Estamos en la habitación de Jayden entre las sabanas viendo alguna película de Disney a la cual no le presto ni la más mínima atención porque mi mente está súper centrada en repetir una y otra vez la intercepción de Jayden hacia mi en el baño.
¡Me vio desnuda! Y no es como si no lo hubiera hecho antes, porque lo hizo y mucho, pero me vio ahora, con todos mis cambios físicos ¡Hasta comentó sobre una de ellos! Ay dios, no sé que pensar.
—¿Todo bien? —pregunta Jayden mirándome fijamente.
—S-sí —carraspeo sin saber porqué me pongo nerviosa ¡Lo tengo que odiar!
—¿Segura? —vuelve a preguntar logrando que lo mire mal, él solo hace como si tuviera un cierre en la boca y lo cerrara. No vuelve a hablar en lo que resta de película.
Aún falta por lo menos dos horas para el almuerzo, así que Jayden propone mirar alguna otra película.
—Veamos alguna de alguna princesa —propongo.
—¡Siii! —Juliette salta en la cama emocionada y miro a Hunter.
—¿Vemos una película de princesas, bebé? —pregunto para saber su opinión.
—Eh, eta ben —se encoge de hombros y Jayden busca alguna princesa de Disney.
Mis ojos siguen fijos en la pantalla, los casi copias se sientan en el filo de la cama, dejando libre el espacio en el que antes estaban, es decir que en un solo movimiento Jayden se puede acercar, y es lo que hace. Su cuerpo queda a centímetros del mío y mi piel arde con la cercanía.
—¿Por qué estás tan nerviosa?
—¿Por qué estás tan cerca?
—¿Estás nerviosa por eso?
—No estoy nerviosa, estoy inquieta.
En sus labios se despliega una sonrisa que hace que lo quiera ahorcar.
—¿Estás enojada por lo que pasó en el baño?
—Enojada no, estoy incómoda y pensativa.
—Estar incómoda y pensativa es peor a que estés molesta. Lamento haber seguido ahí, no quería incomodarte.
—No te preocupes, ya pasó.
Se extiende un silencio por algunos segundos antes de que él suspire y me mire a los ojos.
—Te quiero recuperar, castaña. Quiero volver a tener tu amor, quiero que me permitas intentarlo.
Mi corazón se inquita ante sus palabras y respirar se me hace complicado. No puedo hablar, no sé que decir, pero es imposible que mis pensamientos no se remonten a esa noche y aunque haya sido hace mucho y ya me haya explicado que pasó sé que falta mucho por saber y volver a conocer, no sé si estoy dispuesta a saber como fueron estos años de él sin mi.
—Jayden...
—Estoy dispuesto a esperar el tiempo que sea Heather, estoy dispuesto a contarte todo porque hablo en serio cuando digo que te quiero recuperar y que te sigo amando de la misma forma en la que la he hecho todos estos años.
Mi pecho va a explotar, solo atino a asentir y seguir mirando la televisión con el corazón a toda velocidad, no me da mucho tiempo para seguir pensando ya que mis dos pequeños se vuelven a acercar y se acurrucan entre nosotros.
Después de algunas horas Jayden y yo cambiamos a ambos rubiecitos para salir a almorzar, yo soy la última en salir de el baño ya arreglada con un pantalón de mezclilla y una blusa de tirantes que no cubre por completo mi abdomen, tomo la mini mochila donde llevo dos conjuntos de ropa por si alguno de los mellizos se ensucia, junto a pañitos húmedos y algunas otras cosas para los rubiecitos, también tomo mi bolso y reviso mi móvil antes de acercarme a Jayden.
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Quizás algún día
RomanceÉl tiene mucho dinero y yo trabajo en un simple restaurante, bueno trabajaba, o trabajo... ¿trabajaba? No, no sé cómo decirlo. Él parece ser muy estricto y yo soy alocada. Él prefiere relaciones de un día, o al menos eso pensaba yo. Él no cree en el...