//Chapitre 20//

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Siendo las ocho de la noche, Gabriel llegó al dormitorio de Nathalie, como acostumbra, entro sin golpear, encontrándose con la mujer, luciendo más que hermosa y esperando sentada en un sillón.

─Luces espléndida─ musito este acercándose, ella solo sonrió ─¿Estás lista?

Cundo Nathalie asintió, este se acercó a ella y la tomo en brazos, luego fue hasta la puerta, la mujer fue quien la abrió ya que el tenía sus manos ocupadas, ambos salieron de ahí, para ella volver a ver el resto de la mansión después de pasar varios días encerrada, le traía mucha emoción y parecía como si viera un mundo nuevo.

En pocos minutos estuvieron en el comedor, y a penas el hombre puso pie ahí, los dos fueron recibidos por unos gritos y una lluvia de confeti.

Feliz cumpleaños.

Gritaron todos los que estaban allí presentes, los cuales eran, Adrien, Theo, y Caline.

La mujer escondió su rostro en el pecho de su jefe, para evitar que los demás la vieran emocionada, Gabriel espero unos segundos en la puerta y luego comenzó a caminar, para dejarla sentada en la cabecera de la mesa.

─Gracias, no era necesario─ menciono con pudor

─¿Como que no?─ Theo se acerca y la abraza ─La niña mas hermosa de la ciudad merece festejar─ besa su cabeza ─¿Cuántos cumples, veintidós?─ se sienta

─Que tonto eres─ lo reto sutil, el río

─Pensé que cumplía veinte─ se sumó Gabriel; Theo sonrió ampliamente y Nathalie se sonrojo

─Estoy vieja, por eso odio festejar─ confesó con vergüenza ─Cumplo cuarenta

─¿¡Que!?─ exclamó Caline llamando la atención de todos ─Es imposible, se ve de treinta, treinta y dos años

─Mi hermana es adicta al cuidado de la piel, es por eso que el mejor hermano del mundo le compro esto─ de la nada saca una caja con productos de belleza y cremas para la piel, la mujer al verlas rápidamente las tomo, causando la risa de padre e hijo

─Necesito su secreto, tengo treinta y tres, y me veo de cincuenta─ comento con desilución

─Bueno. . . como hoy me ayudó y veo que me chantajeó para que Theo pudiera venir sin que yo me enteré, seré buena y le compartiré mi secreto, tómelo como una ofrenda de paz─ la contraria sonríe

Los presentes comenzaron a comer, entre risas y vieja anécdotas de parte de Theo, en determinado momento, Gabriel trajo el pastel, Nathalie al verlo se puso tan feliz que parecía una niña pequeña viendo por primera vez un dulce; todos cantaron el feliz cumpleaños, ella apago las velas y luego procedieron a darle los obsequios.

─De mi parte─ hablo Adrien extendiendo un pequeño regalo, ella lo tomo y lo abrió con rapidez

─Gracias, me encanta─ era un sujetador de cabello adornado por una rosa roja

Luego se acercó Gabriel y le extendió el suyo, ambos se quedaron mirándose por unos segundos, luego ella lo abrió, descubriendo el collar, el cual estaba abierto y enseñando la foto de ellos tres, rápidamente sus ojos se llenaron de lágrimas.

─Muchisimas gracias─ sin dudarlo se lo colocó, mientras admiraba la foto en su interior

─Se que me odia, pero de todas formas no pude evitar comprarle algo─ intervino Caline y le acerco un obsequió, Nathalie lo abrió y descubrió un bolígrafo negro con su nombre grabado

─Gracias. . .Caline, es muy bonito─ lo admira ─De verdad me gusta─ lo sigue admirando, luego pasa uno de sus dedos por las letras grabadas ─Cuando era más jóven─ sonríe ─Siempre quise tener algo así, me hacía sentir importante, pero luego olvidé el asunto y jamás lo hice. . . gracias de verdad─ la mira, la contraria sonríe

La noche terminó, Theo se despidió de su hermana y Gabriel la llevo a su dormitorio, Caline antes de irse la ayudo a volver al pijama, parecía que las cosas entre ambas ahora irían mejor, antes de dormir, Gabriel paso por la habitación y como siempre, se sentó alli para hablar con la mujer.

─Aunque no me gusta festejar, gracias─ musito ella ante el silencio del lugar

─Eres especial para mí Nathalie, quería hacer algo lindo por ti.

─Y no sabe cuánto se lo agradezco, había olvidado lo divertido que es un cumpleaños. . .

─El año próximo lo volveremos a hacer, y será aún mejor─ la mira

─Eso espero. . .

─Bueno, no te molestó mas, descansa─ se levanta

─Su presencia no es molestia señor─ el la mira y sonríe

─Buenas noches.

Gabriel salió dejando a Nathalie completamente enamorada, se sentía como una adolescente, su corazón latía a mil por hora y parecía que iba a salir eyectado de su pecho.

Miraculous: Demasiado PequeñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora