Parece que la madrugada se puso de acuerdo con mi ánimo, por la mañana y la tarde estuve bastante feliz por la fiesta de Athena.
No había caído en cuenta en la fecha de hoy, no va a ser un buen día para mi y tampoco creo poder dormir nada, por lo que no lo intenté mucho rato. Pasé un gran rato intentando dormir pero no lo logré, por lo que terminé bajando otra vez. Mi cabeza me va a jugar malas pasadas toda la noche y las pesadillas no van a acabarse por hoy.
Me quedo parada en el gran ventanal del primer piso viendo la lluvia caer, hay un clima oscuro pero calmado; me gusta este clima, al menos hoy. Tiene mucho contraste con mi ánimo.
Decido salir a caminar un rato sin importarme mucho la hora, tomo un paraguas y un abrigo del perchero. Salgo y disfruto de la brisa fría que choca en mi rostro, el bosque de al lado tiene un sendero al lado.
Nunca he caminado por ahí, el camino es muy lindo y tranquilo. No sé cuánto camino pero llegué a un sitio donde hay un pequeño riachuelo con tortuguitas pequeñas, me siento en la orilla del riachuelo y jugueteo con una rama en el agua.
Deben de haber pasado unas horas, ya hay algunos rayos de sol colándose entre los árboles, no sé por qué pero termino llorando más de lo normal, los primeros años si dolía pero ya había sobrellevado el dolor un poco. Aprendí a sobrevivir con eso pero hoy estoy más sensible de lo normal.
Vuelvo a la casa luego de un rato, cuando llego todos están en la salida de la casa y me acerco preocupada.
¿Qué pasó ahora?
—¿Qué pasa?, ¿Están bien?—El ruso se acerca.
—¿Dónde estabas?, ¿lloraste?
—Am... estoy bien, salí a caminar. Perdón si los asuste.
—¿Toda la maldita madrugada, Isabella?—Reclama Gael y respiro hondo.
—Yo... se me pasó el tiempo, ya dije que lo siento.—Entro a la casa y me tiro en el sofá.
Magnus y los Jones están sentados en el salón, no parecen nada preocupados. Ellos saben que siempre me termino sintiendo mal en esta fecha.
—¿Mejor?—Preguntan todos al unísono y asiento.
—Si, gracias.—No quiero hablar con Magnus y Rea todavía.—Abuelo, ¿podemos hablar?
—Claro, niña.—Vamos al despacho.
—¿Qué tan posible es tener unas vacaciones ahora? Digo para hoy mismo.
—¿Estás bien?
—Te voy a contar, pero promete no decir nada y dejarme hablar.—Asiente.
Le cuento lo que me dijeron Magnus y Rea, todavía estoy en exceso molesta con ella. Me jodio la vida por miedos estupidos por un bastardo machista y asqueroso.
ESTÁS LEYENDO
KILLER TIES.
Science FictionPerfecta, es la palabra con la que todos describen a la coronel alemana más conocida del mundo, bueno frente a todos no está lejos de serlo. Es valiente, inteligente y cuidadosa... Pero una misión desatará lo verdaderamente importante de ella, ¿Com...