1: "La familia perfecta"

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6 de Junio del 2017

Me encontraba en la gran e imponente puerta de la mansión de una de las familias más adineradas de todo Seattle. Percibía el fresco aroma a playa no hacía mucho desde que me mudé a esta ciudad. Mi sueño desde pequeña era estudiar en una universidad de este lugar. Debido a que mi familia no era la más adinerada tuve que venir aquí principalmente en una búsqueda de trabajo ya que aunque tenía la beca gratuita por mis calificaciones debía ganar dinero para mantenerme. Y por suerte, me habían contratado de asistenta del hogar aquí. Solamente que, Alison Ayers la mujer de la casa, debía hacerme unas preguntas para darme el visto bueno para trabajar aquí. Una vez preparada, salí de mis pensamientos para centrarme en lo que debía hacer en estos momentos hacer una buena "segunda" entrevista de trabajo.

La puerta se abrió. Me atendió una mujer alta, de pelo castaño y ojos azules. Me observaba atentamente con superioridad.

-¿Es usted Ellen Howland?- Dijo sonriendo. Asentí con la cabeza- Sígame-

Traspasamos el inmenso jardín, era increíble. Parecía sacado de un cuento de hadas. O eso pensaba antes de que mi estancia aquí fuera infernal.

Al entrar a la mansión, quedé completamente asombrada. Todo estaba reluciente. Incluso el suelo, podía reflejar casi a la perfección mi silueta. No se por que razón necesitaban más personal de limpieza, todo se encontraba impoluto.

-Buenos días señorita Howland- Dijo Alison Ayers, la señora de la casa. ¿De dónde demonios había aparecido?

-Buenos días- Le tendí la mano,ella la agarró y sacudió lentamente.

-Por favor tome asiento- Alison parecía amable, era educada y una mujer sencilla. Su cabello color café contrastaba con el verde de sus ojos. No tenía joyas, solamente los pendientes y anillo de matrimonio dorados. Lo que más me asombraba de ella, era que no hacía notoria la superioridad que ambas sabíamos que tenía al contrario que la otra asistenta que, no tenía ninguna de las dos.

-La hemos contratado tan precipitadamente, debido a que esta noche, habrá un evento muy importante que dará lugar esta misma noche aquí. Por lo que dependiendo de como trabaje, la contrataremos permanentemente o simplemente le pagaremos sus horas empleadas durante el evento y volverá por donde ha venido. Entiéndame, no se lo digo a malas simplemente, queremos saber su destreza, nada más- Era algo comprensible al fin y al cabo- Ahora sí, le explicaré el funcionamiento- Yo solamente asentía como una boba. Ella, simplemente me explicó el funcionamiento de varias cosas, me dijo que solo debía comunicarme con gente de la fiesta para ofrecerles algo de tomar o guardar su abrigo y, lo necesario con los demás camareros.

Tras minutos intensos de indicaciones finalizó.

-Tome, su ropa para el evento, puede cambiarse en el baño de la segunda planta-

-Está bien, gracias por todo- Subí rápidamente las escaleras y crucé el pasillo. De pronto, al abrir la puerta del baño lo encontré. Estaba semi desnudo, con la toalla sujeta débilmente en su cintura.

-¡Perdón! Yo, ¡Joder!, ¡Mierda!- Cerré la puerta pegando un portazo. Me quedé completamente inmóvil ¿Es qué no te han enseñado a llamar a la puerta? Me dijo mi subconsciente. Lentamente, la puerta se volvió a abrir dando paso a Luke Ayers el mayor de los hermanos. Veintiséis años, pelo rubio echado hacia atrás, ojos verdes que te obligan a observarlos pero no puedes contener la mirada a su vez. Pero lo más destacable, era su cuerpo tan bien formado. -Es jodidamente sexy- Sin dirigirme palabra alguna, pasó por mi lado. Cuando se alejó lo suficiente, cerré de golpe la puerta y me miré al espejo. Mierda, estaba completamente ruborizada. Solté un fuerte suspiro y recé para que no acabara despedida sin ni si quiera haber empezado el trabajo. Soy un desastre.

***

Me veía extraña. Nunca había utilizado "traje" con pajarita. Llevaba el pelo recogido perfectamente. Esa era una de las normas que había impuesto Alison. Habían pasado varias horas desde mi incómodo encuentro con Luke y no l había vuelto a ver desde entonces. Cual cosa, tenía lógica. Podría pasar días en una habitación que no me encontraría, no podía dejar de pensar que esto era inmenso.

El cielo oscureció, faltaban pocos minutos para las nueve. La prensa, estacionaba sus vehículos y se posicionaba en la puerta para tomar fotos y videos de los invitados. La señora de la casa nos solicitó y yo acudía a la sala principal cuando de pronto, escuché ruidos provenientes de una de las habitaciones.

-No me importa, ¿Mira sabes que?- Me detuve frente a la puerta, que se encontraba entornada. Intentaba mirar de quien se trataba pero no lograba identificarlo-Te arrepentirás de lo que me has hecho ¿Me escuchas? No dudaré en matarte si cuentas algo- Logré saber de quien se trataba, reconocí su cara en el instante en el que le vi. Se trataba de Noah Ayers, el menor de los hermanos.

¿Con quién hablaba? ¿Por qué le amenazaba?

-¿Quién anda ahí?-

Mierda.

The Ayers (Antes De Que Te Destruya 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora