3: El Incidente

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Ellen
Sinceramente, me sentía realmente
cansada .Pero al parecer para ellos, la noche solo acababa de comenzar.
Ponía más y más champagne en copas. De pronto Dewey, padre de los cuatro hermanos y esposo de Alison agarró una copa y con el anillo de matrimonio, le dió pequeños toques para causar la atención de los allí presentes.
Una vez todos se pusieron al rededor del "escenario" donde se encontraba él, comenzó a hablar.
-Muchas gracias a todos los presentes por haber venido. Ya que si no fuera por ustedes, no hubiera ocurrido esta velada tan especial.
Quería informarles, que el dinero recaudado será para la ONG del hospital de brixton aquí en Seattle. Muchas gracias, y espero que disfruten de la velada- Sin esperarlo, Noah se subió al escenario.
-Espera papá - Presentía por alguna razón que esto no saldría bien.

-Por favor, un fuerte aplauso para mi padre- Todos aplaudieron- Un momento por favor, por supuesto un aplauso por falsear una ONG y utilizar el dinero recaudado para su cuenta secreta en el extranjero por el simple hecho de que quería blanquear dinero por no hablar, de que le ha sido infiel a mi madre con ciento de mujeres que se encontraba en bares de alterne para su clase social está claro. Prostitutas de alto coste-
-¡Hijo!- Dijo Dewey subiendo al escenario
-¿Qué sucede padre? ¿Acaso miento?- Él, agarró a Noah de el brazo y se lo llevó hacia dentro de la casa.

Luke, se subió al escenario al parecer una vez ya sobrio.
-Disculpen por este pequeño altercado, todo ha sido una pequeña confusión debido a que mi hermano padece bipolaridad y al cabrearse, dice cosas que no son ciertas. Disculpen las molestias-Tras eso, me observó y salió del lugar en coche.

Mientras tanto, dejando la bandeja en una de las mesas, decidí seguir a el señor Dewey y su hijo.

No pude simplemente trabajar, obviamente no. Siempre debía meter las narices donde no me llaman por lo que a causa de eso, aprendí a que hacerlo, podría ponerme en peligro o al menos en este lugar. Simplemente, gracias a eso descubriría el por que de muchas cosas y tantas de otras que por ahora creo mejor no revelar.

Caminé hasta la parte trasera de la casa en búsqueda del padre y el hijo. Una vez allí, me quedé paralizada escuchando y observando pero nada más.

-¡Pero tú eres idiota!- Dijo pegándole una bofetada tras otra.-¿Cómo has podido hacerle esto a tu propio padre? ¡ Dime joder !- Tras otra bofetada más, Noah cayó al suelo.

-¿Tú?, ¿Tú te haces llamar mi jodido padre?-Dijo alzando la voz sin levantar la cabeza. El siguiente golpe que Noah recibió, hizo que impactara su cabeza con el suelo y comenzara a sangrarle.

-Recuerdo cada maldito día aquella noche, en la que se encontraba un niño alegre que le había hecho con sus propias manos a su padre, una tarta como regalo de cumpleaños. Ese mismo día, ese alegre niño, se dirigió hacia el cuarto de sus padres en busca de Dewey con la tarta que su tía le había ayudado a hacer en las manos. El joven, pensaba que ese día sería uno de los más felices que jamás habría podido soñar pero sin embargo, encontró algo que le destrozaría la niñez. Vio como Dewey Ayers, estaba haciéndolo con una mujer desconocida para él en esa cama. Al niño desconsolado, se le cayó la tarta en el suelo y salió de la sala llorando sin mirar hacia atrás. Tan solo, se encerró en su cuarto y escondió en el tipi que tiempo atrás había construido con sus padres. Y sí, se escondió en su habitación deseando hacerse tan pequeñito como para desaparecer.

Instantes más tarde, el padre entró en la habitación del joven Noah y lo sacó a rastras del lugar.

-No ha pasado nada hijo- Dijo intentando consolarle pero, al ver que aquello no tenía efecto tomó una drástica decisión- Papá y esa señora tan solo estábamos jugando tu papá te quiere. No le digas nada a mamá si no quieres que me marche y te haga mucho pero que mucho daño. ¿Vale?-

-Y ese niño al que su padre destrozó el corazón en mil pedazos aquella maldita noche era yo, Noah Ayers.

Sin esperarlo, apareció Alison con un arma entre manos. Pasó delante de mi pero, ni si quiera se molestó en pedirme que me marchara simplemente, no hizo nada o al menos contra mi.

-¡Suelta a mi hijo!-

-¿O si no qué?- Dijo Dewey mostrándose desafiante.

-Vuelve a ponerle una puta mano encima y te juro que te arrepentirás de haberlo hecho- Cuando él lo escuchó, agarró de la camisa a Noah y le asestó otro puñetazo en el rostro.

Justo en aquel instante, el mundo pareció paralizarse. Simplemente, el sonido de una bala hizo que esto ocurriera. Lo que nadie sabía era que a partir de ese momento, se desataría una ola de caos y maldad que haría sentenciar a la familia Ayers.

The Ayers (Antes De Que Te Destruya 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora