Capitulo 24

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Bajamos del auto y papá baja del auto de al lado, vinimos a visitar a la castaña a su casa para ver los detalles de una misión, al contrario de la casa donde nos estamos quedando la casa de la castaña es como dos veces más pequeña que donde nos es...

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Bajamos del auto y papá baja del auto de al lado, vinimos a visitar a la castaña a su casa para ver los detalles de una misión, al contrario de la casa donde nos estamos quedando la casa de la castaña es como dos veces más pequeña que donde nos estamos quedando.

Cuando papá toca la puerta nadie nos abre.

—¿Nos vamos? —Pregunta Jazmin y papá niega.

—Esta en casa, seguro no escucho.—Papá vuelve a tocar el timbre, como nadie contesto decidió abrir la puerta con una llave que sacó de su bolsillo.

La imagen que la castaña nos brinda hace que nos quedemos parados en la puerta sin decir nada.

—¡Isabella!—El gruñido de papá hace que la castaña suelte el cuello de la chica a la cual estaba a punto de besar.

La castaña suelta un suspiro mientras intenta acomodar su blusa y la chica morena busca su camisa en el suelo y se la pone antes de pasar por nuestro lado y cerrar la puerta de golpe.

—¿Que hacen aquí?

—Oh, lamento arruinar tu intento de polvo.—La castaña sonríe divertida mientras ladea la cabeza.

—No arruinaste nada, ya habíamos terminado.—Papá le gruñe algo al oído y ella le sonríe. —No torture a nadie lo juro.

—Lástima que tu seas capaz de jurar sin tener que decir la verdad.—La castaña se ríe levemente y luego mira a Jazmin.

—¿Que te pasa Rojita?—Eso último lo dice en español.

—Nada... No sabía que te gustaban las chicas.

—Am... Si... Bueno, no me gustan las chicas, osea si me gustan pero no del todo... Lo que digo es que soy Bi.—Alzo mis cejas en sorpresa.

—¡Buenas tardes!—Grita el chico rubio que se presentó como Cárter.

—Son días idiota.—Dice la chica rubia que creo se llama Marta.

—Uno, ¿Porque putas tienen que gritar? Dos, Yo te dije que no te quería en mi casa y tres, ¿Alguno trajo el desayuno? Yo no planeo cocinar hoy.

—No... Pero yo preparo el desayuno, ¿Que hay en la cocina?

—Marta... Sabes que no hay casi nada, no he comprado la despensa.

—Bueno...

—¡Tía Tay, no nos queremos duchar!—Dos niñas morenas casi iguales vienen corriendo y se aferran a las piernas de la castaña.

KILLER TIES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora