Gabriel despertó, un destello de luz se posó sobre su cara y lo estaba molestando, rápidamente se estiró, despavilando cada fibra de su cuerpo, mentiría si no dijera que es la primera vez en años que duerme tan bien, a penas sus ojos le dieron claridad, pudo ver en frente suyo, el angelical rostro de Nathalie, ella dormía plácidamente y se veía rádiante.
El la admiro por unos segundos más, luego se levanto, el clima era completamente diferente al del día anterior, el sol estaba fuerte y no había una sola nube en kilómetros, rápidamente este huyo de la habitación y corrió a la suya, olvidándose que estaba ocupada, apenas puso pie por allí, se tropezó con la pelirroja, quedando uno arriba del otro.
─Buenos días señor Agreste, no pensé que se levantaría a esta hora, ya me encontraba abandonando su habitación─ explico la mujer rápidamente mientras era presa del suelo y el cuerpo de su jefe
─Lo siento, olvidé que estabas aqui─ se levanta y la ayuda a pararse ─Entiendo si gusta tomarse el día libre o ir a su casa
─No se preocupe, cumpliré el turno, dormí muy bien, gracias por preocuparse─ sonríe ─¿Le traigo su café aquí o prefiere bajar?
─Aqui.
La mujer rápidamente salió, este suspiro y se sentó en su cama, miro la ventana, y pudo ver un hermoso cielo azul, eso, por alguna extraña razón le recordó a los hermosos ojos de Nathalie, la cual, hasta hace unos segundos dormía confortablemente a su lado, eso, le dió una pequeña sensación de dicha, estaba muy felíz, pero no entendía la razón.
Molesto se adentro en el baño dispuesto a tomar una ducha, necesitaba eliminar todo pensamiento extraño de su mente y enfocarse en su meta, traer a Emilie de regreso.
Por otra parte Caline entraba en el cuarto de Nathalie, ya era la hora en la que está había especificado que quería recibir su desayuno, infortunadamente, está aún dormía, por lo que fue despertada por el intento de asistente ejecutiva.
─Podrias haberme dejado descansar─ la reto tomando la bandeja con el desayunó
─¿Y recibir una llamada de atención a media mañana?, le agradezco.
─Te daré la razón, solo porque me conozco─ toma el café ─¿Por qué no va a su casa?, hoy será un día tranquilo, además seguro quiere descansar bien
─Dormí de maravilla, el señor fue muy amable en dejarme usar su cama─ sonríe
─El es así.
─Es maravilloso─ suspira ─Hablando de el, debo llevarle su café, si necesita algo, que sea serio, no dude en llamar─ se retira, después de que Nathalie asiente a su petición
Nathalie al verla partir, tomo su café con una enorme sonrisa, esa mujer pudo haber dormido en su habitación, pero nada se compara con tener al mismísimo rey de la moda a tu lado; a fuera, la pelirroja ya estaba con su bandeja lista, encaminandose al dormitorio del platinado, allí, golpeó tres veces y este le permitió pasar, la ex docente dió unos pasos y dejo la bandeja sobre una mesa, al mismo tiempo que discretamente observaba al diseñador, quien estaba en bata, viendo que se podía poner, hoy, su humor era diferente, y por lo tanto, quería usar algo diferente.
─Insisto en que si se quiere retirar, puede hacerlo─ menciono este tomando un saco marrón
─No se preocupe señor, puedo cumplir con mis actividades, ¿necesita algo más?.
─Por el momento no.
Ante eso la mujer salió y fue al atelier para realizar los pendientes del día; Gabriel por su parte, se colocó unos pantalones color violetas, unos zapatos grises, se dejó su chaleco habitual, se colocó un saco marrón y cambio su pañoleta blanca por una azul, una vez listo, tomo su café y luego fue a diseñar, todo sin antes pasar por la habitación de Nathalie.
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Miraculous: Demasiado Pequeño
FanficNathalie debe retirarse de asistir a Gabriel por los daños ocasionados en la batalla milagrosa, el, estando solo, sin nadie que lo ayude y con un desesperado pedido de Adrien, toma una decisión inesperada que pondrá a los convivientes de la mansión...