🦋Viviendo un sueño🦋

Capítulo 21 🦋 Propuesta

Jeremy

Todo lo que dijo Emily me afecto bastante, obviamente no se lo hice notar porque no quería hacerla sentir mal pero realmente fue un poco impactante saber todo por lo que ha tenido que pasar.

No mentí cuando le dije que era una guerrera, vive día a día con ansiedad, soporto a un novio abusivo por más de dos años, encontró a su hermano medio muerto y por lo que entendí también pasó por una fuerte depresión. Osea no lo dijo de manera directa pero por lo que dijo lo deduje, ya más adelante le preguntaré bien, encuentro que hacerlo ahora sería muy invasivo.

Ayer fue un día lleno de emociones para todos, y agradezco que luego de que Emily decidiera hablar con los chicos ellos nos dejaran a solas, es algo que ambos necesitamos y no lo digo porque tuvimos sexo, si no porque necesitamos tener un momento especial como pareja y es por eso que le pedí hacerle el amor. Sé que puede sonar cursi y empañados, o bueno, para mi lo es y se que para Emily igual, varias veces hemos tocado el tema y para nosotros el sexo siempre ha sido solo eso, sexo, pero es como si ayer algo hubiese cambiado. Y creo que al fin ambos descubrimos lo que es realmente hacer el amor.

Es algo inexplicable, sientes una conexión única con tú pareja, es como si ambos se conectarán de una manera tan íntima que... ambos se convierten en un todo, con tan sólo un acto puedes expresar todo lo que sientes por alguien. Y eso fue lo que traté de hacer ayer, prácticamente idolatre a Emily, ame cada parte de su cuerpo para que por fin entendiera lo hermosa y única que es y no solo en el plano físico, sino que ella entera, como persona. Es alguien perfecta tal cual es.

Y es por eso, que mientras duerme en mi pecho estoy contactando la academia de baile más prestigiosa de toda Inglaterra, que por suerte, se encuentra aquí en Cambridge, esta como a 45 minutos del departamento pero estoy dispuesto a realizar ese viaje todos los días para verla feliz haciendo una de las cosas que más ama.

Bueno y no es lo único que estoy haciendo, estoy organizando una pequeña escapada romántica para este fin de semana.

Son cerca de las 7, hoy comienza las clases a las 9 por lo que puedo darme un tiempo más para que duerma, anoche cayó rendida, fue un día muy intenso, lleno de muchas emociones. Luego de hacer el amor durmió hasta la hora de la cena donde con los chicos pedimos sushi y pizza, las cosas favoritas de Emily. Además nunca se lo he dicho pero no me gusta el sushi, no me pregunten porque, porque podría dar cientos de razones, y el problema de esto es que nunca se lo dicho a Emily y lo peor es cuándo me da a comer en la boca, no sé qué es más gracioso, si la cara de Matthew cuándo ve mi cara de sufrimiento o mi rostro de sufrimiento. Pero claro está que me los como prácticamente con arcadas pero las disimulo.

Trato de aprovechar el tiempo lo máximo posible porque durante la semana no creo que tenga tiempo para hacer esto aunque así lo quiera. Reservo todo y me comunico desde ya los chicos para ver quienes irán con nosotros y quienes se quedaran. Como siempre Nick y Darío viajarán conmigo, quisiera que fuera una de las chicas también pero por el tiempo no alcanzo a contratar más seguridad y Adriana y Lily ya están acostumbradas a Leah y Maya.

—Amor, despierta. Van hacer las 7:30. —se remueve enterrando en mi pecho si eso es posible. Le sigo hablando hasta que al fin se mueve quedando boca arriba. —Si no te levantas te atrasaras.

—Lo sé. —se queja, pero no sé mueve.

—Vamos amor, recuerda que te tienes que lavar el pelo.

—Agh, deberás. —parece que eso es lo único qué la motiva a levantarse. No entiendo muy bien porque pero Emily tiene una obsesión son su cabello, según ella dice que si pudiera no lo lavaria todos los días porque para su tipo de cabello, que es graso, no es bueno pero de todas lo hace pero igual se hace mil y un tratamientos hidratantes, incluso en un par de ocasiones le ayude, me gusta consentirla aunque sea con cosas simples como ayudarla con su cabello. Además se que ama ese tipo de detalles, su cara me lo dice todo, incluso un día camino a una sesión pase por fuera de una tienda de dulces que vende unas bolitas de chocolate que le encantan y dice que son casi iguales a unas que se llaman municiones que venden en Chile. La cosa es que por la noche cuando llegue con ellas se abalanzó sobre mi como si no me hubiese visto en semanas y su rostro de felicidad me lo dijo todo. Estaba agradecida y me emocionada que llegara con los dulces, sobre todo porque me acorde de ella y de lo que le gusta.