Respuestas

68 12 12
                                    

Omnisciente

La constante búsqueda de respuestas al "por qué" puede sumirnos en la inquietud y la ansiedad, creando un estado de desconcierto emocional. La necesidad de comprender lo inexplicable puede convertirse en una fuente de frustración. Aceptar que en la vida hay aspectos sin explicación no implica resignación, sino más bien liberación. Reconocer la limitación de nuestro entendimiento nos brinda la oportunidad de encontrar paz en medio de la incertidumbre, permitiéndonos avanzar con una perspectiva más amplia y equilibrada.

Como dijo Marcel Proust: "A veces, la verdadera respuesta al 'por qué' está en aprender a vivir sin tener todas las respuestas".

Leysi

Una niña pequeña se acerca a nosotros, es extraño, a pesar de que estamos en hora de clases, en este colegio no ofrecen cursos para tal edad.

—¿Quién sos? —interroga Kila— ¿Algún maestro te trajo? ¿Te escapaste de la guardería? ¿Cómo llegaste aquí?

Juan se acerca y pone sus manos en los hombros de Kila.

—Muchas preguntas, reina.

Kila lo mira de reojo —¿Es tu hermana?

—No soy su hermana —responde la niña con tranquilidad—. Díganme Lulú.

—¿Pequeña, conoces a los chicos? —interrumpo.

—Wow, sí que son idénticas —murmura, haciendo que la mirara con confusión—. Digo, sí, están en mi casa.

—¡¿Qué?! —gritamos los tres al mismo tiempo, provocando que Luisa se exaltara.

—Vamos, vengan —Con dudas, la seguimos.

Me sorprende ver que nos llevaba a un sótano. Llevaba mucho en esta escuela y no sabía que existía. Es un sótano estrecho y descuidado, lo que me hizo pensar que entraban pocas personas.

—¿Qué hacemos en el sótano? —comenta Kila sin asombro— ¿No nos llevarías donde ellos?

—¿Esta escuela tiene sótano? —dice Juan sorprendido.

Ignorándonos, Luisa mira su reloj un momento.

—Vengan aquí —nos dirige a una puerta que está debajo de una alfombra.

—¿Qué es esto? —indaga Juan.

—Hay otro sótano o qué —le sigue Kila.

—Un sótano dentro de un sótano... sorprendente —comento.

Luisa resopla coml si estuviera cansada de nuestras preguntas.—solo vamos— baja y nosotros con desconfianza le seguimos.

Mila

Noto que Jennifer se me acerca.
—¡¿Dónde está mi hermana?!—miro a los lados sin saber que contestar.

—Aquí estoy —grita Lulú saliendo debajo de la cama. Sonrío aliviada, pero me parece extraño que se escondiera ahí abajo.

—¡¿Estás loca?! —Jennifer se acerca y la ayuda a salir— Estaba muy preocupada por vos. ¡No te vayas así otra vez!

—Lo siento —se disculpa mientras sacude su vestido—. Traje unos amigos.

—¿Qué amigos? —Marcela se detiene al ver a Juan junto a dos chicas saliendo de ahí.

—¿Q… Qué? —suelto estupefacto.

—Ellos son Juan, Leysi y Mila —los presenta mientras los va señalando.

—¡¿Cómo sabes nuestros nombres?! —interrogan los tres al mismo tiempo.

¿ Todo tiene fin ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora