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Ni quiera estoy segura de cómo llegué, pero estoy en una playa ¿Eso es bueno? No tengo idea, espero que sí.

Me dejo caer en la arena mientras cruzo mis piernas y miro el mar, no sé qué le pasa a Jayden y no quiero saberlo, al menos no ahora. Se está comportando como un gran idiota y no quiero hablar con él por unas largas horas.

Luego está lo del posible y no tan posible embarazo, pensar en eso me hace querer llorar. Jayden no quiere hijos, yo nunca vislumbre la idea de tener a alguien quien cuidar que no sea un gato o un perro y ahora me encuentro a punto de un colapso por todo lo que pienso y quiero.

Creo que algo dentro de mí se la ha pasado posponiendo el momento de comprar una prueba de embarazo a pesar de que en el crucero me cruce con la farmacia que había ahí como por veinte veces, y lo seguiré posponiendo hasta llegar a la ciudad y poder hacer que Agus y Andrew me acompañen así no entro en pánico por cualquier cosa que pase.

Prefiero cambiar mis pensamientos y recordar que hace unos meses me gradué por fin, y aunque decidí no ser parte de la fiesta que se hizo si tuve la oportunidad de tener mis fotos con mi traje de graduada, era lo que más me emocionaba ciertamente.

Me levanto de la arena y camino hacia la orilla del mar dejando mis sandalias a un lado antes de permitir que mis pies se mojen con el mar. Camino un poco más al fondo hasta que el agua llega a mis muslos, mis ojos pasan por el anillo que adorna mi dedo y no puedo evitar volver a preguntarme que es lo que le está pasando a Jayden.

¿A caso he hecho o dicho algo? No lo creo, y aunque lo hubiera hecho él no tendría el derecho de tratarme como hace un rato.

Cuando menos me lo espero mis ojos ya están empapados de lágrimas, de confusión, de tristeza, de rabia y de todo lo que puedo sentir.

Me siento tan jodidamente estresada por la actitud del rubio idiota.

¿Se habrá arrepentido de pedirme matrimonio? No descarto esa posibilidad porque la veo posible, no porque dude de su amor, sino porque yo tampoco me casaría con alguien como yo. Al parecer soy inestable emocionalmente, suelo ser enojona, celosa de vez en cuando, y no sé. Quizás solo estoy intentando ver cosas negativas en mi porque no tengo nada más que hacer.

¡Ni siquiera conozco a sus padres! Se supone que eso se hace en las relaciones antes de proponerte matrimonio ¿verdad? Te presentan con sus padres, conviven en cenas familiares, quizás estoy pidiendo mucho.

Camino nuevamente a la arena y me dejo caer, utilizo mi móvil para poner algo de música y dejo que mis pensamientos se pierdan el sonido del mar y el olor de la brisa fresca.

• • • • • •

Logré volver a el hotel con ayuda de varios turistas a los que le pregunte como llegar de vuelta tan solo mencionando el nombre del lugar de estadía, suspiro caminando a recepción y entregando mis documentos para poder preguntar el número de habitación que reservó Jayden ya que ni siquiera me tome el tiempo de preguntárselo ya que salí de aquí casi corriendo llena de rabia.

Cuando me indican el número de la habitación subo por el ascensor y camino por un largo pasillo, no tardo en llegar. Toco la puerta y esta se abre después unos segundos, el rubio me mira directamente mientras yo paso por su lado sin prestarle atención. Camino directamente hacia mi maleta y la abro sacando ropa nueva y dejándola en la cama para poder tomar una ducha.

—Heather... —intenta hablarme, pero yo ya estoy dentro del baño cerrando la puerta con seguro detrás de mí y quitando mi ropa rápidamente. Cuando el agua tibia impacta con mi cuerpo siento una relajación inmediata, los músculos de mi cuerpo se relajan y suspiro.

Quizás algún díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora