Miraculous: Demasiado Pequeño

//Chapitre 32//

Lucio subía las escaleras de la mansión, con una caja mediana entre sus manos, luego se posicionó frente a la puerta indicada y golpeó, la dulce voz de Nathalie le permitió entrar, este paso, con sumo cuidado camino cerca de ella y le extendió lo que traía.

─Gracias.

─Tambien encontramos una cartera─ comento como si quisiera terminar esto y huir de ahí

─Son muy considerados, vamos a tener más cuidado la próxima vez─ sonríe ─Deposite en tu cuenta un pequeño presente por estás molestias que te has tomado

─No era necesario.

─Por eso dije, 'pequeño presente'─ guiña un ojo ─¿Todo en orden?

─Si.

─¿Tu familia?.

─Perfectos y sanos.

─Me alegro, envíale mis saludos a Estacy.

─Asi lo haré, ¿necesita algo más?.

─Nada, ya puedes irte, nuevamente gracias.

El hombre sonrió, se giró y a la velocidad de la luz abandono la mansión, Nathalie dejo la caja a un lado suyo y estuvo a punto de llamar a Caline, pero algo dentro suyo le decía que revisara, que tenía que ver por si misma lo que había dentro, con tranquilidad volvió a tomar la caja y la abrió, lo primero que vio fue la cartera antes mencionada, debajo, el saco blanco que suele completar el traje casi ejecutivo que suele usar, por el momento nada fuera de lo común, pero todo cambio cuando movió la prenda blanca, debajo de ella había ropa interior de mujer, y un boxer de hombre acompañado de las llaves de Gabriel, rápidamente soltó todo, lo metió dentro y lanzo la caja hacia la puerta.

Nuevamente como ya había pasado, le dió un ataque de tos, tan violento, que su mal estar se sintió desde la planta baja, Gabriel sin pensarlo dos veces corrió a la planta alta para checar que era lo que pasaba, y se encontró con Nathalie luchando por respirar.

─¿Que paso?─ ella tomaba grandes bocanadas de aire y al mismo tiempo hacia arcadas ─Sigueme, ordena tu respiración o te vas a hiperventilar y vas a desmayarte─ aunque no quería siguió las instrucciones y su ataque cesó ─Bien, ¿que fue lo que pasó ahora?

─Nada, no le importa─ toma un vaso con agua que siempre tiene en su mesa de noche, y lo bebé con desesperación

─Si me importa, vamos, dime.

─Recien vino Lucio.

─¿Paso algo con el avión?.

─Me trajo eso, pensando que era mio─ señala la caja, Gabriel se gira, la ve, y va hacia ella para levantarla del suelo ─Pero son cosas del viaje a Rusia─ a el se le hela la sangre y ella tose levemente

─Veo que son cosas que Caline se olvidó─ menciono nervioso mientras abría la caja y veía de forma rápida la cartera y el saco

─Si. . .tranquilo, no voy a preguntar qué hacía la ropa interior de Caline tirada en el avion─ el tragó saliva y no se anima a girar para verla ─No es de mi incumbencia─ su voz se entre corta

─¿Que dices?─ trato de desviar la conversación

─Me escuchó bien─ le lanza una almohada, el se siente terrible

─Debe ser un error.

─¿La ropa o haberse acostado con ella?─ el se gira, pero no encuentra los ojos azules de su compañera, está tenía la vista baja, escondiendola en sus manos ─¿Es eso lo que te atormenta hace días?. . .¿por eso la despediste?─ el baja la mirada ─Si es así, no puedo estar de tu lado, por más que muy adentro mío me repugne la señorita Bustier

─No se cómo, no recordaba, el vodka nublo mi juicio.

─No le eche la culpa al alcohol. . .el tragó no lo obligó a nada, fue usted─ lo mira ─Tenia razón el otro día, es un asco de persona─ él levanta la mirada y ahora sí la cruza con la de la contraria, pero está vez ya no tenían la luz que los caracterizan, estaban cristalinos y muy apagados, llenos de penumbra y tristeza

─No me digas eso─ hablo en tono bajo ─No tu

─¿Después de esto como quiere que lo traté?, se aprovechó de una mujer─ vuelve sus manos puños

─No fue así, te suplico que me creas─ se arrodilla frente a la cama ─Fue un error, lo sé, pero te juro que no quería, no con ella

─No hablé mas.

─Te juro que no quería─ susurró

─Le advertí que no dudaría en meterse con usted y lo único que hizo fue apañarla, ahora aftengase a las consecuencias.

─Por eso la despedi, no podía tenerla aquí, y tú, ahora estás de su lado.

─¿La va a dejar en la calle por qué usted es un cerdo incapaz de controlar sus sentidos?, odio a Caline, pero no soy lo suficientemente desalmada como para estar de acuerdo en esto

─No se que más hacer para que veas que estoy completamente arrepentido.

─A mi no me tiene que demostrar nada,

─Mantengamos esto en secreto por favor, Caline parece no recordarlo.

─Lo haré, solo porque no quiero que esto se vuelva más grande, pero espero que sepa cuan decepcionada estoy de usted.

El bajo la mirada y apoyo su frente en la cama, estaba dolido, más que nunca, perder la fe de la única persona que estaba a su lado sin importar la razón, lo mataba lentamente, sin mencionar todos los sentimientos que empezó a tener por ella.

─No me odies por favor─ suplicó ─No voy a resistir tu despreció

─Lo siento señor─ Gabriel levanta la cabeza para verla ─Esta vez no puedo ver hacia otro lado, todas mis concepciones del hombre intachable que es usted, se desmoronaron hoy, nosotros pasamos muchísimas cosas juntos, y ni hablar de borracheras y siempre se comportó, ¿que fue la diferencia está vez?

─No lo sé─ desvía la mirada ─Solamente pasó

─Entiendo. . .un hombre no se puede resistir a estar solo con una mujer bonita.

Eso fue todo, por primera vez Nathalie cedió en una discusión, ya no tenía fuerzas para enfrentarlo, dicho esto se giró dándole la espalda al hombre.

─No me dejes así, continúa retandome pero no me ignores─ ella no hizo nada

Gabriel se levantó, miro una vez más a su asistente y dejo a paso muy lento, la habitación, cuando escucho la puerta, la mujer se permitió llorar, ahora no solo estaba rota físicamente por los daños del miraculous del pavo real, sino que tenía el alma y el corazón hechos pedazos, parecía que el destino no la quería dejar en paz, nuevamente, era secundada por otra ante su más grande amor.