—Mhm Jayden —jadeo cuando sus manos suben por mi muslo, me separo de sus labios y lo miro con los ojos entrecerrados—, no me provoques si no vamos a acabar esto —advierto.
—¿Quién dijo que no lo íbamos a terminar?
—No lo sé, quizás lo pienso porque estamos en un avión.
—Nunca he follado en un avión, no me parece mala idea comenzarlo a hacer ahora.
A mí tampoco me parece mala idea.
Su mano sigue subiendo hasta alcanzar el centro de mis bragas y hacerlo a un lado mientras toca mis pliegues haciendo que muerda mi labio para evitar soltar algún ruido.
—Joder, estás muy húmeda castaña —habla a mi oído sin dejar de atender mi feminidad.
—Mierda Jayden —mascullo cuando juega con mi punto haciéndome estremecer.
Mi espalda choca con el respaldo de mi asiento mientras una de mis manos aprieta su camisa.
—Sigue...—gimo.
—No —se detiene.
—¿Qué te pasa? —chillo intentando no golpearlo.
—Quiero que me montes.
Joder.
Muerdo mi labio levantándome de mi asiento con cuidado sin dejar de mirarlo, mi rodilla se apoya lentamente en su miembro, encima de su ropa, sin hacer fuerza para no lastimarlo y comienzo a mover mi pierna lentamente haciendo que tome mi muslo con fuerza.
—Heather...
—Déjame hacerlo a mi manera.
—Tendrás el control cuando te sientes sobre mí y me hunda dentro de ti, no antes.
—Sabes que no me gusta ceder el control tan fácil.
—Siempre terminas cediéndomelo a mí.
—Pues hoy tienes que esforzarte un poco más para que eso pase —a penas lo termino de decir mi rodilla se comienza a mover nuevamente.
Su mano no deja mi muslo mientras lo veo cerrar los ojos dejándose llevar por el placer que le estoy brindando.
Estoy segura de que, si sigo parada y hay alguna turbulencia, me voy a matar así que mejor no arriesgarse.
Mis manos se apoyan en sus hombros mientras con cuidado me siento sobre él, la falda que llevo puesta me permite chocar mi feminidad cubierta aun por mis bragas con su erección aun cubierta por su pantalón, contorneo mis caderas mientras rozo mis labios con los suyos.
Mis manos bajan por su pecho y su abdomen hasta llegar al inicio de su pantalón, tacto la correa y la comienzo a deshacer lentamente sin detenerme, cuando al fin la logro sacar del camino, sigo con el botón y cierre de este. Los desengancho y bajo un poco su bóxer como puedo para poder liberar su erección, la palma de mi mano sube y baja mientras él lanza pequeños sonidos desde el fondo de su garganta.
Me detengo cuando escucho el carrito del chico que nos estaba atendiendo.
Jayden me mira y niega lentamente.
—Sigue —asiento efusivamente mientras con mi mano libre muevo mis bragas hacia un lado y no tardo en deslizarme por su miembro, mi humedad hace fácil el proceso y la sensación es jodidamente excitante.
La respiración entrecortada que compartimos ambos cuando hago esto lo único que logran es avivar mis ganas de montarlo con toda mi puta energía.
—Te ves jodidamente caliente y preciosa montándome —jadea cerca de mi oído apretando mi trasero con ambas manos—, muévete Heather, quiero verte saltando sobre mi verga.
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Quizás algún día
RomanceÉl tiene mucho dinero y yo trabajo en un simple restaurante, bueno trabajaba, o trabajo... ¿trabajaba? No, no sé cómo decirlo. Él parece ser muy estricto y yo soy alocada. Él prefiere relaciones de un día, o al menos eso pensaba yo. Él no cree en el...