//Chapitre 40//

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Caline y Gabriel estaban sentados en la sala, ambos a solas, solo se miraban, el ambiente estaba extraño, parecían dos desconocidos. En ese momento se comenzó a sentir un rechinar extraño, como si se tratará de un resorte de plástico chillón que se contraía y extendía de forma molesta, ahí la puerta se abrió, dejando ver a la flamante figura de la única e indiscutida asistente de esta casa, ahora Nathalie sería conocida por ese espantoso sonido producido por la prótesis, en vez de su aterrador repiqueteo de tacos sobre el mármol.

─Se siente muy bien estar nuevamente dentro del uniforme─ sonríe y se acerca, con ella traía una bandeja con tres tazas ─Y también se siente bien hacer tu propio cafe─ deja las tazas

─Me alegro que este bien señorita Sancoeur─ sonrió la docente ─Espero podamos entablar una amistad como habíamos hablado

─Me temo que eso es imposible. . .mi trabajo requiere de mucho tiempo y somos de dos mundos muy diferentes─ bebé café ─Pero mantendré mi promesa de recuperar su puesto─ Gabriel se asombra ─No me gusta decirlo, pero. . .Damocles es mi tío político─ el diseñador se ahoga con el contenido de la taza ─Hare que vuelva a trabar muy pronto

─Se lo agradeceré mucho. . .ese trabajo es mi vida─ menciona con melancolía, luego bebé un poco del café hecho por la ejecutiva, que a decir verdad, era muy bueno

─Lo tendrá, se lo aseguro, no hay nada que Damocles no haga en memoria de la querida tía Esthella─ continúa tomando café, hasta terminarlo ─Si me disculpan iré a despertar a Adrien─ se levanta y sale

Cuando el rechinar de sus prótesis se deja de oír, Gabriel procede a hablar.

─Fue muy grata su estadía aquí, le agradezco haber tomado semejante trabajo con todas las dificultades que se le propusieron.

─Me hubiera encantado quedarme más tiempo.

─Usted sabía bien que este día iba a llegar. . .

─No creí que fuera tan pronto─ desvía la mirada ─Pense que podríamos coexistir juntas

─Si Nathalie tuviera otro temperamento, y las circunstancias fueran otras, tal vez.

─Le agradezco su generosidad señor.

Aquel molesto chillido se vuelve a sentir, anunciando que la ejecutiva venía de regreso a la habitación, rápidamente entro, acompañada del menor.

─¿Padre tu también estás contento de que Nathalie regreso?─ pregunto rápidamente

─Si hijo, demasiado─ contesto tranquilo

─Estoy feliz ahora nuestra familia se agrandó─ comento sin borrar su sonrisa

─¿A qué te refieres?─ cuestionó el de ojos grises

─Bueno, Nathalie necesitará ayuda, y estoy seguro de que la señorita Bustier se quedará con nosotros─ la mujer baja la vista ante eso

─Hijo, Nathalie no necesita ayuda, está muy bien, la señorita Bustier ya se iba─ la mira, está tenía su vista escondida en la taza

─Pero no te preocupes Adrien, ahora te llevaré al François y haré que la señorita Bustier regrese a dar clases, todo será como antes─ intervino para evitar darle la posibilidad a la mujer de hablar ─Vistete y saldremos de inmediato─ el chico asiente y se va, Nathalie camina hasta sentarse nuevamente ─¿La llevamos hasta su casa?, no creo que se pueda reincorporar hoy mismo─ menciono con un tono superior, tanto, que la contraria se sintió ofendida

─No hace falta, mejor me retiro, fue un placer─ se levanta

─Espere─ menciono la de mecha roja haciendo que la mujer se clave al piso antes de llegar a la puerta ─Esta olvidando devolver las llaves que le dan acceso a esta casa. . .su repentina entrada hoy me hace pensar que aún las tiene─ Gabriel se da cuenta que olvidó hacerlo

─Cierto, que tonta─ se gira y vuelve a la mesa, introduce su mano en uno de los bolsillos de su saco y extrae el manojo de llaves ─Aqui tiene─ se lo entrega, Nathalie lo toma con gusto

─Ahora si se puede ir.

Caline sonríe con mucha dificultad y ahora sí se marcha sin ser detenida, Nathalie se queda observando las llaves con victoria, luego se las extiende a su jefe y este la mira con desconcierto.

─Es bueno estar devuelta─ se levanta

Nathalie deja el lugar a paso tranquilo, Gabriel la mira, este nuevo aire le quedaba muy bien, aún no podía entender como ella podía tener ese toque, te dejaba embobado con simples pequeñeces.

Al terminar el café, el hombre se acercó a la entrada y por la ventana vio como su hijo y la mujer de sus fantasías, abordaban el auto y se iban rápidamente con destino al instituto.

─Todo volvió a ser como debía ser, pero nada se siente igual─ suspira y se mete en el atelier, quería diseñar

El auto de la mansión paso a toda velocidad cerca de Caline, y al hacerlo la baño con un poco de agua estancada que había en la calle, la mujer hizo berrinche y al ver la patente del auto sintió una punzada fuerte en el centro de su pecho, los días arduos de trabajo y el amor que le había dado a lo que hacía, no habían servido de nada, ni siquiera el haberse entregado a su jefe basto para mantenerse allí, no pedía nada más que continuar en su puesto y tener la dicha de poder ver al hombre más guapo de la ciudad todos los días.

A todo esto Nathalie y Adrien llegaron al François, la pelinegra no pasó desapercibida, todas las miradas se enfocaron en ella, más aún en las prótesis metálicas que adornaban sus piernas y espalda.

Después de caminar un poco, la mujer llegó hasta el despacho del director Damocles, y se metió allí sin haberse molestado en tocar.

─Señorita Sancoeur, que alegría verla, pensé que algo malo paso, la última vez tuve que lidiar con el señor Agreste.

─Vengo por eso. . .y otra cosa más, vera, estoy reanudando mis funciones al lado del señor Agreste, y olvidé que Adrien continúa suspendido, ¿podría revocar su penitencia?

─Lo haré, solo porque es uno de nuestros mejores estudiantes, además de que el señor Agreste no quiso negociar un castigo menor.

─Le aseguro que el comportamiento de Adrien será mucho mejor a partir de ahora─ sonríe

─¿Algo más?.

─Si, pero te quiero pedir un favor más personal. . .tío─ el hombre se asombra

─Pense que no querías que nos tratemos de esa forma.

─Necesito un favor─ sonríe

─Eres igual a tu tía. . .¿que necesitas?.

─Caline Bustier fue despedida por culpa de los berrinches de la señora Burgeois, y eso me afectó a mi, creo que sabes muy bien que no tolero que algo se meta en mi camino.

─Lo se. . .pero no puedo

─Si puedes─ lo interrumpió ─No olvides que la culpa del ataque al corazón que sufrió la tía Esthella, es tuya─ el hombre desvía la mirada ─Devuelvele su trabajo, y si Audrey presenta problemas deberías sancionar un comité disciplinario, todos sabemos que el ministerio de educación no responde a las pretensiones de la concubina del alcalde

─Muy bien, lo haré─ suspira ─Pero prométeme que me vas a librar del cargo sobre el accidente que sufrió Esthella, tu mejor que nadie sabes que no fue mi culpa

─Hare como que tienes razón, siempre y cuándo cumplas con lo que pido, no es nada comparado a lo que me exiges.

─Tienes mi palabra.

─¿Ya te dije que eres mi tío preferido?─ sonríe, el rebusna ─Hasta pronto director Damocles─ se levanta

─Tenga buen día señorita Sancoeur, le comunicaré a Caline que a partir de mañana está restituida en esta institución─ toma el teléfono

La ejecutiva sale del lugar, baja las escaleras, le comunica a Adrien que puede volver a clases, y se va triunfante del edificio, para regresar a trabajar, algo que espera con ansias desde el día que supo que podría caminar otra vez.

Miraculous: Demasiado PequeñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora