas a la mierda, tu voz, todo, todo de ti Heather. Te quiero desde ese momento y nunca lo dije porque ni siquiera éramos nada, pero ahora sé que te amo y que estoy enamorado de ti porque quizás para muchos esto vaya muy rápido pero nunca me he sentido ni me sentiré así con nadie, eres la jodida excepción a mis reglas que no conocías, nunca en mi jodida vida había dormido con una mujer después de follar, nunca me había levantado tan temprano para buscar flores para alguien, nunca había dejado que alguna otra mujer esté mi casa, nunca me había quedado hasta tarde mirando a una linda castaña dormir solo porque me relajaba, nunca había comido helado en mi cama con alguien más, nunca había sentido tantas ganas de seguir a alguien que solo me miraba con mala cara o con sonrisas sarcásticas y puedo seguir, puedo decir muchas más razones de porque eres la jodida excepción pero me tomaría toda la jodida vida. Te amo y juro que después de estar contigo nunca pensé en estar con alguien más —mis ojos están llenos de lágrimas mientras lo veo mirarme con atención, tomando en su mente cada expresión que tiene mi rostro.
Lo amo, yo también lo amo maldita sea.
—Te amo Jayden —murmuro antes de chocar mis labios con los de él mientras dejo que la lluvia nos empape, las emociones que cubren mi cuerpo hacen que tiemble, la adrenalina, el amor, el nerviosismo y todo, absolutamente todo.
Su cuerpo choca con el mío mientras mis brazos pasan por detrás de su cuello, una de sus manos rodea mi cintura mientras la otra acaricia mi mejilla de manera lenta y cariñosa.
—Vayamos a casa ¿Si? —susurra mientras separa sus labios de los míos, haciendo que solo se rocen.
Asiento separándome lentamente de él, toma mi mano incitándome a caminar y lo hago, ni siquiera me había dado cuenta que nos habíamos alejado tanto de su apartamento, caminamos varios pasos hasta llegar y no tardamos en subir el ascensor.
Muerdo mi labio mientras recuesto mi cabeza en su brazo sintiendo tantas cosas juntas, siento como en mis labios se extiende una sonrisa y en mi estómago comienzan a revolotear miles de mariposas, como si fuera una adolescente. Alzo mi vista para mirarlo y no puedo evitar soltar una risita al ver su rostro también decorado por una sonrisa, cuando se da cuenta que lo estoy mirando la borra de inmediato y me mira con los ojos entrecerrados.
—Me has dicho que me amas —digo en un susurro como si no me la creyera.
—Y tú me has dicho que también me amas —dice acariciando mi cuello.
—Así es Jayden Harris, te amo —cuando está por besarme nuevamente las puertas del ascensor se abren y le doy una sonrisa inocente antes de salir del lugar, entramos a su departamento.
—Me volví a mojar por la lluvia —mascullo.
—Sigo sin entender desde cuando es un problema tomar mi ropa.
—O estar desnuda, claro —sonrío angelicalmente mientras me desprendo de la camiseta, sacándola por mi cabeza, quedando tan solo en bragas.
Jayden me mira y su mirada se oscurece antes de que por sus labios se desplace una sonrisa lobuna y yo comience a caminar hacia la habitación mientras él me sigue tomando mi cintura y besando mi cuello.
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Quizás algún día
RomanceÉl tiene mucho dinero y yo trabajo en un simple restaurante, bueno trabajaba, o trabajo... ¿trabajaba? No, no sé cómo decirlo. Él parece ser muy estricto y yo soy alocada. Él prefiere relaciones de un día, o al menos eso pensaba yo. Él no cree en el...