Omnisciente
"He creado un mundo aparte, donde todo es mejor. Al envolverlo en una burbuja, arrojé la llave para sellar mi escape y protegerlo solo para mí. Pero como dice Murakami, ¿no es tiempo de compartir algo precioso? A veces, abandonar mi pequeño rincón de felicidad es abrir los ojos a la posibilidad de descubrir nuevas joyas en la realidad. Quizás al compartir mi refugio, no solo enriqueceré la vida de otros, sino que también permitiré que mi mundo especial se entrelace con el vasto tapiz de experiencias que ofrece el mundo exterior. La verdadera belleza podría residir en la conexión y la apertura, más allá de las fronteras de nuestra propia creación."
Mila
—¿Estás loca? —grita Leysi.
—Vamos a empezar —me mira sin interés— Hola, Mila, cuanto tiempo —dice.
—¿Pero qué te pasa?
—Nada —sonríe— solo hago lo que debí hacer hace tiempo.
—¿Esto es por Lucas? —no responde, pero su gesto lo confirma— no puedes hacer esto solo por perder a alguien —grito tratando de soltarme— todos comprendemos tu dolor…
—No. —interrumpe— No comprenden mi dolor. Si lo hubiesen hecho, no se hubieran ido. Estaríamos buscando al culpable. —se acerca— ¿Ahora que los tengo atados, entienden mi dolor?
—Pero con esto no solucionarás nada, solo nos alejarás.
—¿Y quién los necesita?
—Tú nos necesitas. —grito con insistencia —Habla con nosotros, no te cierres, solo te alejarás de ti misma.
—Antes no hice nada, y de todos modos se alejaron —mira con decepción.
—¡No es así! —interviene Juan— yo vine a verte siempre. Mila trató de venir y no la dejaste. Leysi venía, aunque se sentía insegura. Marcela se escapaba para traerte alimento, aunque sabía que se lo negarías. Las niñas venían no solo por Tobías, sino también para verte.
Ludmila
Cuando conoces la verdad, puedes elegir qué hacer con ella: negarla o aceptarla. La buscamos con desesperación, pero también nos da miedo escucharla.
De pequeña, acepté mi verdad. Nada de este mundo es mío y, cuando menos lo espere, me lo cobrará.
Así que aprendí a no aferrarme a nadie, para que cuando la vida empezara a cobrar, no me derrumbara. Me hice tan fuerte que llegué a pensar que de verdad no me aferraba a nadie, hasta que conocí a Lucas.
Cuando todo iba bien, la vida me visitó y se llevó a mi madre con ella. Lo acepté; fue mi culpa. Con temor, le pedí que por lo menos permitiera que mi hijo creciera y no pasara por lo que pasé. Por lo visto, la vida no escuchó lo que dije y se llevó a Lucas.
Es cierto, nada de lo que pasó fue culpa de los chicos. Esto es mi culpa por creer que tenía derecho a ser feliz. La única culpable de su muerte soy yo, por ser egoísta. Si desde pequeña no hubiera sido tan malagradecida e ignorante, nada de esto pasaría.
Si le hubiera dado más cariño a Leysi, ella no se hubiera aferrado a Kila. Si hubiera respetado la extraña amistad que tenía con Kila, Lucas no hubiera muerto y si no hubiera arrastrado a Mila hasta aquí, de seguro sería más feliz. Pero, ¿por qué siguen detrás de mí cuando no lo merezco?
¿Quizás la vida me esté dando otra oportunidad?
Miro a los chicos, los cuales, a pesar de estar atados, no me miran con temor sino con ¿amor?
En ese instante, la vergüenza me abruma, y mi mirada se desvía hacia el suelo.
— Lo siento — susurro — Lamento ser así, lamento no haberme dado cuenta de lo que estaba haciendo — cubro mi rostro — Sé que también para ustedes es duro todo esto, no solo yo perdí a alguien — miro a Kila — Soy una egoísta, que solo quiso ver su dolor cuando vos también perdiste y cuando todos ustedes cargaron con su muerte. Solo quiero saber la verdad y que todo esto acabe.
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¿ Todo tiene fin ?
Детектив / ТриллерCuando buscamos la verdad, lo que en realidad buscamos es su consecuencia. ¿Pero estamos listo para conocer la verdad? ¿Estamos listos para afrontar su consecuencia? La verdad tiene un precio ¿Estamos dispuestos a pagarlo?