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Ya han pasado algunos días desde que estuvimos en el hospital con Hunter, por suerte ya se encuentra mejor y está jugando con Juliette en la sala mientras mi madre y mis amigos ven la televisión.

—¿Cómo haces eso? —pregunta mirándome cortar las verduras a una velocidad increíble— ¿No te sacas un dedo? 

—La práctica hace al maestro —digo como si supiera de que hablo.

—Si pareces mamá si dices eso.

—Soy mamá —digo con obviedad.

—Y yo papá.

—Ajá.

—Ellos ya me dijeron papá —dice nuevamente como si no se lo creyera.

—Así es —sonrío.

—Dios mío castaña, estoy a un paso de ser el hombre más feliz del mundo.

—¿Ah sí? ¿Y qué falta para que pase eso? —pregunto con curiosidad por su expresión iluminada.

—Que tu me perdones.

—Yo ya te perdoné Jayden.

—Pero quiero que vuelvas a confiar a mi, que me ames de la misma forma en la que en algún momento me amaste.

—Jayden...

—Hemos evitado el tema por una semana Heather, por favor, necesito que hablemos de esto ¿Qué quieres que te diga? Yo te digo todo lo que quieras, absolutamente todo. Dime ¿Qué quieres que te cuente? ¿Qué necesitas saber para poder ir recuperando el amor que ya no me tienes?

—Explícame todo, absolutamente todo. Que pasó con Allie, qué ha sido de ti en todos estos años, todo, quiero saber absolutamente todo, desde el inicio hasta este momento.

—Todo comenzó cuando...

—Ahora no.

—Lo quiero hacer ahora.

—No Jayden, estamos en casa, con nuestros hijos, con mi madre y mis amigos. Ahora no.

—Cenemos en mi apartamento, tú y yo. Podemos hablar de todo ahí, sin ocultar nada. Por favor Heather, necesito recuperarte.

—E-está bien —asiento volviendo mi mirada a la olla en la que preparo el almuerzo de mis hijos.


Cuando la noche cae es imposible no estar nerviosa, Jayden se fue a su apartamento hace un rato y sé que me espera en un rato. Los casi copias ya están dormidos y mis amigos ya se fueron, mi madre se quedará cuidándolos hasta que yo llegue y realmente le agradezco eso, necesito saber todo lo que ha pasado y definitivamente necesito hablar con Jayden.

Él quiere recuperarme pero yo tengo miedo de aceptar que una parte de mi aun lo extraña de otra manera, no como el padre de mis hijos, si no como mío.

Salgo de mi apartamento, doy unos cuantos pasos y llego al apartamento de Jayden quien abre la puerta antes de que yo toque el timbre.

—Pareces muy nervioso —comento al notar su rostro preocupado.

—Estoy emocionado, nervioso y enamorado, muchos sentimientos en un solo momento.

—¿Puedo pasar? —pregunto y él solo asiente desesperado.

Al entrar lo que me recibe es el increíble olor que llena el lugar y en la cocina se puede ver todas las ollas prendidas y los utensilios de cocina a medio uso.

—¿Tú estás cocinando? —pregunto volteando a verlo con los ojos muy abiertos, sorprendida.

—Quería sorprenderte —dice con una media sonrisa—, esperemos sepa igual de bien como se ve.

Quizás algún díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora