12: Una nueva vida.

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Irati

-Está a punto de comenzar el curso por lo que ya que quieres estudiar financias te buscaré una plaza en la misma universidad que tus primos-

-¿Primos?- Le pregunté.

-Sí, por si no lo sabes en mi familia somos cuatro hermanos. Yo, te tengo a ti, Anna la única hermana mujer de la familia la segunda más mayor de los hermanos tiene a Neithan. Noah, el pequeño tiene a Claudia y Lya. Por último, Matthew tiene a Ricky.

Se que es mucha información para ti pero yo me enteré hace muy poco de esto también. Tómatelo todo con la mejor calma. Te caerán bien-

Sí, yo tampoco terminaba de creer que mi padre era un Ayers o que tenía primos o de que acepté a irme con él a la zona costera de Seattle a vivir. Dejé atrás a todos mis amigos incluyendo a Eliot. Aunque según Luke me dijo que podía venir cuando quisiera. No se, seguía sin asimilar que ahora mismo me dirigía por primera vez a la casa de la familia Ayers.

También sabía, que no debía fiarme de Luke. Si es cierto, que era mi padre y que estaba buscándome una mejor vida pero algo no me cuadraba.

***

Las pequeñas casas se alegaban y comenzaban a visualizarse grandes por no decir impresionantemente gigantescas y lujosas mansiones. Todas tenían colores claros y preciosos. Entre todas ellas, había una que resaltaba más que cualquier otra. La mansión en la que viviría durante los siguientes años de mi vida.

Una vez el coche se colocó frente a la puerta, esta de inmediato se abrió dejando ver partes del inmenso jardín.

-Esto es impresionante-

-Y solo acabas de entrar al recinto. No quiero agobiarte demasiado por lo que te lo explicaré un poco por encima. Ya que los demás secretos ocultos en esta casa tendrás que descubrirlos por ti misma- ¿Por que razón me hablaba como si tuviera cuatro putos años?- Aquí, se encuentra la pista de tenis, pádel Comenzó a enseñarme una por una las instalaciones del lugar. Hasta llegar a la piscina. Ahí, en ese mismo momento, nuestras miradas se cruzaron por segunda vez. Aquel hombre encapuchado,pelo rubio, ojos verdes, labios finos y una mandíbula definida. Era imposible no acordarse de él. Era el chico de la fiesta. Todo lo que recuerdo de aquella noche, lo veía un tanto borroso.

-Habló el que lleva sudadera en verano, el que viene a una fiesta sin gustarle las fiestas, el que no bebe pero si fuma, el que me espía. Y el que está en la parte de fuera en cuanto dentro podría estar liándose con tres tías al mismo tiempo. Vamos no me jodas- Reí. Enumeré cada una de las cosas con los dedos de las manos de un modo exagerados- ¿Tienes seis dedos?- Le agarré la mano- Uy no- Hice gestos un tanto extraños- Son cinco. Por cierto, hueles a porro.

-Fíjate tú, que creía que olía a frutos del bosque-

-¿Eso iba en sentido figurado? Pues no, no hueles precisamente a frutos del bosque si no a hierbas ilegales del bosque- Reí. ¿Por que no dejaba de reírme? Ya estaba haciendo el ridículo más de la cuenta esa noche.

Salí del pequeño flashback ocasionado al verle de nuevo.

-Él es el nuevo jardinero-

-Jack, le presento a mi hija- Jack repetí en un pequeño susurro.

-Encantado de conocerla, ya me informaron de que vendría-

-Encantada, mi nombre es Irati- Dije en mi mayor intento de ser educada. ¿Se acordaría de mi?

***

Con suerte, los adultos habían salido a una especie de reunión y los adolescentes seguramente estarían en la universidad. Mientras tanto, yo me encontraba en mi nueva habitación. Según Luke, esta había pertenecido a su madre y jamás la había remodelado debido a que quería que el lugar mantuviera su esencia. Además, me había comprado muchísima ropa que jamás me pondría ya que simplemente la mía estaba bien.

Aprovechando los últimos días de verano antes de entrar a la universidad, me dirigí hacia la piscina con un libro entre manos. Dejándolo al lado, me acosté en una tumbona. De pronto, todo se oscureció. Me encontraba en mi antigua casa, sentada en mi escritorio pintando un dibujo un tanto extraño cuando noté como mi mano iba sola. No disponía de mi para hacer lo que mis propios ojos vieron. Un cuadro con una figura completamente negra que cortaba en varios trazos y estaba algo despedazada. -Irati- Escuché, al parecer era mi madre. Me llamaba una y otra vez mientras yo bajaba las escleras. Intentaba responderle pero no podía hablar. Justamente cuando las escaleras acabaron la encontré sentada frente al ordenador escribiendo una de sus historias como cada noche desde que tengo memoria. Yo intentaba avanzar pero no podía. Eso me asustó. Sin esperarlo, una piedra entró rompiendo en cientos de pedazos el cristal.

Ella se levantó y agarró la pierda que estaba envuelta con un papel en el que ponía- Te mataré al igual que tú me mataste en vida.

Ellen simplemente lo ignoró y se dirigió a por una taza de café cuando de pronto, Dewey la agarró del cuello y presionó su cadera contra él. Tras eso, la apuñaló una y otra vez sin parar. Ella, me miraba y no podía hacer nada.

Todo se retornó oscuro de nuevo, las escaleras daban vueltas obre su mismo eje, me encontraba mareada. Aparecí tirada en un pasillo cuya luz solamente se iluminaba al final del trayecto. Esa claridad, enfocaba el cuerpo ensangrentado de Ellen.

-Mamá- Grité. Corría velozmente pero cada vez se alegaba más y más de mi. Volví al salón de nuevo. Ella se encontraba en el suelo y aquella bestia continuaba apuñalándole.

-Si tú no te hubieras ido a aquella maldita fiesta yo seguiría viva. Zorra, zorra, mala hija, puta, mal criada...- Cientos de insultos augmentaban de un modo ensordecedor. Yo mientras tanto, intentaba taparme los oídos pero aquel sonido se volvió insoportable. La oscura luz volvió y para cuando se prendió, aparecí en un lugar completamente desconocido para mi. Un montón de chicos, salían pegando patadas y grabando aquel doloroso momento para la mujer que se encontraba tirada en el suelo. Un rostro me resultaba conocido y no sabía por que.

Desperté en mi nueva habitación. Mierda todo había sido una puta pesadilla. Estaba abrazada a mi padre.

Una vez recobré completamente la conciencia salí al jardín a dar una vuelta. Necesitaba despejarme. Estos últimos días habían pasado muchas cosas. Es que no se como.

De pronto, tropecé con alguien y caímos al suelo. Yo encima suya, sus labios a pocos centímetros de los míos. Notaba su agitada respiración al igual que él la mía.

-Jack-

-Irati-

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NOTA DEL AUTOR: ¿Empezamos con los #?

#quemovida #malrollo #sevaaliar #seintensificalacosa #calorynoveraniega. #cabraloca

Nos vemos en el próximo capítulo. Nos vamos acercando poco a poco a descubrir la verdad.

The Ayers (Antes De Que Te Destruya 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora