capítulo 43

43 6 0
                                    

Le doy la última patada al saco de boxeo y me dejo caer en la colchoneta que tengo debajo, estiro mis piernas dejando que la sensación de  hormigueo por el cansancio se haga presente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Le doy la última patada al saco de boxeo y me dejo caer en la colchoneta que tengo debajo, estiro mis piernas dejando que la sensación de  hormigueo por el cansancio se haga presente.

Intento calmar la respiración mientras miro el saco quedarse quieto poco a poco, son poco más de las tres de la mañana y  sigo en el gimnasio. No he podido dormir por las pesadillas y ya llegué al punto limite de estrés y ansiedad.

Cuando estoy más calmada salgo del gimnasio y me siento en uno de los taburetes de la barra de la cocina, estoy toda pegajosa y sudada por lo que tomo una botella de agua y me la tomo casi completa.

—Señora.—Me volteo en dirección a Black.

—¿Qué pasa, Black? ¿Qué haces despierto a esta hora?—Me entraga un papel.

—Encontramos al dueño del móvil.—Sonrio y tomo el móvil que me entraga.

—Perfecto, puedes retirarte.—Asiente y se retira de la cocina.

Tomo el móvil y marco al número, ya con el nombre de la persona y con la información necesaria puedo llamar.

¿Hola?—Sonrío y niego divertida.

—Jm... ¿Será que ellas saben que estás de perro faldero con Massimo y Gustavo?

¿Quién habla?

—Me duele que no me reconozcas, hermano.—No me responde nada pero sigue en la llamada.—No seas mal educado, di algo.

Isabella...

—Hola, Tayler.—Canturreo.

Como...

—Soy bastante inteligente, además tengo personas que me ayudan, ¿Rea sabe que trabajas con él?

No es como piensas ¿Tú Cómo lo sabes?

—Soy más inteligente que ustedes, además tu bicho espia falló. Entrenalos mejor.

Yo no los entreno.

—Mm... Rea se pondrá loca cuando se entere de donde trabajas, según me dijo solo le dejaste a mi sobrina y te largaste.

¿Cómo están ellas?

—No soy recadera tuya, no planeo hablar nada contigo.

—Isabella, solo es una pregunta.—Dejo salir una risa.

—No me importa, no soy la niñita de seis años de antes. Trabajas con él y no planeo confiar en ti.—Bufo obvia.

—Hablemos, en persona y te explico todo.—Me lo pienso un momento.

—Ven aquí, no planeo ir a italia.—Me levanto y salgo de la cocina topandome con Iván parado en el salón dandome la espalda.

Me dirijo a él sin hacer ruido.

KILLER TIES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora