Nathalie tosia con desesperación, mientras era observada por Gabriel, la conexión a todas las máquinas había sido exitosa, gracias a qué el miraculous ahora estaba reparado, ella estaba fuera de peligro, con el paso de las semanas se pondría mejor, aunque los daños fueron muy catastróficos en su cuerpo, lamentablemente la mujer había perdido la movilidad de sus piernas, y hasta que el hombre consiga una solución para esto, ella estaba confinada a su habitación.
─Soy una inútil, lo sé, no tienes que verme así─ bufo ella
─No te veo de ninguna forma extraña.
─Si que lo haces. . .
Ella baja su mirada el se acerca y se sienta en la punta de la cama, el silencio inunda la habitación.
─Tengo remordimiento por esto.
─Basta de eso, todo fue por mi propia voluntad.
─Pero podría haberte detenido, en cambio te explote─ suspira
─Olvidate de todo esto, mañana estaré mejor y dejaremos todo atrás.
─Ambos sabemos que eso no es cierto, si, estás bien, pero no vas a mejorar Nathalie.
─No lo digas así, mañana estaré mejor─ remarcó lo último
─No se cómo haré para estar sin ti─ se quita los lentes y toma el puente de su nariz
─Bueno, estuve ojeando el catálogo de nuevos robots presentados por Tsurugi Corp, y creo que tengo algunas ideas.
─Me niego─ se levanta ─Lo siento señorita Sancoeur, pero usted va a descansar─ camina a la puerta
─Puedo asistirte aún, con ayuda─ menciono desesperada
─Equipare la casa con tablets para que puedas comunicarte y darnos la agenda, pero es lo único que voy a permitir, después, descansaras, al menos estos días─ suspira
Ella no dijo nada, el tomo el silencio como un confirmación, después, abandono la habitación, la mujer con dificultad, se acomodo en la cama y decidió cerrar los ojos, llevaba tiempo sin saber lo que era descansar, generalmente se quedaba dormida después de mucho trabajo, nunca, lo había hecho a voluntad propia.
Gabriel mientras tanto caminaba lentamente de regreso al atelier, estaba muy mal con toda esta situación y aún tenía que inventar una buena excusa para su hijo, como si fuera arte de magia o si el fuera un especie de telepata, entro por la puerta principal, fijo sus ojos en su padre y lo interceptó.
─Ayudame─ suplicó, el hombre palideció
─¿Estás herido, que sucede?─ lo inspeccióna
─La señorita Bustier anuncio hoy que dejara de trabajar, haz algo, la queremos mucho en mi clase, no podríamos seguir sin ella, se que puedes─ volvió a suplicar
─Vere que puedo hacer─ el chico sonríe
─¿Viste a Nathalie?, tengo algo que consultarle sobre la tarea de historia.
─Ella está durmiendo.
─¿Se encuentra bien?─ Gabriel esconde la mirada, viendo hacia un costado ─Padre
─Algo en su salud no está bien hijo, te juro que nada malo le va a pasar, pero no puede salir de su habitación.
─¿Que es, tiene lo mismo que mamá?.
─No, nada de eso, es otra cosa, un gen en su familia, perdió la movilidad, ya no puede caminar, ahora debemos ser nosotros quienes velemos por ella, al menos hasta que consiga una solución a su condición.
─Se que la vas a ayudar, eres único padre, no hay nada que no puedas hacer─ repentinamente lo abraza ─¿Me dejas verla cuando esté despierta?─ pregunto al separarse
─Claro hijo─ instintivamente sonrió
El chico copio su acción y en silencio se fue hasta su habitación, cuando el adulto escucho la puerta, finalmente retomo camino a su atelier, allí destapó una botella de whisky, se sirvió un poco y se sentó en el escritorio que le pertenecía a su querida asistente, al beber el primer sorbo recordó la suplica de su hijo, rápidamente tomo el teléfono y llamo al Francois; la charla duro unos segundos, no había nada que se pudiera hacer, la petición fue hecha por Audrey Burgeois, y ante ella no había nadie más grande, era toda una causa pérdida, en ese momento una idea cruzo su mente, y cuando algo así sucede solo puede ser bueno, después de todo es el gran Gabriel Agreste, un genio.
─Por favor si es amable, entregueme los datos de la señorita Bustier─ aguarda unos minutos, toma un porta papeles que Nathalie tenía por ahí, cuando la comunicación se reestablece, anota una dirección y número telefónico ─Gracias─ cuelga
Tras eso, se terminó el whisky, agarró las llaves del auto que Nathalie tenía en uno de los cajones y partió hacia el garaje, allí abordo un auto lujoso de dos puertas color gris y salió a toda velocidad.
El estruendo que hizo el auto deportivo despertó a la pelinegra que dormía plácidamente en su habitación, ante la incertidumbre y la incapacidad de acercarse a la ventana, le envío un texto a su jefe, este no respondió, los nervios y la intriga la comían viva, asíque recurrió a su más fiel y querido aliado, esté en segundos cruzo la puerta de la habitación completamente exaltado, en medio segundo la invadió de preguntas, una vez todas fueron respondidas ella pudo hacer la suya.
─Papa salió, en su auto deportivo.
─¿El que a ti te gusta?.
─Ese mismo.
─Que extraño, jamás sale y menos en ese auto, es su auto de soltero, no lo usa desde que se comprometió con tu madre─ comento mientras llevaba su pulgar a la boca y mordia su uña, producto de la impaciencia
─¿Crees que haya salido a buscar novia?─ dijo este con suma inocencia
─Lo dudo─ dijo con temor
─¿Necesitas algo?.
─No, tranquilo.
─Vamos, no tengas miedo, tu haces de todo por mi, ahora me toca, ¿necesitas algo?.
─Con mucho cuidado por favor, ¿podrías traerme un café?.
─No tengo cinco─ bufo ─No te preocupes─ camina hacia la puerta
─Para mi, tendrás siempre cinco─ sonrió ella
El rubio salió de la habitación, la mujer apenas quedó sola se permitió dejar que su preocupación se refleje en su rostro, Gabriel jamás podría haber salido a hacer eso que Adrien insinuaba, no ahora que ella lo había arriesgado todo y eran más fuertes que nunca.
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Miraculous: Demasiado Pequeño
FanficNathalie debe retirarse de asistir a Gabriel por los daños ocasionados en la batalla milagrosa, el, estando solo, sin nadie que lo ayude y con un desesperado pedido de Adrien, toma una decisión inesperada que pondrá a los convivientes de la mansión...