Omnisciente
A veces, nos aferramos a la frase "no pasa nada" para esconder lo que realmente sentimos. Tememos el juicio de los demás y nos enseñan a minimizar nuestras emociones. Pero es crucial reconocer que expresar nuestras verdaderas emociones es válido. No hay un enfoque único, pero empezar por ser honesto contigo mismo puede ser el primer paso para liberar lo que llevas dentro. Como dijo Anaïs Nin: "No vemos las cosas como son, sino como somos". Comprender y expresar tus emociones te permite ver la realidad desde tu perspectiva única. No dejes que el miedo al juicio externo te prive de tu verdad interna; tu autenticidad tiene un valor inmenso en la construcción de tu propio camino. La importancia de tus sentimientos no se compara con los de los demás; cada experiencia es única. Enfrentar tus emociones es valiente, incluso si el mundo a veces no lo entiende.
Mila
Un grito en medio del silencio fuera de la cabaña, y un escalofrío recorre mi espalda. El recuerdo de la primera vez que nos enfrentamos a algo similar aviva el miedo en mi interior.
—¿Qué fue eso? —Marcela mira a su alrededor— ¡Los niños! —exclama asustada.
Ludmila sale corriendo, y nos sumamos. Al salir, me encuentro con Jennifer en el suelo, su mirada refleja temor hacia Tobías, quien permanece imperturbable. Observo a mi alrededor sin identificar ninguna amenaza evidente.
En ese momento, Juan se acerca, toma suavemente mi mentón y me obliga a mirar hacia arriba. Una expresión de sorpresa se apodera de mi rostro al descubrir a alguien en la distancia, flotando en el aire.
—¿Está volando? —murmuro.
—No, no estoy volando —responde la persona, haciendo que su voz me resulte conocida—. Tobías, soy Lulú, ¿me puedes bajar?
—¿Pero cómo es esto posible? —pregunta Kila atónita.
—Es difícil de entender —Lulú responde con tranquilidad, como si estuviera acostumbrada.
—Alguien muerto, otro volando... creo que necesito terapia —dice Leysi con una risita nerviosa y expresión de temor.
—¡Tobías Hernández Castillo, la bajas en este mismo instante! —ordena con firmeza Ludmila, aparentemente acostumbrada a esto.
—Eso quiere decir que el niño es quien —señalo a Lulú—¿está haciendo esto? —pregunto incrédula.
—¿En serio te atreves a llamarlo por el apellido de Lucas? —le dice Kila a Ludmila con seriedad.
—¿Eso es lo que te preocupa? —interviene Víctor.
Todos olvidan la razón por la que estamos afuera cuando Lulú empieza a elevarse más alto.
—¿Qué crees que pensaría tu padre al ver lo que estás haciendo? —insiste Ludmila.
Pasaron unos minutos y Tobías la deposita con cuidado en el césped. En un instante, desaparece ante mis ojos, dejándome perpleja. Ludmila se acerca y la ayuda a levantarse.
—¿Estás bien? —Lulú asiente.
—Qué bueno que estés bien —interrumpe Kila—porque tenemos muchas preguntas que hacerte.
—Lo sé —suspira—, pero antes, esto es para ustedes —les entrega una carta a Kila y otra a Ludmila—. Esto se los dejó Lucas, creyó que las necesitarían.
Las chicas se miran y guardan las cartas. Ludmila, sin dar respuesta, entra a la casa.
—Disculpen —Leysi rompe el silencio—. ¿Alguien me puede explicar por qué volabas? ¿Cómo es que ese niño solo desapareció? —se acerca a Lulú—. ¿Por qué nos trajiste aquí? ¿Por qué fingirte que no conocías a niños? —al acercarse, toma del hombro a Lulú—. ¿Y qué rayos se hará con ese cuerpo?
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¿ Todo tiene fin ?
Mystery / ThrillerCuando buscamos la verdad, lo que en realidad buscamos es su consecuencia. ¿Pero estamos listo para conocer la verdad? ¿Estamos listos para afrontar su consecuencia? La verdad tiene un precio ¿Estamos dispuestos a pagarlo?