//Chapitre 14//

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Era un nuevo día en toda París, Gabriel se levantó de mal humor, había logrado dormir solo dos horas, el paseo con su asistente y la pequeña pelea que tuvieron le habían quitado las ganas de dormír, ahora, en la cocina tomaba un poco de te de hiervas, evitando el café, quería acumular todo el sueño posible para después poder dormirse sin problemas.

Al cabo de unos minutos Caline entró toda alborotada por la puerta, este la observó con extrañeza, la mujer lucía empapada, y al mismo tiempo exhausta.

─¿Llueve?─ pregunto crédulo

La contraria se asustó, colgó su bolso en el perchero que allí hay, se giró caminando hacia el y lo observó.

─Si señor, pero hoy me retrasé, de no haberlo hecho esto jamás me hubiera pasado.

─Debió volver, no puede estar así todo el día va a enfermar─ se acerca a ella ─Venga conmigo

El empezó a caminar, ella lo siguió en silencio, ambos llegaron hasta la planta alta y el se dirigió a su habitación, la mujer se quedó del lado de afuera, hasta que esté le indico que ingresé, una vez allí quedó maravillada ante lo inmensa que era la recamara, adentro incluso tenía un escritorio y una gran vitrina con varios diseños.

─Aqui tiene─ le extiende una toalla, ella la toma ─Use mi baño personal, tomé una ducha caliente, le dajere aquí algo de su talla que pueda usar

─Gracias señor─ artículo en tono bajo

─La veo más tarde─ comienza a caminar y sale

La mujer suspira y entra en el baño con rapidez, el gesto de su jefe gracias a la inoportuna lluvia, le había acelerado el corazón.

Abajo Gabriel diseñaba con tranquilidad, hoy estaba sumamente inspirado, y el ruido de la lluvia en el exterior le transmitía tanta tranquilidad que se sentía muy agusto.

En ese momento Adrien entro en el atelier para informarle que estaba lloviendo demasiado fuerte como para salir, este entendió y le permitió quedarse, ante eso el chico se fue tranquilamente.
Gabriel no sabía lo que era permitirle a su hijo hacer cosas normales como por ejemplo quedarse en su casa por un día de lluvia, otro día lo hubiera mandado de todas formas sin claudicar y hasta argumentando que la lluvia no lo dañaría, pero hoy, estaba sumamente y extrañamente feliz, que prefería darle a su hijo un poco de libertad, después de todo, el también fue niño alguna vez.

Tras un rato largo de diseñar, finalmente, Caline se hizo presente en el lugar, Gabriel mentiría si no dijera que el traje que le dejo a su disposición no le quedará muy bien, su ojo de diseñador aún seguía afilado, puesto que le atino a sus medidas sin ningún problema.

─En media hora tiene vídeo conferencia con los inversores chinos─ dijo ella en tono neutro

─Muy bien.

─La señora Tsurugi llamo, dice que el prototipo ya fue comenzado, pero que tal vez tarde más de lo que anunció debido a un problema de importancion.

─Dile que no hay problema, ¿algo más?.

─Nada más por ahora señor─ se sienta en el escritorio

─Te informo que le concedi a Adrien quedarse─ comento apartándose del podio, ella asintió ─Si me necesitas estaré con Nathalie

El empezó a caminar hasta abandonar por completo el lugar, antes de subir, fue a la cocina y preparó el desayuno, una vez tuvo la bandeja lista, subió, lentamente abrió la puerta y se encontró con Nathalie ya levantada en medio de una video conferencia.

─Me alegra mucho oir eso, eres un gran hombre y muy capaz.

Gabriel se queda estático, esperando que la llamada terminé.

Miraculous: Demasiado PequeñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora