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Acaban de llegar los helados y no puedo evitar las ganas de reír al ver la cara de asco con la que mira Jayden el helado de menta que está frente a él.

Come —le indica mi hijo mirándolo con el ceño fruncido.

—Mhm... yo paso la ver...

Tío Agus tenía dazón, no ere vainte —se encoge de hombros dejando de mirarlo y centrándose en su helado mientras es el turno de Jayden de agestarse.

—¿Qué tu tío ha dicho que?

—Que no eres valiente —murmuro yo mientras llevo el cono de helado a mis labios.

Eso dije.

—Pues que soy muy valiente.

No lo queo —mi hijo responde sin mirarlo como si le importara muy poco lo que su padre pensara.

—¿Cómo sabes eso? —pregunta Jayden enarcando una de sus cejas.

Mi mami dice que soy muy inteingente.

Hayley mira todo muy entretenida como si de una película se tratara.

—Soy muy valiente, para que sepas —indica Jayden señalando a mi hijo que lo mira como si fuera alguien haciendo el ridículo.

Pues compuebalo.

Ambos entornan los ojos y yo sigo disfrutando de mi helado que ya se está por acabar.

—¿Comerás el helado o no? —pregunto a Jayden señalando su cono.

—Si ­­­­—dice tomando el cono y tardando en llevárselo a los labios.

—Bueno —me encojo de hombros—, lo decía porque se está derritiendo.

Cae un poco de helado derretido en su camisa y Jayden suspira sin decir nada, solo pasa una servilleta por el área sucia y ahora si lo miro a la expectativa cuando se está llevando el cono a los labios. Como era de esperarse hace una mueca de espanto y asco al momento en el que prueba el helado.

—Igual de horrible que siempre.

Es iquísimo —se queja Hunter y Hayley lo mira mal.

Es hoible.

—Pues tú me caes muy bien —dice Jayden y la rubiecita busca su mano para chocar palmas.

Hunter los ignora y sigue comiendo su helado al igual que su hermana.

—La única vez que me gustó el helado de menta es cuando me besabas y tus labios sabían a él ¿Lo volvemos a intentar a ver si cambio de opinión?

—No.

—Vale.

Hayley le hace conversación a Jayden y él responde todo lo que pregunta.

¿Extañaste a mami? —pregunta haciendo que yo abra los ojos de manera exagerada y que Hunter frunza sus labios cruzándose de brazos.

—Hayley, bebé... —intento detenerla de hacer esas preguntas, pero Jayden ya está respondiendo.

—Sí, demasiado.

¿Quies ve fotos de nosotos bebés? —Jayden asiente y en sus ojos aparece un brillo especial que hace que por alguna razón quiera suspirar.

No tardamos en salir de la heladería.

—Bien —suspiro—, pues nos vemos en mi apartamento, supongo. Yo llevo a los niños.

Asiente, le doy mi dirección y no se va hasta que me ayuda a subir a mis hijos a mi auto.

Le doy una última mirada antes de comenzar a conducir a mi departamento con mis hijos conversando en los asientos de atrás.

Quizás algún díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora