El escondite

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Omnisciente

¿Está mal sentir miedo? A veces, experimento miedo sin comprender su origen. Cuando era niño, escuché que "valiente no es el que no tiene miedo, sino el que tiene miedo y lo enfrenta". Sin embargo, en ocasiones, el miedo es abrumador, paraliza, cierra el pecho y dificulta la respiración. Lo más desconcertante es no saber a qué le tenemos miedo. El miedo parece crecer sin razón aparente, y aunque sé que hay muchas cosas que pueden infundir temor, enfrentarse a él es complicado. He escuchado que lo importante es no dejar que el miedo te detenga, pero ¿qué hacemos con esos miedos carentes de causa conocida? La incertidumbre sobre el objeto del miedo agrava la situación. Es como el monstruo debajo de la cama, ¿te acuerdas?

Mila

Enciendo la luz de mi celular, sorprendiéndome al ver a un pequeño niño con la piel pálida, ojos oscuros, algunas pecas y pelo rubio. Parece bastante asustado.

— ¿Quién es este niño? — miro a Kilo.

— N-no me miren a mí, les juro que no entiendo nada — responde nerviosa.

— Tu nerviosismo no dice lo mismo — duda Juan.

—Kila, tú y Lusca... —observo al niño.

—¡No! —farfulla.

—Es normal, ustedes son parejas —interviene Víctor.

—Pero qué les estoy diciendo que no —grita con frustración— ni siquiera hemos —baja la voz—... ya saben.

—¿En serio? —mira Leysi sorprendida.

—Sí, Leysi, en serio —masculla.

Marcela se acerca al niño — ¿Pequeño, fuiste tú el que rompió el cristal? —el niño no responde, solo mira a Ludmila — Ludmila, háblale tú.

— Yo n-no s-sé — trata de irse, pero choca con Víctor.

— ¿Qué te pasa, hermosa? ¿Ahora te asustas de un niño?—bromea Víctor.

— Lumi, ¿te pasa algo? — ella no responde, así que le hago señas a Marcela con la mirada en señal de ayuda.

Marcela se acerca a ella.
— Melli, ¿qué te sucede?

Ludmila gira para poder ver a Marcela, quien la observa con preocupación. No sé cuánto tiempo pasó, pero en un abrir y cerrar de ojos, Ludmila cae. Víctor, que estaba a su lado, la sostiene.

— ¡¿Qué pasó?! — grita exaltada Leysi mientras tocaba sus mejillas para ver si se levantaba.

— ¡Lumy! — exclama Kila al igual de sorprendida.

— Tranquilas chicas, vamos a recostarla — Víctor, quien la tiene cargada, la lleva a un mueble que estaba ahí.

— ¡¿Está bien!? — pregunto. — Está bien — repito. — ¡¿No le pasa nada?! — insisto aún más alterada. — ¡¿Están bien?!

Marcela me toma de los hombros quedando frente a mí.

— Tranquila, ella está bien, solo se asustó.

— M... Mira cómo está — escucho murmurar a Leysi.

— Preciosa, tranquila — Víctor la trata de calmar — tu hermana está bien, ¿qué tal si la dejamos descansar, sí? — ella asiente dudosa — ven, vamos a explorar esta cabaña — prende su celular y se la lleva.

— ¡¿Está loco?! La llevará a explorar esta cabaña — interviene Kila.

— Tranquila, reina — dice Juan — él sabe lo que hace, pero ¿qué hacemos con esto? — señala al niño.

¿ Todo tiene fin ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora