Perfecta, es la palabra con la que todos describen a la coronel alemana más conocida del mundo, bueno frente a todos no está lejos de serlo.
Es valiente, inteligente y cuidadosa... Pero una misión desatará lo verdaderamente importante de ella, ¿Com...
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Cuatro horas de vuelo de Atenas a Santorini, las primeras dos politeraron los gemelos por lo que el ruso y yo nos disponemos a relevarlos.
—Esta isla queda en el trasero del mundo.—Comenta el ruso y rio.
—Es hermosa.
—Eso no le quita el hecho de que este en el trasero del mundo.—Decido callarme.
—Tengo calor.—Comento para mi misma.
No, es el clima lo que me da calor, es tener al maldito ruso al lado. Este idiota es un pecado andante en el cual estoy tentada a caer nuevamente.
Pero no quiero ceder, me mintió diciendo que no estaba con la pelirroja, si bien solo se casa por poder eso no le da el derecho de meter su polla en otros lados.
Hace unos días estuve investigando a todos los del equipo, no fue difícil darse cuenta que el ruso lo único que quiere es poder, la pelirroja es hija de la segunda persona más importante de toda Rusia.
Si quiere ascender al puesto de comandante supremo lo mejor es casarse con alguien como ella... Es una lastima que alguien tan talentoso ignore sus habilidades y decida irse por el camino fácil.
Todos aqui tenemos parentesco con alguien importante, por algo el entrenamiento desde pequeños, están destinados a hacer esto. En mi caso llegue con papá a los doce pero mi entrenamiento era para un fin parecido.
Algún día tenía que tomar el poder de todo, tenía que mandar sobre todo el imperio que habían creado y para eso necesitaba estar preparada para ello.
—¿Por qué tan callada?—Inquiere y solo lo miro sin decir antes volver mi vista al frente.
—A veces el silencio es lo mejor para apagar tu mente un momento.—Hablo sin mirarlo.
—Dicen que meditar ayuda.
—Debes cuidar de tu mente o te puede jugar un mal rato.—Lo digo por experiencia, la mente es más poderosa de lo que nos imaginamos.—La meditación ayuda a controlarla.
—¿No has pensado en usarla para las pesadillas?
—Si, no funcionó, creo que lo mejor a sido las terapias... Ayudaron un poco a que se fueran.—Asiente sin decir nada y vuelvo mi atención a a las pantallas.
Luego de unos diez minutos algo impacta en el helicoptero haciendo que el ruso pierda el control.
—¡¿Que mierdas pasa?!—Grito mientras me quito el cinturón.
—¡Impactaron uno de los costados, tenemos que descender!—Intenta estabilizar el helicoptero pero es imposible.
Diviso una isla a unos metros y decido tomar el control.
—Dame el mando.—Me mira confundido.—¡DAME EL MANDO, IVÁN!—Se quita dándome campo.
—¡Es imposible aterrizar ahí, Jones!—Nada es imposible.
