Hasler

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El día que ella murió... una gran parte de mi alma se unió a la oscuridad.

Observaba desde los árboles como era sepultada mi mejor amiga. Tenía demasiadas ganas de abrazar a sus padres y a Dennis, pero no era capaz de acercarme al lugar, porque sabia que seria una despedida y aun no podía dejarla ir... aun la necesito.

Los recuerdos de aquel día en el que la vimos partir regresó a mis pensamientos invadiendo cada parte de mi cuerpo con un amargo sabor.

Flashback.

Los sollozos se podían escuchar en el pasillo y en el cuarto. Todo a mi alrededor pareciera que un momento fue colorido para ahora solo tornarse negro.

Aferrado el rubio al cuerpo de Mariana le susurraba palabras de amor como si ella estuviera ahí escuchándolo. No hacían falta palabras de consuelo porque nada surtirá efecto en aquel rubio.

El ya no la volvería a ver.

El ya no podrá besarla.

El ya no podría decirle cuánto la ama siendo escuchado por el amor de su vida.

El ya no recordara su voz en unos años.

¿Y yo?... yo solo pasare cada miserable día extrañándola.

Después de todo, no podía curar al rubio cuando estoy más rota que él.

El brillo se fue de mi completamente hace un tiempo, pero hoy solo veo un vacío.

— Vuelve, prometo amarte cada día mas. — susurró aquel chico rubio.

— Dennis...

— No puedo y no quiero seguir sin ti. — movió ligeramente el cuerpo inerte de Mariana.

Tan solo eso fue suficiente para querer salir corriendo.

— Perdóname. — susurré.

Bese su mano ya fría y me aleje dirigiéndome a la puerta. No podía cumplir su promesa sabiendo lo jodida que estaba.

No podía cuidar de él.

Sin importarme las miradas de mis amigos y la de Román, tomé el ascensor y justo cuando este se cerraba Román se interpuso, a lo que yo simplemente negué. Necesitaba un momento a solas... o una eternidad.

El me observo no estando seguro de mi decisión hasta que algo cohibido se atrevió a soltar las puertas dejando que estas se cierren completamente.

Al momento que se cerraron lo único que pude hacer fue llorar.

Llorar por que perdí a la mejor persona que he conocido.

Llorar porque estoy segura que la decepcionaré.

Pero no dolió demasiado porque ya estoy acostumbrada a decepcionar a los que más amo.

Una mentira más.

Fin del Flashback.

Los sollozos de Dennis se podían escuchar aún a la distancia que estaba y me dolía tanto no poder hacer nada. Nuestros amigos se veían realmente destrozados, todos lloraban su muerte y yo no era la excepción.

La pequeña ceremonia duró algunos minutos hasta que bajaron el cuerpo y lo cubrieron de tierra. Me dolía la escena que presenciaba en estos momentos. ¿Cómo se supone que seguiría mi vida sin ella?, ahora mismo me siento vacía y no puedo imaginar cuando pasen los días como me sentiré.

Lejos De Nuestra ConstelaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora