—Hola, hola ¿Cómo están los sobrinos más guapos del universo? —entra Andrew a casa con una bolsa llena de dulces.
Me ahogo con el agua que estaba tomando
—Muchos dulces —niego.
—Muy tarde, ya los vieron —se encoge de hombros Agus.
Mis hijos no corren hacia sus tíos, corren hacia la bolsa entre sus manos y eso si que causa risa. Andrew dice que no se los dará hasta después de su cena así que ellos con los ojos entrecerrados retroceden hasta quedar sentados nuevamente en sus sillitas.
—Amor, ya estoy listo ¿Nos vamos? —pregunta Jayden acomodando su traje.
—Vamos —sonrío dejando un leve beso en sus labios y tomando su mano—. Por favor cuídenlos bien, Agus...
—Hoy me encargo yo —hace una señal de cachaco y yo niego divertida.
—Andrew, por favor, nada de hacer creer a Hunter que es Spiderman o que puede volar, y nada de hacer que Hayley robe los dulces que hay en la despensa.
—Con los que hay aquí será suficiente, no te preocupes —sonríe levantado la bolsa que hay en sus manos.
—Bien, que descansen temprano. Nos vemos, los amo bebés.
—Nosotros a ti —me manda un beso Andrew.
—Se lo decía a mis hijos pero a ustedes también los amo. Nos vemos más tarde.
Jayden y yo salimos del apartamento después de despedirnos de los casi copias y buscamos el auto en el estacionamiento. No tardamos mucho en llegar a un lindo restaurante, pero se me hace muy raro no ver ningún auto en el estacionamiento de aquí, aun así sigo a Jayden quien no suelta mi mano.
—¿Estás seguro que está abierto?
—Tengo una reservación castaña.
Asiento y mis labios se separan lentamente cuando noto que en el restaurante no hay absolutamente nada ni nadie, solo hay una mesa en medio de el lugar que está iluminado por algunas velas.
—¿Qué...?
—Quería tener una linda y romántica cita contigo.
—Pero Jayden...
—Tu solo disfruta de esto mi castaña.
Asiento y lo miro cuando me siento frente a él.
—Esto... esto está muy lindo, muchas gracias Jayden.
—Lo mejor aún no llega.
Nos sirven unos platos de comida que está exquisita mientras el rubio y yo hablamos de todos nuestros planes, de lo felices que estamos siendo y de lo importante que es para nosotros estar de nuevo juntos en algo tan estable. Me sorprende saber que hemos llegado a esto después de todo lo que tuvimos que pasar anteriormente, todo lo que tuvimos que sufrir para estar juntos ahora.
—El lugar es muy lindo —comento distraída mirando alrededor.
Todo está perfectamente decorado, es un sitio elegante, pero lo que más me sorprende es que no haya nadie más ocupando mesas.
—Heather, castaña, yo... yo tengo algo que decirte.
Mi rostro se desfigura cuando veo su rostro nervioso y como aprieta sus manos.
—Por favor que no sea nada malo, no sabes lo mucho que me ha costado llegar hasta donde estamos de nuevo, en este nivel de confianza. Por favor, no quiero que nada arruine nuestro amor nuevamente, Jayden...
—Castaña tranquila, no es nada malo.
Escucharlo decir eso me alivia un poco, sin embargo ya no siento preocupación, siento nervios. Veo como se levanta de su lugar y busca en el bolsillo de su pantalón mientras comienza a reproducirse una canción.
Mis labios no esperan para separarse lentamente cuando saca una cajita y me sonríe levemente, mis ojos se llenan de lagrimas cuando se acerca a mi y comienza a hablar.
—Te amo, más de lo que nunca he amado a nadie y estoy seguro que amaré jamás. Eres la mujer de mis sueños castaña, y me hace tan feliz y afortunado saber que a pesar de todo lo que hemos tenido que pasar hemos podido volver a estar juntos, y ya no solo nosotros dos, si no también con nuestros hijos, los casi copias. Me hace tan feliz saber que estamos juntos, y sobre todo sentir que no nos hemos dejado de amar, al contrario, que cada día aumenta más nuestro amor. No olvidaré la primera vez que te pedí esto —ríe levemente—, de hecho lo recuerdo perfectamente, y no es que no tenga ideas, pero lo repetiré porque sigue siendo verdad.
>> No suelo ser bueno con las palabras —comienza a recitar las mismas palabras que hace tres años me dijo, mientras tanto yo, con la misma perplejidad y amor lo miro embobada, temblando de emoción y nervios—, pero simplemente siento que todo lo que tengo que decir lo sabes, sabes que te amo, sabes que eres muy importante para mi... Te considero la mujer de mi vida y no puedo imaginarme una sin ti, simplemente no puedo. Te amo y desde hace mucho estoy seguro que no quiero dejarte ir de nuevo, te quiero conmigo, como mi chica, mi novia, la madre de mis hijos... y mi esposa —cuando su pierna izquierda toca el piso y abre la cajita con sus ojos fijos en mi, no puedo más y tapo mi rostro— Heather Levine Wilson ¿Quieres casarte conmigo?
Joder, joder, joder. Mi corazón va a mil mientras siento su mano acariciar la mía lentamente. Puedo sentir su respiración agitada hasta aquí
Comienzo a asentir inmediatamente.
—Sí, sí, sí. Mil veces sí Jayden. Te amo tanto —lloriqueo mientras pasa el anillo por mi dedo y me agacho para besarlo y abrazarlo.
Las luces de los lados se encienden y puedo ver a mis hijos, a mis mejores amigos, a mi madre junto a los padres de Jayden. Mis hijos se acercan a nosotros a abrazarnos y yo me siento tan bien, tan emocionada, jamás pensé sentir esto de nuevo.
—Te amo tanto Jayden, de verdad que lo hago.
Beso sus labios y todos aplauden antes de acercarse a felicitarnos.
Puedo ver como el padre de Jayden lo abraza cálidamente y escuchar las palabras que tanto aprietan mi corazón "Felicitaciones hijo, disculpa por nunca haberme dado cuenta de lo mucho que la amas y por nunca haberme dado el tiempo de conocer lo buena mujer que es"
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Quizás algún día
RomanceÉl tiene mucho dinero y yo trabajo en un simple restaurante, bueno trabajaba, o trabajo... ¿trabajaba? No, no sé cómo decirlo. Él parece ser muy estricto y yo soy alocada. Él prefiere relaciones de un día, o al menos eso pensaba yo. Él no cree en el...