Ella me enseñó a disfrutar la vida de nuevo y a amar como no creía que se podía, o al menos que yo podría hacerlo.
Yo le enseñe a confiar en quien la quería y a que hay veces que es mejor pedir ayuda, y eso no nos hace débiles.
Aunque ninguno de los dos esperaba que eso pasara, ninguno de los dos esperaba aprender tanto del otro, tampoco enamorarnos y al menos yo, nunca esperé que se fuera tan pronto, o que alguna vez se fuera en realidad.
Ella alguna vez me preguntó si podría escribir un libro de amor.
Yo le había dicho que no porque nunca lo había vivido como para expresarlo en papel, a menos que de fracasos se tratara.
Ella me dijo que el amor no necesita ser perfecto, solo único y que cada uno lo definiría como lo siente.
Yo nunca creí que el amor y yo tuviéramos algo que ver después de años de malentendidos, ambos nos habíamos abandonado mutuamente.
Ella no sabía que nuestro amor para mí fue tan perfecto desde el día entregué mí corazón sin darme cuenta y que no quería volver a vivirlo con nadie más. Que podría pasarme toda mi vida intentando de explicarle al mundo todo lo que siento por Rebecca.
Yo no me di cuenta de qué era amor hasta que se me escapó de las manos y no me quedó nada más que aceptarlo y verla irse para cumplir todo lo que me contaba.
Este libro es para ella y todo lo que nunca pude decirle en voz alta y que mí corazón guardo porque creía que era demasiado pronto.
Para la chica que me enseñó tanto en 2 meses que logró marcar mí vida más de lo que alguna vez imaginé que alguien haría y que accidentalmente me enseñó tanto qué es amar y qué es un corazón roto.
Porque nunca pude decirle esas palabras en cuanto me contó su historia y su pasado, cuando más las necesitaba escuchar. Porque siempre ha sido la chica más fuerte y valiente que nunca necesitó a nadie más para luchar sus peleas, para enfrentarse a todos esos obstáculos que tenía la vida que me hacían estar orgulloso todos los días solo por verla ser maravillosa. A quien admiro porque cuando aceptó que necesitaba ayuda, lo hizo con la cara en alto.
Rebecca, mi dulce y querida Rebecca, por si alguna vez este libro llega a tus manos, ya sea por el destino o porque me atreví a mandarte una copia después de que se publicara, quiero que sepas que siempre quise lo mejor para ti y que inclusive, aunque el tiempo era corto para definir el amor, yo te amé y te amaré para toda la vida.
Que el poder decirte "Déjame cuidarte" era más una seguridad para mí que para ti y el poder saber que quizá me necesitabas un poco, al menos un poco como yo lo hacía.
Solo quería tomar esas mejillas que se quedaron impregnadas en mis manos por tantas veces que las sostuve para besarte y decirte mientras te veía a esos ojos cafés que me gustan más que el café mismo:
Déjame cuidarte de todo eso que te atormenta en las noches y no le cuentas a nadie.
Déjame cuidarte inclusive de la mosca más inofensiva que quiera arruinar de tu paz.
Déjame cuidarte del mundo y hacerte sentir que estás en casa conmigo.
Déjame cuidarte, déjame amarte, déjame quedarme en tu vida.
Así como yo te deje llevarte mí corazón.
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Déjame cuidarte.
RomanceLa vida nunca es justa. Está llena de subidas y bajadas que normalmente son las que te forman como persona, pero nadie cuenta que el proceso puede ser doloroso. Rebecca y Dominic lo saben tan bien que además de aprender a sobrellevarlo también han c...