No había podido dormir, quizá por la culpa o lo elaborado que tenía que ser este plan como para que mi madre nos creyera, además de que mi conciencia a cada rato me hacía la misma pregunta.
¿En qué carajos estabas pensando?
No había logrado cerrar los ojos por más de 5 minutos toda la noche sabiendo que esto era más loco de lo que pensé, muy arriesgado y que habría muchos cabos sueltos de por medio que no quisiera ni imaginar, que ya estaban dando vueltas en mí cabeza y los intentaba de escribir en mí celular antes de que se me olvidara alguno para cuando pensara con claridad pudiera examinarlos bien y tener un plan que nos salvara de la catástrofe. De que mi madre quiera matarme por evitar cualquier cosa.
Después de horas buscando el outfit perfecto para que mi madre no criticara a Rebecca, estuvimos creando el plan de cómo nos conocimos e información básica que ambos necesitábamos conocer, al menos lo necesario para 3 meses de relación por mensaje ya que ella tenía mucho trabajo y no quería atrasarse más de lo que dice que ya se atrasó.
Me puse a ver películas relacionadas al tema en la madrugada hasta que mí perfil de la plataforma parecía la de mí madre llena de películas románticas y comedias. Películas que se trataban de cómo es que fingían una relación a beneficio de ambos, solo que esta vez el único que tenía los beneficios era yo. Y algo que pude notar en las películas que hizo que mis preocupaciones aumentaron fue que a la mitad o un poco más tirando al final, siempre se descubre la mentira arruinando todo o al menos trayendo más problemas con todo lo de la mentira y las relaciones alrededor. Eso y que los personajes se enamoran de verdad encontrando a su alma gemela, cosa que no sucederá en esta situación, estoy seguro de que Rebecca ha de tener algún pretendiente que ha de estar esperando a que le haga caso y yo prefiero disfrutar el estar soltero, lo he hecho toda mí vida y no iba a dejarlo ahora que esta mentira me ayudaría a alejar las críticas de mí familia acerca del tema de no tener una relación estable por decisión propia.
Ahora estaba viendo el techo de mí habitación mientras el sol acechaba después de apagar la televisión al terminar otra película. Apenas eran las 6 de la mañana y yo estaba tan tenso que tenía que tomarme algo en estos momentos antes de ponerme peor. Quizá tomar café no era una buena idea, pero no me importaba, lo necesitaba, mi cuerpo me lo pedía para sobrevivir a mi madre en un par de horas, el alcohol nunca será una opción para librarme de mis problemas. No podía escribir, tampoco leer, todo me estaba distrayendo demasiado que me hizo dudar de quién soy o qué diablos estaba haciendo, en qué momento había decidido en meterme en una cosa tan tonta como esta y que yo lo planee. Por dios, soy Dominic Lucio. Nunca me habían importado este tipo de cosas. Ni la opinión de mí madre en cuanto mis parejas o la de nadie, y, aun así, aquí me tienen, dejando que mí inquilina finja ser mí novia a punto de hacer nuestro gran acto enfrente de mí madre para que no me mate por haber arruinado todo con la mujer que ella me había escogido y que creyó que iba a casarme con ella o que me lance a la siguiente opción.
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Después de arreglarme con una camisa negra y unos jeans con mis botas del mismo color esperé a que fueran las 7:30 para bajar a ver a Rebecca y saber si ella estaba igual de preocupada que yo. Mi madre llegaría a las 9:00 para ir a algún restaurante extravagante para impresionar y asustar a Rebecca de que la familia tiene dinero. Cuando bajé en el elevador a su piso lo que me encontré solo me hizo tensarme más al punto de que casi grito cuando la vi cubierta de sudor y en ropa deportiva tomando agua y con sus audífonos puestos intentando de abrir la puerta. Algunos cabellos salían de su coleta y jadeaba mientras su rostro estaba rojo. Me sonrió mientras yo me acercaba a ella asustado, paniqueado realmente.
—Buenos días, Dominic, ¿qué tal dormiste?
Y aun así actuaba como si nada. Estaba como si nada, no estaba entendiendo la gravedad del asunto.

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Déjame cuidarte. EDITADA
RomanceLa vida nunca es justa. Está llena de subidas y bajadas que normalmente son las que te forman como persona, pero nadie cuenta que el proceso puede ser doloroso. Rebecca y Dominic lo saben tan bien que además de aprender a sobrellevarlo también han c...