Miraculous: Demasiado Pequeño

//Chapitre 25//

Gabriel había entrado en la habitación de Nathalie después de estar ausente todo el día; solo estaba ahí, sentado, viendo el tablero de ajedrez con una expresión de desconcierto.

─¿Está todo en orden señor?─ hablo la ejecutiva después de observarlo por unos minutos

─Perfectamente─ contesto sin mirarla

─Lo noto disgustado, ¿acaso la visita de Samie y Theo lo molesto?─ el la mira, ambos se quedan eclipsados por el otro ─Prometo que no volverá a pasar

─¿Por qué sería eso la razón de un disgusto que no existe?─ fingió relajarse ─No sabía nada sobre este. . ."Samie"

─El es un buen amigo de mis días estudiando para la licenciatura en antropología─ explico

─De repente tienes muchos amigos─ se cruza de brazos

─Samuel es mi único amigo─ replicó notoriamente molesta

─Desconocia esa información─ mueve una pieza por instinto ─¿Son buenos amigos?

─Si─ sonrió ella

─¿Y que fue eso de que seas su esposa?─ lo dijo, se sentía humillado, nunca pensó meterse en algo tan personal, pero la duda le quemaba como si recién hubiera bebido café caliente de forma apresurada y el líquido bajara lentamente por su esófago haciendole arder

─Samuel y yo fuimos novios después de que rompí con Vincent. . .el juro que me haría su esposa y la mujer más feliz del mundo, pero no perduró mucho nuestra relación, yo aún seguía enamorada de Vincent y no podía corresponderlo de la misma forma en la que el me correspondía.

─¿Y ahora?.

─¿No habrá tomado los chistes de Samie enserio?.

─No lo conozco como para disernir entre una broma y la realidad.

─El solo bromeaba, no tome enserio nada que pueda salir de la boca de Samie o Theo, los dos son tal para cual. . .unos bobos─ suspira

─Si tu lo dices─ el se levanta Y camina hasta quedar frente a frente con la mujer ─¿Entonces para que quede claro, no habrá ninguna boda?

─¿Tiene miedo de no ser invitado?─ alza una ceja, el desvía la mirada

─Claro que no─ bufo ─Me sorprende que de repente mi asistente pueda tener un pretendiente con intenciones de llevarte de aqui

─Que bueno que Caline está aquí─ decidió jugar con el ─Pero por el momento no va a ser necesario que extienda su suplencia, no habrá boda, lamento si se iluciono

─Te has vuelto demasiado sarcástica─ se gira y camina hasta la puerta ─Me alegra que no haya boda─ sale

El rostro de Nathalie comenzó a arder, ¿acaso su jefe y amor platónico acababa de tener un ataque de celos por culpa de Samuel Burden?, todo indicaba que si, y eso en el fondo la hacía feliz, tal vez era su imaginación, pero eso significaba una sola cosa, el algo debía sentir por ella.

El día en la mansión paso de forma calma, Gabriel hoy pudo diseñar en tranquilidad, acompañado de su asistente, la cual redactaba emails y de a ratos se tomaba breves descansos para leer las noticias, después de todo, no tenía tanta carga de trabajo como su predecesora.

─Señor─ hablo está llamando la atención del platinado ─Acaban de enviar un email desde Textil Burden─ la expresión en el rostro del hombre reflejo asombro ─Nos comentan que el nuevo CEO le envía en muestra de gratitud y a modo de presentación como nuevo gerente de la empresa, un destacamento de una nueva línea de telas de muy buena calidad y de edición limitada, exclusivamente para usted─ el hombre se queda sin habla, la mujer lo mira ─¿Que debo hacer, agradezco?

─No hace falta que respondas, ¿dice algo más?.

─Solo que el presente llegará en las próximas cuarenta y ocho horas y que el nuevo CEO gustaría tener una entrevista de negocios con usted directamente, pero Nathalie fue clara con esas cosas, no debo aceptarlas.

─Diles que si, que ire─ la interrumpio

─¿Está seguro?.

─Absolutamente.

El lugar quedó en silencio, los dos volvieron a sus actividades pero nada fue igual desde ese email, la mujer se preguntaba el porque de su actitud, y el, pensaba en aquel molesto hombre que había estado en su casa, metiéndose en sus cosas y seguramente queriendo tener buena relación con su marca, para acercarse a su Nathalie.

─Maldito─ susurro mientras trazaba líneas en la pantalla de su podio

Caline lo miro con discreción, había escuchado el insulto, pero no entendía con exactitud la razón, después de todo, tener telas exclusivas era algo que debería ponerlo feliz, pero por el contrario, estaba muy enojado y maldiciendo por lo bajo.

En ese instante la computadora de la pelirroja sonó, haviendo un ruido estrepitoso, Nathalie la contactaba.

─Bustier, necesito tu asistencia─ hablo fríamente ─Por favor─ agrego disgustada

Con eso la de blanco supo que se venía otro favor personal, ella únicamente es amable cuando tiene que sacar provecho con algo, ante eso, la docente sonrió, se levantó y cortó la comunicación para seguirla en la habitación de su superior.

Gabriel observó todo en silencio, preguntándose qué era lo que necesitaba ella de Caline, como estaban las cosas últimamente, jamás pensó que la llamara para pedirle algo, molesto, fue hasta una de las gavetas que había ahí cerca, abrió una puerta, tomo la botella de cristal llena de whisky, un vaso, se sirvió y degustó el líquido alcohólico que lentamente lo relajaba con cada trago.

─¿Que demonios me pasa?─ bufo sirviéndose otro vaso, al mismo tiempo que miraba a través de la ventana ─Solo son amigos Gabriel, ¿que te preocupa?─ mira el cuadro de reojo ─¿Por qué no me puedo concentrar en ti?─ se pregunto terminando el segundo trago, sin obtener respuesta por obvias razones, se sirvió un tercero y guardo la botella, luego, con vaso en mano salió del atelier para ir a la habitación de su querida amiga, al llegar ahí, encontró a ambas mujeres riendo ─¿Desde cuándo ustedes?─ pregunto sin sutileza

─¿Pensé que le agradaría vernos así?─ menciono la teñida ─Gracias Bustier por hacerlo, no puedo enviar a nadie más

─Es un placer que cuente conmigo, los dejo solos─ rápidamente se va

─¿No es algo temprano para beber?.

─No hay hora para un vaso de whisky. . .

─¿Uno?─ el desvío la mirada ─Solo toma whisky cuando es un mal día, ¿paso algo?

─Tu odioso amigo, eso pasa─ se termina el vaso de un sorbo, se gira y deja la habitación

Con eso, Nathalie confirmo que su jefe, y aunque parezca la cosa más extraña de todo el universo, estaba completamente celoso de Samuel.