Lejos De Nuestra Constelación

Con Cariño: Rigel

Un largo e interesante mes, donde todos nos unimos como amigos, dejamos nuestras indiferencias y el poco odio que nos teníamos, incluso parecíamos los de hace un año, pero cada uno con cicatrices y heridas irreparables. Queremos que los últimos meses de Mariana sean los mejores, donde la recordemos como una persona feliz por haber vivido aunque sea un poco.

A todos nos dolió su decisión, aun recuerdo esa plática llena de promesas y corazones rotos.

Flashback

Mariana nos mandó a llamar a todos a su habitación, era el cuarto día que pasaba con ella a su lado. Sus palabras de una posible despedida sonaban cada vez más fuerte en mi cabeza, siendo un tormentoso desastre.

Cuando al fin todos estuvimos dentro, ella se dispuso a hablar.

- Tome una decisión desde hace un tiempo. - murmuró.

Todos sabíamos a qué se refería. En estos días habíamos sido espectadores de su sufrimiento, su dolor le impedía muchas cosas que son tan simples. Su estado no era el mejor y sus niveles de vida cada día disminuían.

Cada vez que el Doctor salía a decirnos cómo estaba Mariana, eran casi las mismas palabras.

"Está empeorando, no hay mejoras visibles".

Y de eso seguía la peor parte.

"Sus probabilidades de vida son menores del sesenta por ciento".

Esas fueron sus palabras en la última vez de su chequeo. Ella no mejoraba. Cada día para nosotros era peor que el anterior. Dennis se quería hacer mi fuerte, pero no podía, había varias veces que se desmoronaba en segundos y también yo junto a él.

Salí de mi trance cuando escuché voces.

- Mariana por favor, te necesitamos. - dijo un ojeroso Esteban.

- Nos lastimas. - susurro lucia abrazándose a Nicholas.

- Solo quiero que sean felices y yo no quiero vivir una vida así.

- ¿Tu crees que yo seré feliz?, acaso piensas que viviré en este mundo feliz, sin ti. - murmuró un enfadado Dennis.

- Pecas, ya hablamos de esto. - dijo cansada.

- Tenía mucho que no me decías así. - la miro con dolor.

- Sabes que siempre he amado tus pecas ¿no?. - sonrió un poco.

- No intentes cambiar de tema. - susurro. - Mi felicidad eres tú.

- Dennis...

- Todo lo que quiero es a ti, si tú no estás, esto no tendría sentido. Perfeccionamos nuestro futuro y quiero cumplirlo. No puedes solo abandonarme cuando estábamos apunto de cumplir nuestros sueños. No se si podría vivir solo con tu recuerdo. Quiero seguir despertando todos los días de mi vida y poder tocarte. Quiero que tus labios sean lo único que sienta en mis peores momentos. No quiero, te necesito a mi lado, eres todo lo que quiero.

- Lo siento. - pronunció Marina con la voz rota.

- Yo también lo hago.

Sin más que agregar Dennis había salido de la habitación dejando a una Mariana dolida por cada palabra que pronunció el amor de su vida. Sabíamos que esto sería algo demasiado duro para ambos. En el caso de Dennis era dejarla ir y en caso de Mariana era soltarlo, todo esto terminara mal.